El SoloQ Challenge, la iniciativa de ElMillor, ha sido todo un éxito. Desde el principio hasta el final la competición ha gozado de buena salud en viewers con grandes momentos. También con sus polémicas, pero ese es otro tema aparte.
Lo importante es que la comunidad entera se ha juntado y hemos tenido unas cifras de audiencia de infarto, de esas que ensombrece y oculta a la mayoría de deportes electrónicos de este país. Luego además hemos tenido distintas iniciativas, como los Calvo Games o los torneos con Ibai.
Y siendo sinceros, es bastante triste que ElMillor haya hecho más por hacer crecer a muchos jugadores que sus clubes. Porque la mayoría de los clubes han demostrado ser, hasta ahora, un cero en esa materia. Se dedican más a poner un escudo, un dinero y luego cambiarlos.
Tiene que venir Elm, ese que era tan tóxico, ese con el que Riot no iba a trabajar porque su actitud no sé qué, o que los clubes no iban a hacer nada porque su actitud no sé cuántos, a sentar cátedra de lo que es una buena acción y un buen plan.
Mi conclusión es que existe un mundo donde Influencers y competición pueden apoyarse mutuamente, desde lo más serio hasta lo menos. Sin embargo, y tras diez años, en España seguimos sin usar mucho ese recurso. Y sigo sin entender el motivo.
Ya hay dos ejemplos de que modelos híbridos pueden funcionar. Estamos hablando de Esportmaníacos y de El Chiringo. Sí, se basan en la competición, pero está intrínsecamente relacionado el modelo de influencer, cómo funcionan sus contenidos y sus personajes.
LVP probó al principio de la temporada de CS:GO que un grupo de influencers acabaran el stream justo a la hora de empezar la competición y les hicieran host. Fue un primer paso interesante y que trajo algunas visita. Pero, ¿y en League of Legends? Es como si existiera una barrera invisible. Una barrera que separa un mundo del otro.
Y no sé por qué está.
Para empezar, cuando hablas con varios creadores de contenido de League of Legends -algunos de ellos, muy grandes-, te dicen que es difícil hacer contenido relacionado con la competición. Ya no por el impacto que puedan recibir, sino por lo inaccesible. Es como si no lo pusieran nada fácil.
Pero ya hemos encontrado distintos modelos donde influencers y competición encajan. Un ejemplo muy claro son los vídeo de Manute con Attila. Attila ya era una figura conocida, claro está, pero no tanto. Guilhoto apareciendo en el Chiringo es otro ejemplo. ¿Por qué no se explota más? ¿Buscan los clubes colaboraciones activas? ¿Y las ligas? ¿Y Riot Games?
¿De verdad soy al único al que se le ocurren mil formas de que se den la mano y crezcan los unos con los otros? De verdad que no entiendo nada. Me voy al bar de Mou.
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