Sencux: un danés inusual
Pese a que parezca mentira, los esports no se alejan de algunos de los clichés de los deportes tradicionales. Igual que ser brasileño implica tener destreza con el balón en los pies, ser danés acarrea tener habilidad con el teclado y el ratón. En League of Legends, dicha nacionalidad conlleva un peso extra cuando se trata de la calle central. La lista de jugadores con dichos requisitos es larga: Søren «Bjergsen» Bjerg, Henrik «Froggen» Hansen, Rasmus «Caps» Winther, Nicolaj «Jensen» Jensen… Todos ellos pertenecientes a la élite.
Dinamarca, incansada de crear talentos a escala internacional, ofreció otro futurible para ser un dominador de la línea del medio: Chres «Sencux» Laursen. Sin embargo, el destino no se ha portado bien con el europeo. La inseguridad de jugar en el gran escenario ha marcado la decadencia de un talento ahora incompleto. Aunque todavía lejos de su mejor versión, actualmente el medio aún ofrece en Rogue destellos de lo que un día llegó a ser.
Sencux llegó a la LCS europea como principal reclamo de Splyce. Tenía todas las características necesarias para ser el nuevo gran caramelo de la calle central: era sólido, agresivo y tenía una clara preferencia por los asesinos. Lo importante no solo era por lo que destacaba, sino a la edad a la que lo hizo. Con tan solo 16 años el danés ya peleaba en la Challenger Series con Reason Gaming en la cuarta temporada.
Como podía llegar a ser previsible, muchos clubs quisieron hacerse con su ficha después de demostrar que poseía talento. No obstante, su juventud era un impedimento. No tenía la edad suficiente permitida por el reglamento de Riot Games para poder competir en el máximo nivel. Por lo tanto, el medio tuvo que permanecer un año más en la Challenger Series. Finalmente, bajo el estandarte de Dignitas EU, el jugador de Rogue ascendió a la LCS europea a finales de 2015.
Sencux consiguió alcanzar a la élite en 2016 como un joven brillante, un diamante en bruto pendiente de pulir. Sin embargo, a diferencia de alguno de sus compatriotas, el danés no tuvo rendimiento inmediato. El primer Spring Split en la liga europea fue su periodo de adaptación, una fase adversa para el danés y Splyce. El nivel de la LCS se distanciaba mucho del de la Challenger Series y ganar la línea, algo a lo que estaba acostumbrado, ya no era tan sencillo. Era excesivamente fácil castigarle con emboscadas por su falta de control del jungla rival y su nula lectura del mapa. También era muy lento siguiendo las rotaciones del rival.
Pese a salvar el puesto de Splyce en la LCS en el torneo de promoción a la temporada de verano, los cambios eran necesarios. Su condición de rookie le pesó mucho. Tanto a nivel mecánico como moral. «A veces en línea podría haber hecho más de lo que hice» declaraba el jugador a Kelsey Moser. Las cosas cambiaron con la entrada de Jakob «YamatoCannon» Mebdi, responsable de la metamorfosis del conjunto. Además de adquirir conocimientos de macrogame, el técnico sueco brindó una nueva visión al danés de su rol.
El proceso de transformación de su estilo de juego llegó condicionado por el que era su principal abanico de campeones: Ahri, Zed y LeBlanc. Además de necesitar conocimientos elevaos de macrogame, en la LCS ya era necesario saber distinguir cuándo ser agresivo. Al mismo tiempo, como profesional tuvo que aprender a reconocer que no siempre se podía jugar alrededor de la calle central. En el momento en el que Sencux comprendió cómo tener impacto en la partida fuera de la fase de líneas, Splyce subió descaradamente su nivel.
El medio era consciente de que ya no podía ganar todas las líneas. Por lo tanto, revirtió toda la agresividad en conocimientos sobre los enfrentamientos entre campeones. Algo que sirvió para redescubrir la nueva virtud del danés: la explotación de sus ventajas en las calles laterales. Todo Splyce ganó con esta reconversión. Martin «Wunder» Hansen y Kasper «Kobbe» Kobberup pasaron a ser los principales captadores de oro. En la jungla Jonas «Kold» Andersen ya no estaba forzado a jugar un estilo invasivo. Además, los flanqueos de Sencux acomodaban a Mihael «Mikyx» Mehle para que él pudiera crear iniciaciones, su especialidad.
