Desde que Stadia salió oficialmente (finales de 2019), Google ha tratado por activa y por pasiva que funcione, y sobre todo que pueda competir de manera individual frente a los grandes del sector. Para el que no conozca lo que es Google Stadia, se trata de un servicio de suscripción para diferentes juegos que se encuentran en una nube, controlada por el mismo Google.
Aunque a lo largo del Google for Games Developer Summit se han anunciado nuevas medidas, sin duda alguna la que más controversia ha creado ha sido la que tiene que ver con los desarrolladores de juegos para Stadia.
Al parecer, y como ha informado Caren Yapp, jefa de desarrollo de negocio estratégico de Stadia, los pagos a la editoras o desarrolladoras van a cambiar drásticamente.
El 70% de Stadia que está causando tanto revuelo
La idea de Google es repartir un porcentaje de las suscripciones entre todos los desarrolladores y editores de los juegos que se encuentran en la página hasta el momento. Pero esto no es todo, y es que no todos los juegos cobrarán lo mismo, ya que esto irá en función del número de sesiones iniciadas en el juego por parte de los jugadores en el mes.
Por ello, los juegos con más afluencia, se llevarán una mayor parte del pastel. Aunque esto puede parecer injusto de por sí, hay que fijarnos en la diferencia de juegos respecto a su género y duración que existen en Stadia Pro. Mientras que títulos como Little Nightmares 2 podemos terminarlo en pocas horas, juegos como F1 o PUBG seguirán teniendo sesiones de juego por parte de los usuarios, que seguirán entrando.
Al igual que en otras compañías (igual de criticadas por los artistas como Spotify), Stadia va a comenzar a partir de este mes a pagar a sus «trabajadores» según la cantidad de visitas que coseche. Aunque tendremos que esperar cómo evoluciona este tema entre empresa y desarrolladoras, se espera que lleguen a la plataforma un gran número de nuevos títulos antes de que acabe el año.