Tanto la OWL (liga de Overwatch) como la Call of Duty League impusieron una ley que lo cambiaba todo. Al igual que otras competiciones en Norteamérica, los dirigentes de ambas ligas decidían imponer un tope salarial y un impuesto de lujo. Otras competiciones como la NBA o la NFL ya tenían estas normas, y la idea era crear algo parecido con las franquicias de estas ligas. Sin embargo, esta decisión podría durar menos de lo esperado.
A principios de julio de este mismo año se hizo oficial que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos estaba investigando estas leyes. Al parecer iban en contra de los sindicatos de jugadores y el poder de negociación de los trabajadores. A pesar de que Activision Blizzard aún no ha confirmado esto, ya existen rumores sobre ello.
El sindicato de jugadores, principal problema de esta ley en la OWL
A pesar de que estos topes se introdujeron para garantizar la integridad competitiva, las organizaciones podrían no estar de acuerdo con esto. Sin esta ley, los jugadores se verían envueltos en una «guerra» de ofertas sin límite alguno, y por tanto los contratos serían aún mayores.
Aunque se intentó llevar a cabo un sindicato de jugadores por parte de dos de los jugadores más importantes de la COD League (Scump y Crimsix), parece que únicamente quedó en una idea. Por ello, el Departamento de Justicia investigó esta ley, y al no existir este sindicato aún, decidió investigarlo. Es por eso que estos sistemas de topes salariales e impuestos de lujo podrían ser abolidos de cara a la siguiente temporada. Aún no hay nada claro, y a pesar de que Kevin Hitt (periodista de Sports Business Journal) ha declarado que se está planeando erradicar estos límites máximos, tendremos que esperar para ver qué sucede.