Descalabro de Team Liquid este split, que se queda fuera de playoffs tras una temporada que empezó con muy malas senscaciones.
El cambio de Broxah por Xmithie, el tiempo que tardó el jungla en incorporarse, y el bajo rendimiento de jugadores clave han mermado un roster destinado a campeonar. Las consecuencias en verano se antojan necesarias.
Crónica de un desastre anunciado
Que las cosas no empezaron de la mejor manera es un hecho. Broxah, flamante fichaje para la nueva temporada, llegaba al equipo para mejorar el puesto de Xmithie. El veterano jungla fue uno de los señalados por el mal resultado en Worlds, y Team Liquid apostó por el ex de Fnatic.
Broxah no debutó hasta mediados del split por temas de visado. Jugó Shernfire, jungla del academy que no tardó en demostrar que la LCS le quedaba grande. Ni a nivel mecánico ni vocalmente ofreció lo que necesitaba un equipo huérfano de un líder dentro de la partida como lo era Xmithie.
Otro punto ha sido el bajón de rendimiento; Jensen, CoreJJ, y sobretodo Doublelift han mostrado un nivel bajísimo por lo que se espera de ellos. De hecho, el tirador fue suplente algunas jornadas al valorar el descansar este split por falta de motivación.
Verano movido en Team Liquid
Se avecinan turbulencias. Desde su fracaso en Worlds el equipo parece hundido. No han encontrado el equilibrio con Broxah, aunque es poco probable que el danés salga del roster.
Quien tiene el foco encima es Jensen. Se ha mostrado muy dependiente del vaivén del equipo, y sin la solidez con la que campeonó en 2019. Sonó como transferible este verano al rumorearse varias ofertas sobre la mesa, aunque finalmente se quedó.
Y luego está Steve Arhancet, co-CEO del equipo al que ya conocemos por no temblarle el pulso a la hora de invertir grandes cantidades para asegurarse el mejor equipo de la región cada split, porque Team Liquid y playoffs deben ir siempre ligados. Veremos por donde van los tiros.
Más notícias: Vulcan no se corta al hablar de Jiizuke