Los Worlds de 2017 de League of Legends fue una edición que los aficionados de Europa y Norteamérica preferirían olvidar. Los equipos de ambas regiones no fueron capaces de avanzar más allá de los cuartos de final.
Worlds 2017: El fracaso de Occidente
La fase de grupos fue el primer paso para el gran desastre de Occidente, sobre todo para Norteamérica. NA se quedó sin la mayor parte de sus representantes cuando TSM e Immortals no fueron capaces de conseguir su pase para los cuartos de final. Mismo destino que sufrió G2 Esports para el lado europeo.
Además, Europa se comió aún más las uñas viendo como Fnatic casi no consigue pasar a cuartos de final. El equipo liderado por el mítico Martin «Rekkles» Larsson consiguió lo que ningún equipo hasta esa fecha había podido hacer: remontar un 0-3. El club comenzó la competición con un 0-4 en su primera semana, pero consiguió forzar un triple empate del que salió victorioso.
No obstante, en la fase de grupos parecía que Misfits conseguiría la épica y destronaría a T1 (por aquel entonces SKT) de la carrera por la Copa del Invocador. El equipo de los conejos nos hizo soñar cuando consiguió poner el 2-1 en el marcador con la Leona con Fervor de Lee «IgNar» Dong-geun.
Aun así, Lee «Faker» Sang-hyeok todavía tenía que derramar las lágrimas en la gran final contra Samsung Galaxy, y consiguió remontar la serie al club europeo con un 3-2.
Fnatic no tuvo tanta suerte contra Royal Never Give Up, y terminó sucumbiendo ante el gigante chino 2-1. Fue justo en esa serie en la que Rekkles terminó en su silla decepcionado tras la derrota. Misma pose que muchos aficionados tenían también en ese momento.
La única esperanza que le quedaba a Occidente en ese momento era Cloud9. El club estadounidense sacó las garras y aguantó hasta un quinto mapa contra el conjunto chino de Team WE.
El representante norteamericano parecía que tenía todo a su favor, pero a partir del tercer mapa el encuentro se les escapó rápidamente de las manos. A pesar de sus esfuerzos por llegar a las semifinales, nada pudieron hacer contra la furia china.
A pesar que la semifinales tuvieron sabor asiático, la gran final puso cara a cara a dos de los mejores equipos coreanos hasta la fecha.