Dota 2 es uno de los esports más populares del planeta, pero pese a su importancia, el éxito del MOBA de Valve es muy dispar dependiendo de la región o país. Un hecho sorprendente es que, aparentemente, Dota 2 es muy popular en Corea del Norte.
La pregunta que os haréis, ¿Cómo podemos saber o fiarnos de esta información? Un usuario de Reddit ha destacado un vídeo publicado en YouTube en diciembre de 2020, en el que un desertor de Corea del Norte habla sobre diversos temas, y entre ellos destaca la pasión del país asiático por Dota 2.
La persona en cuestión destaca que Dota ya era popular desde hace una década, cuando solo existía la primera versión del juego, el histórico mod de Warcraft III: The Frozen Throne, Defense of the Ancients. Pese al riesgo, y es que por lo visto la gente puede ser expulsada de la universidad en caso de ser descubierta jugando al título, se destaca que los jugadores se reúnen en grupos de 5v5 para disfrutar del juego en formato presencial.
El juego fue introducido en el país desde la triple frontera o trifinio entre China y Rusia. «No eres considerado un hombre en Corea del Norte si no sabes jugar a Dota 2″, destaca el norcoreano. Un juego en el que jugaban bajo sus normas, y una versión que a buen seguro estará lejos de lo que es el juego en la actualidad.
Las dos Coreas no coinciden ni en los MOBA
No deja de resultar curioso, que casi por azar del destino, el videojuego que parece estar triunfando en Corea del Norte es el rival directo del que lo hace en Corea del Sur. La batalla entre Dota 2 y League of Legends coge color entre estas dos naciones hermanas
League of Legends es el juego más popular en Corea del Sur, un trono que arrebató hace muchos años a StarCraft, el título con el que todo comenzó en el país asiático en cuanto a los esports. El MOBA de Riot Games es casi una religión en el país asiático, el gran dominador a nivel histórico de la escena global. A todos nos encantaría ver una situación similar con Dota 2 y Corea del Norte, uno de los países más herméticos del planeta, y es que, aunque parezca improbable, es reconfortante saber que de una u otra forma su población disfruta y también se apasiona por los videojuegos.