Este martes 24 de enero a las 20:00 horas (CET) deberíamos tener con nosotros las notas oficiales del parche 13.2 de League of Legends y Teamfight Tactics. Sin embargo, una serie de problemas podrían haber obligado a Riot Games a retrasar su lanzamiento. El motivo principal es un ciberataque a los servidores de la compañía. Desde Riot han pedido tranquilidad a sus jugadores, sobre todo porque no se ha filtrado ningún tipo de información privada.
En un comunicado, Riot Games confirma que a principios de esta semana sus sistemas se vieron comprometidos tras un ataque cibernético. «Por el momento podéis estar tranquilos porque no parece que hayan conseguido ningún tipo de información personal de los jugadores«, afirman. No obstante, esto les ha llevado a tener que parar su trabajo en otros campos para centrarse en la seguridad de la compañía. «Esto podría afectar a nuestra próxima cadencia de parches en varios títulos», continuaron.
Earlier this week, systems in our development environment were compromised via a social engineering attack. We don’t have all the answers right now, but we wanted to communicate early and let you know there is no indication that player data or personal information was obtained.
— Riot Games (@riotgames) January 20, 2023
Riot sufre un ciberataque en sus sistemas
Por el momento no hay una información oficial sobre el posible lanzamiento de las nuevas versiones. Lo que está claro es que se viene un posible retraso en la presentación e implementación de las actualizaciones, sobre todo tras escuchar ciertos comentarios de algunos rioters. Parece que algunas partes de las nuevas versiones se lanzarán como hotfix mientras que otras se retrasarán hasta que Riot Games pueda garantizar la seguridad de todos sus videojuegos.
Según Andrei van Roon «Riot Meddler«, Head of League Studio, este problema podría afectar al lanzamiento del rework visual de Ahri. Esto quiere decir que tal vez tengamos que esperar a la implementación del parte 13.3., la cual llegará el próximo 8 de febrero. La mayoría de cambios entrarán con la versión actual sin mayor complicación, mientras que aquellas que no puedan implementar se añadirán mediante pequeños hotfix.
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