Los jugadores son unos de los mayores alicientes dentro de cualquier entre ellos y gran parte de ello se debe a la variedad de sus perfiles. Cada uno de ellos cuentan con unos rasgos que los hacen únicos. Pueden llegar a compartir sus características con otros competidores, pero todos proyectan una personalidad dentro de los campos de juego alrededor de sus virtudes y sus defectos. La identidad de Adil Benrlitom «ScreaM» se creó a través de su mayor fortaleza: el aim, es decir, la puntería. A través de su capacidad para hacer one-taps (disparos a la cabeza) el belga forjó un nombre propio dentro de la escena de Counter-Strike: Global Offensive (CS:GO).
Sin embargo, su principal habilidad fue la que finalmente le condenó. ScreaM priorizó el highlight, ese momento destacado que tanto nos gusta ver a los espectadores en recopilaciones de YouTube, por encima de la evolución e hizo de CS:GO su cuna de Caín particular. Tras ser incapaz de cumplir las expectativas generadas alrededor de su talento, acabó desterrado. No obstante, el belga ha encontrado en VALORANT una segunda oportunidad. La ‘recién nacida’ escena del shooter de Riot Games ha hecho el hermano mayor de los Benrlitom su hijo pródigo adoptivo y, tras meses repudiado en el anterior juego de sus amores, le ha dado un exilio particular en el que puede desmarcarse de la vulgaridad.
Un aim innato
ScreaM debutó en 2010, cuando por entonces todavía se jugaba a Counter-Strike: Source, e irrumpió a base de talento. En vez de sentirse intimidado por toda la experiencia de los jugadores que le rodeaban, dio un paso delante a través de los one-taps. Lo que para muchos supone el máximo exponente de habilidad individual, para él no es más que su rutina, el pilar de su estilo de juego y de su personalidad. En un uno contra uno puro era imposible vencerle.
No obstante, el belga no se conformó y siguió trabajando su principal talento. Jugadores del calibre como Freddy Johansson «KRIMZ«, Christopher Alesund «Get_RiGhT» o Nicolai Reedtz «dev1ce» sucumbieron ante su precisa puntería en todo tipo de escenarios. En su máximo nivel lo de ScreaM era un espectáculo de confianza y grosería ante sus rivales. La demostración de su destreza le colocó como el probablemente mayor especialista en disparos a la cabeza de toda la historia de Counter-Strike, tanto de la versión 1.6, como la de Source y Global Offensive.
ScreaM, uno de los «y si» de Counter-Strike
A pesar de contar con un talento innato, la trayectoria profesional de ScreaM en CS:GO destaca por ser uno de los mayores «y si» de toda la historia competitiva del shooter de Valve. El problema del belga fue que no evolucionó en el resto de registros, algo que le dejó atrás en relación a lo que podría haber llegado a ser. Todo eran one-taps, ni la utilidad ni los sprites (ráfagas) estaban dentro de su vocabulario. Esto hizo que estuviera rodeado críticas a lo largo de toda su carrera, algunas tan duras que incluso podrían ser consideradas burlas.
El talento innato para hacer disparos a la cabeza condujo al belga en muchas ocasiones al exceso de confianza, una ansiada búsqueda del highlight que finalmente le condenó a altibajos. Titan, Epsilon Esports, Team Envy o G2 Esports son los clubes destacados que vivieron tanto sus caras como sus cruces tras un arranque prometedor en VeryGames. Su entorno, harto de sufrir fallos básicos por su parte, le repudió. ScreaM vivió junto a Kevin Droolans «Ex6TenZ» el rechazo de la escena francesa de CS:GO, generando así una idea errónea sobre su figura.
Por todo el talento que tenía en sus manos a Adil, como a muchos otros profesionales, le faltó ganar más torneos importantes, como por ejemplo un Major. Este hecho se acentuó especialmente tras haber compartido equipo con Richard Papillon «shox» y Kenny Schrub «KennyS«, dos de las mayores figuras del Counter-Strike francés. Sin embargo, el daño provocado por sus propios compañeros y organizaciones, hicieron que toda su habilidad individual acabara renegada y, por ende, también su figura. Aunque Fnatic le dio una oportunidad en 2018 como stand-in, ScreaM dejó atrás su hogar y no quiso volver.
Volver a empezar
Una vez abandonó su cuna de Caín particular, ScreaM se adentró en Twitch como creador de contenido y tuvo una vida muy cómoda. No obstante, todo cambió con la llegada de VALORANT. El belga dio una oportunidad al shooter de Riot Games durante su beta abierta y vio una posible segunda juventud. Él, un competidor nato, no dudó en adentrarse en una escena recién nacida ya que tenía ante sus ojos poder cumplir redención a nivel personal.
Inicialmente jugó en equipos amateurs (o al menos que no fueran parte de ningún club) junto a Oscar Cañellas «Mixwell» y Daniel Francesca «Dafran» en representación de la agencia de jugadores Prodigy. No obstante, la situación empezó a cobrar importancia con fish123. De la mano de Adam Eccles «ec1s» el belga volvió a cobrar la importancia que en su momento tuvo en CS:GO. Al principio lo hizo de la mano de Sage y Breach, dos personajes que a través de sus curaciones y cegadoras le permitían ser autosuficiente, pero su eclosión llegó con el aterrizaje de Reyna. ScreaM y compañía fueron durante los meses iniciales los únicos capaces de competir a G2 Esports y FunPlus Phoenix, las dos grandes potencias de VALORANT.
Poco después de encontrar su confort particular, Team Liquid entró en la escena y se hizo con todos los integrantes de fish123. Desde entonces el belga es la imagen de la organización dentro del shooter de Riot Games. Aunque por el momento su paso ha ido de más a menos, ScreaM se ha consolidado como el hijo pródigo adoptivo de VALORANT. El exjugador profesional de CS:GO encuentra en Blind, Heaven o Split lugares en los que volver a demostrar que su talento sigue en pie. En sus manos está corregir los errores cometidos en el pasado para poder brillar de nuevo y evitar el sufrimiento de la cuna de Caín.