Vivimos por y para el espectáculo. El morbo es un aliciente que nos excita y activa tanto como el alcohol en las salas de baile. Quizás por ese mismo motivo, aún en pleno 2021, los futboleros todavía seguimos con grandes expectativas las ruedas de prensa de José Mourinho. Esperamos con ansia una carismática o contundente delcaración, ese «teatro y del bueno» que días después inundará los medios de comunicación deportivos. Si dentro de esta ecuación quitamos al entrenador portugués y lo sustituimos por Jakob Mebdi «YamatoCannon«, el resultado es el mismo.
El técnico sueco se unió a un Fnatic en reconstrucción durante la última pretemporada. Para algunas personas como el periodista José Ángel Mateo «Razablan«, su fichaje había sido más interesante por parte del conjunto naranja, por todo lo que implica su figura. Su carácter delante de cámara, cautivador y efectivo a partes iguales, es similar al de The Special One. YamatoCannon cuenta con una capacidad innata para calar un mensaje concreto a un público determinado. Aunque su identidad ha sido un gran factor a tener en cuenta, su trabajo fuera de la esfera pública es el que ha determinado su incorporación por el club europeo.
El plan de YamatoCannon
“Soy una persona inteligente. Yo sabía que no iba a ir más arriba, la segunda división era mi nivel«. Igual que Mourinho nunca fue un ‘fuera de serie’ dentro del césped, YamatoCannon jamás destacó por ser un gran jugador. Compitió a nivel profesional, principalmente como top, pero le sucedió lo mismo que al portugués: reconoció que su sitio estaba en los banquillos. Por ello, con tan sólo 20 años, en 2015 dio pasó a ser el entrenador de MeetYourMakers, equipo de la por entonces League of Legends Championship Series (LCS) europea. El contexto no era ideal para brillar, pues MYM extorsionó a uno de sus jugadores al principio del Spring Split. Aun así, en la quinta temporada ya pudimos ver tanto por drafts como por personalidad que el técnico apuntaba maneras.
Aquellas cualidades las confirmó un año después. El sueco hizo que Splyce llegara los Worlds de 2016 tras casi descender en primavera. La clave fue darle identidad a un jovencísimo quinteto con talento, con jugadores como Martin Hansen «Wunder» o Mihael Mehle «Mikyx» en sus filas. Se proclamó el mejor entrenador de la temporada más joven de la historia gracias a la construcción de un estilo basado en tener la calle superior como lado fuerte de la Grieta. La gesta la repitió en 2018 con Team Vitality. En medio de un metajuego en pleno proceso de cambio, hizo que el conjunto francés se abrazara en la agresividad para llegar a la cita mundialista. Amadeu Carvalho «Attila» todavía recuerda cómo ganó al Royal Never Give Up de Jian Zi-Hao «Uzi«, gran favorito del torneo.
La virtud de YamatoCannon es la misma que la de Mourinho: aprovechar las virtudes de los jugadores a su disposición. Parafraseando a Fernando González, Yamato ni revolucionó ni reconstruyó ninguno de los equipos, ya que igual que The Special One en el Tottenham, «tenía casi todo lo que necesitaba«. La contrapartida de tener un plan -o una metodología- tan definido es que puede llegar a estancarse, como ya le sucedió tanto en Splyce en 2017 como en Vitality en 2018. A diferencia del portugués, al técnico de Fnatic todavía le queda ganar un título para elevar todavía más su estatus, pero ambos conocen el fracaso.
Un cambio que trascienda de la Grieta del Invocador
En lo que se refiere a la situación de Fnatic, a primera vista parece que Yamato ha hecho el mismo trabajo que hasta ahora. El conjunto europeo cuenta con un jungla que brilla con recursos, un medio mucho más hábil sin ellos y dos jugadores que no tienen miramientos a la hora de iniciar. Por lo que hemos podido apreciar en el primer tramo de la League of Legends European Champonship (LEC) de 2021, ahora las llaves del equipo las tiene Gabriël Rau «Bwipo«. Aun así, tanto el top como su querido Zdravets Iliev Galabov «Hylissang» mantienen su icónico carácter agresivo. El conjunto naranja no ha cambiado en exceso, simplemente ha reforzado sus virtudes ya existentes.
Sin embargo, por los acontecimientos vividos en los últimos meses, Fnatic necesita el carisma de YamatoCannon. La marcha de Martin Larsson «Rekkles» supuso un golpe muy duro para la organización, ya que su nuevo hogar pasó a ser G2 Esports. Es aquí donde el carácter del sueco entra en juego, porque su obligación ya no sólo es hacer que su equipo juegue bien, si no dotarle de una personalidad. Hacer que el club supere la salida de su estrella y llamar a la puerta de sus archirrivales. Dar un golpe en la mesa, como Mourinho hizo ante el FC Barcelona de Pep Guardiola en 2011, que por entonces se sentía invencible. Los samuráis han dominado Europa en los últimos dos años y Yamato es el encargado de orquestrar el asalto al trono.
Para la suerte de Fnatic, este aspecto que trasciende de la Grieta del Invocador lo tiene más que asegurado. Al fin y al cabo, es alguien que tras caer a última hora en los Worlds de 2018 dio la cara con un discurso de motivación. Hablamos del primer y único entrenador que ha dirigido un equipo coreano, porque como bien escribió el periodista Fernando Cardenete, tenía «poco que perder a cambio de hacer historia«. Ni sus excéntricos outfits a base de capas que vestía en las retransmisiones de la LEC ni su talante delante de las cámaras deben despistarnos. YamatoCannon es el Special One del League of Legends europeo y es la persona adecuada para reanimar a un club con el orgullo dolido.