El pasado viernes 18 de noviembre se lanzó, por fin, Pokémon Escarlata y Púrpura. Una novena generación muy esperada por todos que ya hemos tenido oportunidad de disfrutar durante tres días seguidos. Todos sabíamos a lo que nos exponíamos, los vídeos que nos habían mostrado desde «The Pokémon Company» no eran demasiado esperanzadores. Aun así, siempre tenemos esa pequeña chispa de ilusión, esa idea de que tal vez lo que nos habían revelado no iba a ser el producto final.
Nada más lejos de la realidad. Nos han presentado un título incompleto, al menos a nivel técnico. Llamar decepción tanto el apartado gráfico como el rendimiento es quedarse corto. Bugs por doquier, frames que se van al mínimo y que nos obligan a reiniciar el juego o texturas incompletas son algunos de los múltiples fallos que nos hemos encontrado en la novena generación de la mítica saga.
Al final nos encontramos con lo que todos esperábamos pero nadie quería creer. Con eso que siempre hacen desde Game Freak y que nunca queremos ver. Aunque no todo ha sido malo. Dentro de toda la negatividad también podemos ver el lado bueno de las cosas. Y es que, todo lo que han escatimado en este apartado más técnico parecen haberlo trabajado en algo que llevábamos pidiendo muchos años: Una historia completa que nos permita pasar horas y horas sintiendo que avanzamos pero sin llegar a completar el título.
Pokémon Escarlata y Púrpura y su lado bueno
El viernes me sentí como hacía años que no me pasaba. Desde temprano ya estaba esperando la llegada del repartidor con el videojuego. Sí, es cierto que tuve que esperar unas horas desde que llegó hasta que lo probé y larga se hizo la espera. Pero finalmente tuve la oportunidad de poner mis manos sobre un Pokémon Escarlata que me generaba desconfianza y a la vez atracción.
Ahora, tras estar unas 20 horas explorando Paldea, ya puedo hablar de ello. Puedo decir que por fin nos encontramos un título de Pokémon decentemente trabajado en lo que a la jugabilidad respecta, por lo menos si echamos los ojos atrás y lo comparamos con los títulos que se han lanzado desde los Let’s Go. Tras todas esas horas, apenas he conseguido cuatro medallas de gimnasio, he derrotado a tres jefes del Equipo Star y apenas he conseguido dos especias ocultas. Todo ello sin llegar a completar la Pokédex de cada una de las zonas por las que he paseado. Y no, no he pasado de largo en ninguna, he explorado cada rincón buscando todos los objetos que hay sueltos por el mundo.
Esto también es algo a destacar. Quizás son demasiados los items que nos encontramos por Paldea. Yo por lo menos todavía no he tenido que ir a la tienda a comprar. Claro, si queremos seguir un camino así tenemos que explorarlo todo y trabajar en ello. Y ya no hablo de la Teracristalización. La nueva mecánica de esta generación me ha encantado. Si bien dependemos de la suerte a la hora de encontrar un Pokémon con un teratipo en concreto, siempre podemos cambiarlo. Eso sí, si queréis llegar a este paso tendréis que farmear durante unas cuantas horas. Y eso teniendo algo de suerte, porque no va a ser fácil llegar a ese punto.
Lo que me ha quedado claro es que a este título todavía la quedaba, como mínimo, un año de trabajo en lo que al apartado técnico respecta. Si bien la historia está bien cubierta, ahora falta algo que atraiga a nivel visual. Por lo menos ya tenemos un camino por el que empezar. No nos encontramos frente a un Espada y Escudo. Tampoco ante un Leyendas Pokémon: Arceus. Es algo más. Un pasito muy pequeño que podría dar un toque nuevo a una saga mítica para todos.
Lo malo
- Gráficos lamentables.
- Caídas de FPS cuando el juego lleva varias horas abierto.
- Bugs inexplicables.
- En general, un apartado gráfico y técnico que no parecen de esta generación.
Lo bueno
- Una historia duradera que nos permite pasar horas sin finalizar el juego.
- La posibilidad de desviarnos y hacer mil cosas.
- Una nueva mecánica muy interesante de cara al competitivo.
- La oportunidad de jugar con nuestros amigos y avanzar en la historia acompañados.
- La jugabilidad.
Trabajo y mimo. Eso es lo único que puedo decir a la hora de pensar en el futuro. En lo que al apartado de jugabilidad ya han encontrado un camino que seguir para los próximos años. Ahora resta dedicarle el mismo esfuerzo a un apartado técnico y gráfico que no ha convencido ni al amante más acérrimo de la saga. ¿Llegará el día en que Pokémon cumpla con todo lo que esperamos o seguirá decayendo con el paso de los años? Preguntas que nos hacemos y cuyas respuestas todavía son una verdadera incógnita.
Más en nuestra sección de Pokémon.