Grand Theft Auto (GTA): The Trilogy ya está en el mercado, pero no de la forma que a todo el mundo le hubiese gustado. La trilogía clásica de 128 bits, el primer paso en el 3D de la saga, son títulos de una enorme calidad que un gran número de jugadores querían volver a disfrutar, y así ha sido, pero no en las mejores condiciones.
Un gran número de errores hace que algunas situaciones y modelados corten todo el ambiente, pero lo que no había pasado hasta ahora es que el juego se rompa por completo.
Eso es lo que le ha ocurrido a un streamer llamado Vargskelethor, que mientras jugaba a la remasterización de GTA: San Andreas decidió divertirse con las máquinas expendedoras del juego. Durante al menos una hora compró la bebida gaseosa del título, Sprunk soda, hasta que de repente ocurrió lo impensable.
El juego se cerró y no volvió a permitirle entrar, esto pasó tras beberse unas 600 latas de refresco en el propio juego. Así que ya sabéis, cuidado con los gases.
GTA nunca decepcionó tanto
Grand Theft Auto es una saga que destaca entre otras cosas por su alto nivel de excelencia. Una jugabilidad endiablada, gran libertad, ritmo trepidante, bandas sonoras inolvidables, personajes carismáticos, un guion de película y mucho más. Podríamos seguir enumerando todas las virtudes de la saga GTA, pero nos quedaríamos cortos, Rockstar Games ha sido siempre sinónimo de polémica y buen hacer, pero nada en esta vida es eterno.
Otras compañías en el pasado han sido testigos de esa caída tras haber estado siempre en la excelencia. Blizzard Entertainment es un gran ejemplo, pero podríamos nombrar a otras como Capcom que bien pudieron resarcirse y volver en este último lustro al lugar del que nunca debió salir.
GTA jamás decepcionó tanto, por suerte, parece que todos estos errores tienen solución. El prestigio de Rockstar está en juego, y es que lo que cuesta construir décadas, puede destruirse en un instante.