Nikita Sirmitev llegó a Brasil con su apodo habitual, Derke, y se marchó con el de Alcides Ghiggia. El último frag del jugador de Fnatic bastó para enmudecer a 10.000 espectadores en el Ginásio do Ibirapuera, São Paulo. La euforia en la grada se podía apreciar después de que LOUD, equipo de la casa, levantara un 2-0 a la organización británica para forzar el quinto mapa. El estado de ánimo del público brasileño, que rompía como las olas, fue a más cuando los vigentes campeones mundiales cerraron la primera mitad de la última partida con un 9-3 a favor. Los black & orange forzaron la prórroga y allí Derke hizo que el pabellón volviera a la final del Mundial de 1950 en Maracaná.
El frag final de Derke tuvo el mismo sabor que el gol de Ghiggia a Moacir Barbosa. Hablar de LOUD en VALORANT no es sólo hacer comentarios sobre los vigentes campeones mundiales, sino de todo un país entero. Si bien es cierto que Brasil cuenta con otros clubes como FURIA Esports en el propio shooter, el deporte cuenta con una capacidad innata para convertir a sus ganadores en representantes. De unas ideas políticas, de concepciones nacionales, de un estilo de juego… De muchas cosas que hacen que, por mucho que esto ‘no nos dé de comer’, conviertan las pasiones bajas en un motivo de importancia vital.
La victoria de Fnatic es un ‘Maracanazo’ porque LOUD se sentía favorito. Quizás los black & orange no fueran con el papel de ‘humilde’ que Uruguay protagonizó en la final del Mundial del 50. De hecho, hasta la gran final no habían perdido ningún mapa. Sin embargo, el conjunto brasileño tenía dos factores determinantes a diferencia del resto: el título de campeón mundial con el VALORANT Champions y el hecho de tener a 10.000 espectadores a su favor. En los deportes electrónicos, el público de Brasil ha demostrado que sólo los equipos nacionales son merecedores de los récords de decibelios. En el LOCK//IN ha vuelto a ser así después de un primer ejemplo en el Major de Rio de Janeiro.
Quizás en otros deportes electrónicos no sea tan radical, pero en los shooters jugar con público presencial es determinante. El mito del ‘sexto jugador’ se convierte en realidad. El cuerpo reacciona por mucho que esté concentrado en lo que suceda dentro de una pantalla. Además, en el caso de LOUD, ganar era confirmar en un mayor grado que tanto el club como Brasil tienen vida más allá de Bryan Luna «pANcada» y Gustavo Rossi «Sacy«. Una manera de reivindicar que, dentro de los esports, el país tiene la capacidad para generar ‘Zicos’, ‘Bebetos’, ‘Rivaldos’, ‘Ronaldinhos’ o ‘Neymares’ una vez acabados los ‘Pelés’.
Pero, sobre todo, la victoria de Fnatic se ha convertido en el ‘Maracanazo’ de VALORANT es por la situación de Brasil en los deportes electrónicos. Dentro del país los shooters son la base y ahora con más infraestructuras (además de apoyo) que nunca para aprovechar la industria. El seguimiento de la comunidad brasileña hacia su propia escena es innegociable. El pueblo estuvo totalmente volcado cuando figuras como Gabriel Toledo «FalleN» y ahora devuelve todo aquel esfuerzo comprometiéndose el máximo. FURIA Esports llegó a las semifinales del Major en 2022, pero LOUD dio lo que hace pasar a la posterioridad: los títulos. Ahora, arrebatado el primero del año, la organización tiene por ver su capacidad de reacción.
Argentina recorrió las venas de Fnatic
De todas maneras, en medio de un ecosistema donde sólo existen blancos y negros, LOUD se ha plantado en un gris. Los resultados no dejaban a Fnatic como un equipo ‘humilde’ a lo Uruguay. Llegar a la final del LOCK//IN sin perder ningún mapa era señal de que la serie al mejor de cinco por el título era un choque de potencias. En definitiva, lo que la Copa América vivió hace dos años en Maracaná: un Brasil contra Argentina. Quizás los black & orange hayan sido más concisos que los argentinos, a quienes se les da bien sufrir para finalmente llevarse torneos importantes. Sin embargo, una herida emocional hacía de nexo entre club y país.
En el LOCK//IN Fnatic necesitaba tanto la victoria como Argentina en la Copa América. Ambos llevaban sumando años de derrotas a sus espaldas y el tiempo, con cada minuto añadido sin ganar ningún título, pesaba más. Los argentinos tenían la desconocida fecha del retiro de Leo Messi como dolor de cabeza. En cambio, los black & orangte ninguna de futuro, pero sí un año marcado: 2018. Cada derrota suponía una dificultad añadida para sostener la marca de ‘club ganador’ dentro de la organización británica.
No obstante, con la victoria en VALORANT, los black & orange se han dado cuenta de dónde tienen en la actualidad la base que cimentan sus motivos de orgullo. Porque con el frag de Derke, el equipo firmó el gol con la emoción y sorpresa de Ghiggia, pero la masa social respondía más a la celebración del mejor futbolista de la historia: de rodillas, echándose las manos a la cabeza para tapar las lágrimas de alegría y con el calor de todas las personas que han protagonizado el camino. Fnatic necesitaba lo mismo que Messi: desquitarse de las espinas del pasado para aspirar a más en el futuro. El astro argentino cerró el círculo con el último Mundial disputado en Catar, quizás la organización británica lo haga con otro título en el shooter o ganando de nuevo en otros videojuegos.
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