El 4 de noviembre de 2017 el mundo entero se paró. Bajo la atenta mirada de 80.000 espectadores Lee Sang-hyeok «Faker» no se pudo contener. T1, por entonces SK Telecom T1, perdió por un contundente 3-0 las finales de los Campeonatos Mundiales contra Samsung Galaxy. Por primera vez en su historia los tricampeones mundiales perdían una serie al mejor de cinco en el torneo más internacional de League of Legends, algo que dolió a un competidor nato como el rey demonio. Lejos de mostrar su frialdad habitual, el coreano destapó su lado más humano a base de unas lágrimas que sabían a impotencia.
Un mundial a contracorriente
T1 llegó a los Worlds de 2017 a contracorriente. El considerado mejor club de la historia de League of Legends perdió las finales de la League of Legends Championship Korea (LCK) por 3-1 contra Longzhu Gaming. A pesar de que Kim Jong-in «PraY» y Kang Beom-hyun «GorillA» les arrebataron título de campeones nacionales, Faker y compañía ya estaban clasificados para los mundiales. En el escenario internacional la situación no cambió, ya que a pesar de quedar primeros en su respectivo grupo, los miembros del conocido SKT tuvieron que ir a remolque contra clubes como EDward Gaming.
En los cuartos de final la organización ya sufrió un primer susto. Misfits Gaming forzó a los tricampeones mundiales el quinto mapa, algo que a priori parecía imposible al tratarse de un equipo europeo. En plena hegemonía coreana la organización tambaleaba, algo que no creaba las mejores señales. Un ajustado 3-2 sirvió al conjunto de la LCK para avanzar hacia las semifinales, donde recibieron el segundo aviso. Royal Never Give Up estuvo a un mapa de dejar fuera de la final a T1, algo que hubiera supuesto que por primera vez en su carrera Jian Zi-Hao «Uzi» habría ganado en una serie a Faker. Para evitarlo el rey demonio desató todo su potencial a base de cinco partidas con Galio para liderar a su equipo hacia la que sería su cuarta Copa del Invocador.
El choque de realidad para Faker
Sin embargo, el choque de realidad llegó en la gran final disputada en el Estadio Nacional de Pekín. La final de los Campeonatos Mundiales de 2017 volvía a ser entre T1 y Samsung Galaxy. Los subcampeones del mundial de la sexta temporada deseaban venganza y la sirvieron en un plato muy frío. Samsung fue enormemente superior a su rival gracias a una gran demostración de juego estratégico.
El equipo dominaba a la perfección cómo jugar alrededor de Park Jae-hyuk «Ruler«, algo esencial en un metajuego en el que el Incensario Ardiente era el objeto más importante del momento. Kang Chan-yong «Ambition» era la voz y el líder de aquel conjunto gracias a sus iniciaciones, que de la mano de un pletórico Lee Seong-jin «CuVee» anuló todo el margen de maniobra de Heo Seung-hoon «Huni» y Kang Sun-gu «Blank«. Estos factores, sumados al pobre rendimiento de los miembros de SKT a excepción de Faker, acabaron en un 3-0 a favor de Samsung Galaxy. Por primera vez en su carrera el mejor jugador de la historia de League of Legends perdió una serie en el escenario internacional.
Mostrar su mejor rendimiento individual, algo declarado por su propio exentrenador Kim Jung-Gyun «kkOma», no fue suficiente para evitar el arco de redención de Ambition, Lee Min-ho «Crown» y la venganza de todo Samsung. Por ello, el coreano no pudo evitar destaparse. Acostumbrados a su fría y calculadora imagen, Faker no contuvo las lágrimas. Lloró prolongadamente por el dolor que le produjo perder y paralizó a todos los seguidores de los deportes electrónicos. Dicen que «el diablo sabe más por viejo que por diablo», y el problema del rey demonio era que hasta el momento no conocía la derrota en el escenario internacional.