Siempre han habido comentarios sobre las dudas y los temores que arroja el mundo de los esports, tanto en España como en todo el mundo: su volatilidad, su público quizás demasiado de nicho, el hecho de no dar beneficios al menos a corto plazo, una falta de garantías, etc.
Curiosamente, las cifras que presenta este sector son dispares dependiendo del punto de vista y el enfoque. Las pruebas aportadas por marcas, equipos, y competiciones en cuanto a ingresos no paran de crecer (sobre todo tras el confinamiento) y también en audiencias. También en patrocinadores, pero luego observamos que está en el top ten en deportes globales en cuanto a contratos.
Publica el diario Expansión que que, para poder consolidar la ruta de la industria, LVP, la mayor organización en esports de habla española, lanza un plan para impulsar los deportes electrónicos en España, basado en un plan a largo plazo en los inversores para crear confianza alrededor del sector.
Para lograrlo, quieren establecer un nuevo modelo a largo plazo con los principales nombres del sector para avanzar hacia la cada vez más profesionalización de la escena. Cuenta con el apoyo de actores de relevancia en España como Vodafone Giants y Movistar Riders, y se trata de la cesión de un paquete de licencias de exclusividad, buscando el crecimiento de equipos, competiciones, e ingresos.
Concretamente, habrá tres tipos de licencia que concederá LVP: A, B o C. La A se dará de forma indefinida, de cara a futuro del equipo. Se exigirá compromisos de sostenibilidad de la marca, exclusividad y explotación de los servicios compartidos.
La B, con una duración de un año, ofrece lo mismo que la opción A pero con otro modelo de remuneración. Finalmente, la C es por invitación. Además, LVP y equipos compartirán derechos audiovisuales y de imagen, con lo que repercutirá en una mejor repartición de los beneficios a los diferentes actores del sector.
María Carmen Fernández, directoria de innovación y nuevos negocios de Mediapro, se alegra del acuerdo alcanzado: »Faltaba ese plus de añadir estructuras a la gestión, ya que muchos de los inversores piden garantías a medio plazo. Y esto no es algo derivado del auge de los esports ni del confinamiento; de hecho, tras este período hemos alcanzado cifras que no esperábamos hasta dentro de dos años.»