Final Fantasy es historia y presente del videojuego, la saga de Square Enix tiene millones de fieles a lo largo de todo el mundo. Un sinfín de historias, melodías y personajes nos vienen a la memoria, pero quizá lo que muchos no esperan es que la entrega más rentable en la historia de la franquicia es la número 14, sí, el MMORPG.
Final Fantasy XIV ha superado los 24 millones de jugadores desde su lanzamiento y, con su nueva expansión, Endwalker, prevista para salir al mercado en noviembre, el momento es idóneo. Esta ya ha registrado más reservas que la anterior, el juego está más vivo que nunca y superó hace poco su máximo de usuarios simultáneos en Steam.
Un juego que continuó el legado de Final Fantasy XI, y que tras un primer intento fallido supo reaccionar y dar al juego la evolución y presentación que este necesitaba. A los jugadores más clásicos no les termina de atraer el hecho de que una entrega de la saga sea completamente online, pero con FF XIV nos encontramos con la entrega numerada más cuidada y mejor trabajada en décadas. Un auténtico juegazo que merece todos los éxitos que continúa cosechando a día de hoy.
Los MMORPG vuelven a estar en auge
Un género eterno, al que tan solo le falta reinventarse para volver a dominar y acumular cifras de impacto. No es tanto el caso de New World, que pese a lo fresco y profundo que se siente, es un juego relativamente continuista en base a su propuesta dentro de los MMORPG. ¿Es esto malo? Para nada, las bases son sólidas, tan solo hace falta una buena respuesta por parte de la desarrolladora y que los jugadores sientan que lo que están realizando tenga un sentido.
Ese es el caso de Final Fantasy XIV, un juego reinventado, renacido, tras un fracaso sideral en su primera versión. Una de las mayores odiseas en la historia del videojuego, nadie daba un duro porque este juego triunfase, pero lo hizo y de qué forma. Naoki Yoshida es en mayúsculas uno de los arquitectos de lo logrado, y la sensación es que cada vez van a más, con un mundo más fresco, vivo y fiel a una saga que tiene más de tres décadas a sus espaldas.