Las redes sociales pueden utilizarse para lo mejor, pero también para lo peor. Por ejemplo, para convertirnos en verdaderos fanáticos que descargan su odio sobre otros seres humanos. Durante mucho tiempo lo hemos visto en el fútbol y otros deportes tradicionales. «¡Qué malo es x jugador!» es una de las frases que más llegamos a leer en los días de partido. Eso puede llegar a ser una opinión, compartida por algunos pero que no deberíamos publicar en redes sociales sobre todo si la intención es hacer daño a la persona.
El problema llega cuando esos comentarios van mucho más allá. Y en el sector relacionado con League of Legends se está alcanzando ese punto de, ya no aficionado, sino de fanático. Horas atrás arrancaba la primera jornada de Superliga. Finetwork KOI disputaba su primer partido de la temporada a las 22:00 horas (CET) frente a UCAM Tokiers. Supongo que ya sabéis por dónde van los tiros.
El conjunto de Ibai Llanos cayó ante los de Murcia y, una vez más, todas las culpas fueron directas a Luis Pérez «Koldo«. No fue necesario ni ver el partido para saber que la academia de KOI perdió su encuentro. Y es que ni cinco minutos tardó Koldo en ser tendencia en Twitter. Algo que ya parece tradición en la comunidad de aficionados y que cada vez va a peor. Sino echad un vistazo a Twitter, porque os encontraréis frente a algunos comentarios de absoluto sinvergüenza. Publicaciones enviadas desde el sofá de casa mientras el jugador esta intentándolo todo para sumar esa victoria para rascar un par de interacciones.
Por supuesto que se puede dar una opinión. Decir que el jugador ha errado en ‘x’ o ‘y’ situación o que podría haber contestado algún objetivo en determinada ocasión e incluso, por qué no, destacar que tal vez la derrota haya sido culpa suya por ciertas jugadas. Pero, ¿llegar a compararlo con Hitler? ¿En qué momento hemos llegado a tal punto? ¿Acaso no se dan cuenta estas personas de que lo que hay detrás de la pantalla es un ser humano al que pueden estar hiriendo de verdad? Si lanzar estos comentarios de acoso constante ante un chico de 22 años que está cumpliendo su sueño e intentando dar lo mejor de sí mismo para ganar parece algo normal, hay algo que me he perdido por el camino.
Lo peor es que en muchas ocasiones estas mismas personas son las que escriben que «hay que acabar con el acoso» o que «debemos cuidar la salud mental de todas las personas«. Por supuesto, también nos encontramos ante esa gente que insulta a diestro y siniestro pero que, en cuanto el equipo empieza a ganar o consigue levantar el título se proclaman sus fans incondicionales.
No sé bien qué pensar de todo esto. Lo que tengo claro es que cada día vemos más y más fanáticos que han dejado de aportar su granito de arena a este sector. ¿Queréis apoyar a vuestro equipo? Hacedlo, todo el mundo lo agradecerá. Eso sí, recordad respetar tanto al club como a los jugadores en los malos momentos y, aunque lancéis alguna que otra crítica, evitad que sea un constante acoso como el que está sufriendo Koldo.