Desde el momento en el que se supo que los equipos de Vietnam declinaban participar en Worlds, corrió la pólvora y la tinta. Diferentes puntos de vista y diferentes opiniones que, con pros y contras cada uno, no parecían convencer en su mayoría.
Pese a ello, Riot pronto despejó las dudas sobre el tema. Grupos reducidos es la solución que han estimado para equiparar las tornas. ¿Han acertado? Seguramente, desde el punto de vista competitivo, e incluso el de la propia audiencia al querer ver a cuantos mejores equipos mejor en un mismo torneo, quizás no. Porque el rumor que más rápido se expandió por los medios, alentado por Travis Gafford en ‘Hotline League’, fue el de que la LCS (y probablemente la LCK) mandarían un seed 4 a Worlds.
¿Una plaza más para la LCK y la LCS?
Por supuesto, lo primero que hizo la gente fue pensar en Cloud 9 y en T1, aunque estos últimos aún pueden lograrlo a través del Gauntlet. Posiblemente, a nivel competitivo, sería una fácil solución: los seed 3 de dichas regiones avanzan a Main Stage, y los seed 4 van a Play-In. De esta manera te aseguras dos equipos más de dos regiones »mayores», y el nivel aumenta. Aunque pronto se le empezaron a ver grietas a esa hipótesis.
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— LoL Esports (@lolesports) September 1, 2020
Mucha gente ensalzó la idea que se busca en Worlds de dar un espacio a las regiones emergentes y a las wildcard, que de esta manera perderían peso. Además, se perdería la exclusividad que se han ganado, por rendimiento, la LPL y la LEC al gozar de una plaza más por méritos deportivos. Tampoco es que el formato decidido haya agradado a todos, pues muchos creen que se pierde emoción con la eliminación del doble round robin, cosa que evitaría desempates con equipos del mismo grupo con idéntico resultado.
Al final, y en unas circustancias muy especiales, el formato ayudará a que la primera fase se desarrolle de manera más rápida, y el evento principal sufra las menos consecuencias posibles. Todo sea por unos mundiales con espectáculo, igualdad, y que respeten la esencia del torneo.