Xerath: De esclavo a la perdición de Shurima (Universo LoL)
O cómo destruyó el mayor imperio en solo unos segundos
LAS CLAVES DE LA NOTICIA
El lore (o universo) de League of Legends (LoL) nunca para de crecer por lo que puede ser bastante difícil de seguir. Para evitarlo os estamos intentando acerca un poco más al Universo del juego con esta serie de artículos. Siguiendo con la estela de Shurima de las anteriores ediciones en el día de hoy os traemos la historia de Xerath.
Historia de Xerath
Os hicimos un poco de spoiler cuando hablamos de Shurima pero la relación de Azir y Xerath es clave para entender lo que ocurrió con el gran Imperio del Desierto.
Un esclavo rescatado por Azir
Xerath nació siendo un esclavo sin nombre, una condición que juró desterrar de su identidad. Sus padres le dieron un extenso conocimiento de letras y números que cambió su destino para siempre ya que pudo entrar como aprendiz de un reconocido arquitecto.
Este quedó sorprendido por su conocimiento y lo mandaba diariamente a la Gran Biblioteca de Nasus. En uno de esos viajes conoció a Azir, el hijo odiado del emperador, y lo ayudó a descifrar un texto. Un acto que hizo que se convirtiesen en amigos.
Azir le otorgó un nombre y lo convirtió rápidamente en su sirviente personal. La pasión de ambos por el conocimiento hizo que llegase un punto en el que se considerasen como hermanos. Aun así, Xerath ansiaba su liberación.
Al mismo tiempo, una serie de catastróficas desdichas hicieron a Azir el único heredero de Shurima. Una situación delicadísima que solo hizo que confiase y dependiesen aún más de Xerath.
Poco a poco esto hizo crecer aún más el ansia de Xerath por saber más y más. Aprendió conocimientos olvidados y magias muy cuestionables que lo ayudaron a mantener la posición de Azir dentro de la corte shurimeña. Todo ello sin saberlo su amo y justificándolo que lo hacía por su bien. Incluso consiguió que Azir heredase por fin el trono.
De amistad al odio
No obstante, la libertad no llegó cuando Azir se proclamó Emperador. Xerath se sintió traicionado y muy pronto empezó a nacer en él un sentimiento de odio e ira. Ahora lo único que buscaba era terminar con Azir para quedarse con Shurima.
El todavía esclavo convenció a su amo para que se sometiese al rito sagrado de la Ascensión aunque lo que realmente planeaba era quitar a Azir para ascender él. Para ello mandó a una misión fuera de Shurima a Renekton y Nasus e hizo que todo aquel sacerdote que se opusiese terminase torturado por orden de Azir.
Sin embargo ocurrió algo que Xerath no esperaba. Tanto él como el resto de los esclavos de Shurima quedaban relegados de su condición. Al mismo tiempo, lo proclamó como su hermano eterno.
A pesar de conseguirlo, ya era demasiado tarde. Desató todo su poder e hizo que Azir se saliese de la zona del ritual convirtiéndose en ceniza. Xerath ocupó su puesto pero el ritual no estaba preparado para él. Los rayos del Sol crearon una gran explosión que dejó sepultada durante milenios a Shurima.
Mientras la ciudad ardía retuvo a los sacerdotes para que siguiesen con el ritual que tuvo como resultado la creación de un ser con un poder descomunal. Ni siquiera le importó dejar de ser humano y convertirse en un vórtice de poder.
La ambición desmedida de Xerath
Renekton y Nasus cuando llegaron intentaron encerrarlo en un sarcófago mágico pero Xerath se zafó de él aunque su cuerpo se quedó con trozos del objeto. Tras una lucha interminable solo pudieron pararlo al encerrarlo en la Tumba de los Emperadores. Pero el precio fue muy alto. Renekton se quedó como su guardián.
Durante siglos ambos se quedaron en la oscuridad. Una situación idónea que Xerath aprovechó para comerle la cabeza a Renekton y ponerlo en contra de Nasus. Incluso le hizo creer que lo había traicionado. Cuando la puñalada trapera de Cassiopeia a Sivir abrió la Tumba ambos quedaron liberados. Renekton no tardó en ir a buscar a Nasus mientras que Xerath vio que Azir también había renacido.
Desde entonces Xerath ha perpetrado al corazón del desierto buscando la manera de acabar con el que una vez fue su amo y amigo.