En toda esta reconversión incluso el propio Sencux salió beneficiado. Sí, es cierto que sus resultados dependían más de sus compañeros. Sin embargo, aunque ganar la línea ya no fuera una prioridad, su naturaleza seguía intacta. El uso de asesinos aún era viable para el danés, llegando a explotar campeones como Kassadin. Junto al un aumento importante del abanico de personajes basado en el escalado, Splyce y Sencux consiguieron llegar a los Campeonatos Mundiales de la sexta temporada.
Al fin Sencux se había postulado en la mira internacional como uno de los mejores medios del momento de Europa. Además, el dichoso periodo de adaptación que otros jugadores como Jensen sufrieron ya había pasado. Por lo tanto, lo lógico hubiera sido que el danés triunfase, continuando así la tónica de sus compatriotas. No obstante, una vez jugados los mundiales es cuando su carrera dio un giro inusual.
Todo el progreso obtenido a lo largo del verano de 2016 se revirtió a partir de la séptima temporada. Primero en su segunda temporada como jugador de Splyce. El medio redujo su abanico de campeones y pasó a depender de personajes más concretos como Corki. Con la presión añadida de repetir la misma hazaña que la anterior temporada, Sencux bajó su nivel. El danés no consiguió objetivo de su equipo y falló a nivel personal.
Y aunque Misfits Gaming confió en él para afrontar 2018, la situación del medio no mejoró. Además de llegar en un momento no tan bueno de su carrera, tenía la difícil tarea de substituir a Tristan «PowerOfEvil» Schrage. Una reto de gran dificultad especial tras unos mundiales en los que la organización casi eliminó a SK Telecom T1 en los cuartos de final. El propio Sencux lo reconocía para Dot Esports: «Hay cierta presión por sustituir a PoE«. Sin embargo, de poco le sirvió al danés reconocer la presión ya que cedió ante ella.
Incapaz de solucionar su dependencia con campeones de escalado, perdiendo líneas. Así fue como Sencux acabó una temporada para el olvido con Misfits. Un año en el que, además de fallar una vez más en su camino hacia los Campeonatos Mundiales, perdió definitivamente crédito ante la audiencia europea. Y con más sombras que luces, el danés abandonó la entidad inglesa en búsqueda de un puesto en la nueva etapa del League of Legends europeo.
Con la reconversión de la liga europea en un sistema de franquicias, Sencux se encontraba en una situación difícil. Pero finalmente tras un mercado de fichajes convulso, Rogue fue el que definitivamente apostó por el danés. La nueva organización de la League of Legends European Championship (LEC) decidió hacerse con los servicios del medio a pesar de su mala temporada en Misfits. Aunque no todo está asegurado para el exjugador de Splyce, ya que el club también acordó la incorporación de Emil «Larssen» Larsson en su academia para que pasara a la titularidad en verano.
Por ello Sencux aún se encuentra en una situación complicada. No obstante, a diferencia de sus anteriores malas etapas, no tiene nada que ver. Es por eso que el danés ha vuelto en parte a una de sus versiones más primarias. Sí, sigue jugando magos de control en relación al metajuego, como por ejemplo Lissandra. Pero Rogue no ha dudado en darle asesinos, el tipo de campeones con el que destacó en sus inicios. E incluso personajes diferentes y difíciles de llevar como Riven, un hecho que tiene especial mérito cuando se trata de llevarlo ante Rasmus «Caps» Winther y G2 Esports.
Y lo cierto es que apesar de que aún persisten errores importantes como sobreextensiones, Sencux no lo ha hecho tan mal como se presuponía. Sigue sin ventajas de súbditos, no gana la línea, pero tampoco la pierde descaradamente. Además, todos los personajes que Rogue le brindó se benefician de un buen posicionamiento en las peleas. Con ellos el medio ha sido capaz de crear jugadas que, como si de un espejismo se tratara, hacían recordar su mejor época.
Tanto el danés como la organización saben a lo que van en la LEC. En términos de resultados no tienen nada que perder, porque el público no espera nada excesivamente importante por su parte. Pero hay un orgullo que defender. Y en el caso de Sencux, una carrera que resucitar. Una trayectoria que en este posible último tramo final intenta emitir destellos del talento que un día llegó a existir.
Foto de cabecera propiedad de Riot Games