T1, el gigante coreano que nunca sangra
LAS CLAVES DE LA NOTICIA
SK Telecom T1, ahora T1, siempre será el club con más éxito en el League of Legends. Pasan los años y, aunque han aparecido grandes aspirantes, ninguno ha terminado por conseguir lo que ellos en su momento. Tenemos el Samsung Galaxy que les ganó en las finales del Mundial de 2017, el Invictus Gaming de 2018-2019 y ahora FunPlus Phoenix o algún otro equipo de la LPL que lo está rompiendo tanto.
La dinastía de SKT parece quedarnos lejana. El año pasado, no consiguieron llegar ni a las finales del MSI ni a las de los Mundiales. Cayeron en semifinales, pero, aun así, sigue siendo un resultado a tener en cuenta. No es algo que muchos hayan conseguido igualmente.
Aunque su peso en el escenario internacional no sea tan alto como antes, hay un lugar en el que T1 sigue siendo temido. En su casa, en la LCK, siguen cosechando éxitos y hace unas semanas levantaron el título por novena vez. Los aires de dominación siguen corriendo por sus venas y no pararán hasta que todos se rindan. Porque así es T1, el gigante coreano que nunca sangra ni muestra misericordia.
La mirada de la decepción
Si el T1 de 2019 era el “Equipo de Ensueño”, el de este año era el de “2018 v2.0”. Cuando se anunciaron las nuevas caras del equipo, la comunidad explotó llena de decepción. Que si dónde estaba TheShy, que si por qué habían dejado ir a Clid, que cómo no habían podido mantener a kkOma, que por qué tanto novato… Y sí, aunque sean reacciones muy negativas, no son para nada sorprendentes. T1 es EL equipo, no se le permite ni un solo fallo y siempre tienen que jugar al 150% porque, si no, no son nada. La comunidad mide con lupa cada una de sus jugadas, sobre todo las de Lee “Faker” Sang-hyeok, que parece que no puede fallar ni un súbdito sin que digan que está “acabado”.
No muchos confiaban en el potencial de la alineación y ni siquiera le dieron un voto de confianza. Ni siquiera Kim Jeong-soo, entrenador jefe de T1, creía tanto en ellos. Durante una entrevista en la KeSPA Cup, comentó que dados los resultados en las scrims, no creía que el equipo fuera candidato al título y que tenían un plan a largo plazo –algo obvio con todos los trainees que subieron–. Kim siempre ha sido muy claro y crítico a la hora de hablar sobre el nivel del equipo, no parece dejar que los jugadores se conformen.
Este año, el rival a batir era Gen.G Esports, y a T1 y a Kim «Canna» Chang-dong les tocó debutar contra ellos en la KeSPA Cup. GenG había mostrado un estilo muy agresivo en el torneo y la sinergia medio/jungla entre Kim “Clid” Tae-min y Gwak «Bdd» Bo-seong parecía ser excepcional. Se pensaba que T1 caería abatido e indefenso a sus pies, pero no, fue GenG el que cayó 2-1 ante ellos y ante un Canna al que ya se le veían toques de calidad.
Pero la KeSPA Cup es la KeSPA Cup, es un torneo pre-temporada y las cosas pueden cambiar mucho una vez empieza la temporada. La prueba de fuego todavía no había llegado y las dudas seguían.
La hora de la verdad
En la primera vuelta de la temporada regular, T1 tuvo que enfrentarse seguido a GenG y a DragonX. GenG iba primero en la clasificación y mantenían un estilo parecido al mostrado en la KeSPA y dependían del dúo medio/jungla. Y, vaya, sorpresa de nuevo, T1 le volvió a ganar 2-1, al igual que ganó 2-1 a DragonX en la serie siguiente. Pero, aun así, la gente seguía dudando de ellos y se criticaba sobre todo a Moon “Cuzz” U-chan, jungla del equipo, y a su pasividad en el juego temprano. Críticas no muy alejadas de la realidad, ya que el veterano se dedicaba a limpiar su jungla y aparecer en las peleas en equipo finales, las cuales, todo hay que decirlo, jugaba bien.
Sin embargo, según ha comentado el jugador en alguna entrevista, no jugaba así porque quisiera, era más por amoldarse al estilo del equipo y por seguir los planes de partida que le asignaban.
Se hicieron un 7-2 en ambas vueltas en la temporada regular. En la segunda tras el parón debido al COVID-19, ganaron 2-1 a GenG que bien podría haber sido un 2-0 si no hubiese sido por el gran campeón que es Aphelios en las manos de Park “Ruler” Jae-hyuk, y ganaron 2-0 a DragonX sin muchos problemas. Pero, aun así, seguían las dudas en el aire. Una buena temporada regular no siempre se traduce a unos buenos play-offs.
El camino hacia la victoria
Pero si hay algo que se le da bien a T1, eso son los mejores de cinco. Son como su hábitat natural; y esta vez no iba a ser la excepción a la norma.
T1, GenG y DragonX quedaron empatados en la primera posición, pero, por diferencia en mapas, GenG fue el que tuvo la suerte, o la desgracia, de clasificarse directamente a la final. T1 empezó los play-offs desde las semifinales contra DragonX.
Aunque la serie contra DragonX estuvo mucho más reñida de lo que un 3-1 pueda reflejar, T1 consiguió adaptarse bien y llevarse la victoria. Capitalizaron los errores de sus rivales y Canna simplemente pasó por encima de su Choi «Doran» Hyeon-joon. El top novato al que todos criticaron al principio jugó la serie como si fuera un veterano más. Mostró nervios de acero y consiguió algún que otro asesinato en solitario.
Y llegaron por fin las finales. Tras una entrevista de Choi «Edgar» Woo-beom, entrenador jefe de GenG, en la que aseguraba que ganarían a T1 porque no era indestructible, perdieron 3-0 bastante fácil y rápido. Clid y Bdd, el dúo de ensueño, no mostraron el nivel que se esperaba de ellos y un Cuzz magistral fue capaz de denegar durante toda la serie a su rival en jungla. Gracias a esto, el jugador se llevó un MVP de la final. Podemos hablar sobre si GenG chokeó o no, pero lo que queda claro es que T1 les ahogó como un tsunami.
Todo de cara para un futuro brillante
Puede que el plan de T1 no sea tan a corto plazo como con la alineación del año pasado ya que Kim tiene un plan de cara al futuro y busca desarrollar talento.
El estilo de la LCK está obsoleto y esto es algo que el entrenador sabe. No funciona y, por ello, está estudiando a los equipos de la LPL y buscando varias formas y estrategias de ganar. Para él, cuesta mucho cambiar de estilo y no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. Por el momento, no parece haberlo conseguido del todo ya que el equipo sigue jugando a ese estilo calmado coreano y veremos lo que depara el futuro en el escenario internacional a esta alienación. Quizá a Faker le quede mucho más camino a recorrer de lo que él cree para demostrar que su liga es la mejor del mundo.
Mientras tanto, T1 sigue siendo el problema a solucionar para todos los equipos que aspiran a ganar el título en la LCK. No importan las bajas expectativas, no importan los jugadores nuevos que entren, no importa que sean novatos, veteranos o con mala reputación, el gigante coreano seguirá reinando desde su trono de oro y seguirá defendiendo su corona con la cabeza bien alta.