El MSI y su sabor agridulce para Corea del Sur
El país asiático acogerá por primera vez en su historia un torneo que le ha conllevado tantos altibajos como en la propia ciudad en la que lo celebrará
LAS CLAVES DE LA NOTICIA
La experiencia de Corea del Sur en relación a los deportes electrónicos habla por sí sola. Desde el 2000 es una de las principales potencias del sector tras un efectivo plan de regularización y promoción de la industria. Sin embargo, a pesar de haber dejado huella en la historia de League of Legends, la República de Corea todavía no conocía en primera persona el Mid-Season Invitational (MSI). El país asiático acogerá por primera vez en su historia un torneo que tiene un sabor agridulce para su región.
Para revivir la última victoria de un equipo surcoreano en el campeonato hay que remontarse a 2017. T1 ganó en ese año el último MSI para la League of Legends Championship Korea (LCK), cuya hegemonía internacional pasó a un punto y final tras el fin de dicho año con la excepción de los Worlds de 2020. La competición se disputará en Busan, una ciudad que ha vivido momentos extremadamente felices y desagradables para la misma región. Por lo tanto, el torneo tiene en 2022 una gran carga histórica cargada a las espaldas de Corea del Sur.
El primer aviso de la LPL en el MSI
La historia de Corea del Sur con el MSI tiene semejanzas con la de Worlds debido a su inicio con una nota negativa. La región debutó en el torneo con una derrota que, a diferencia de 2012 contra Taipei Assassins, no fue una sorpresa que paralizó el mundo. El verdugo fue EDward Gaming, el club más laureado de la League of Legends Pro League (LPL), ganando a T1 por 3-2 en la final. La primera final fue un choque de titanes entre las dos organizaciones más importantes de sus respectivos países en un momento en el que China había arrancado su gran inversión para arrebatar a la República de Corea su hegemonía internacional.
El mayor recuerdo de cómo EDward Gaming superó a T1 en el MSI fue la Morgana de Heo Won-seok «PawN», vigente campeón del mundo en aquel momento. Durante el quinto y definitivo mapa Lee Sang-hyeok «Faker» optó por seleccionar LeBlanc a ciegas. Era una de sus grandes campeonas y no había perdido con ella, así que quién mejor para asegurar un título que deseaba con ansias. EDG anuló por completo al Rey Demonio a través de «La Caída» y reivindicó que incluso él podía llegar a sangrar. Por primera vez en la historia Corea del Sur había caído a manos de China en la final de un torneo organizado por Riot Games.
No obstante, la victoria de EDward Gaming llegó después de un aviso. T1 superó la fase de grupos invicto, pero Fnatic le dio el primer toque de atención al forzar un quinto mapa en las semifinales. El club tuvo que sudar después de que el conjunto europeo le forzara constantemente a pelear de tú a tú. Aquella serie vivió momentos inolvidables como los asesinatos individuales de Fabian Diepstraten «Febiven» a Faker o el esplendor de Heo Seung-hoon «Huni» ante las constantes cometidas del campeón de la LCK. Bae Jun-sik «Bang» tuvo que hacer de salvador gracias a un asesinato cuádruple con Lucian para poder darle a su equipo el pase a la final.
Los años dominadores de T1
Después del primer aviso de EDward Gaming, T1 se reconstruyó y empezó su época dorada. Hizo del torneo una lección de aprendizaje para solventar sus problemas con la dualidad entre Faker y Lee Ji-hoon «Easyhoon» -marcada por el abanico de campeones de ambos jugadores- para arrancar su hegemonía internacional. Desde los Worlds de 2015 hasta el MSI de 2017 la organización surcoreana ganó todos los torneos internacionales. Los cambios en el quinteto titular no importaron teniendo en sus filas al Rey Demonio y una calle inferior que competía junta desde 2013.
Durante 2016 Corea del Sur protagonizó junto a T1 un recorrido in crescendo. Inicialmente el equipo arrancó con un 6-4 en la fase de grupos, llegando a ceder ante el mejor CLG de la historia. Flash Wolves hizo honor a su fama de «matacoreanos» y Royal Never Give Up jugaba en casa, por lo que tenía un sexto jugador en la grada. Sin embargo, todo eso le dio igual al club de la LCK en cuanto llegaron los playoffs. El club liderado por Faker se cargó en semifinales por 3-1 al RNG comandado por Cho Se-hyeong «Mata» y acabó con el cuento de hadas de CLG con un duro 3-0 en la final.
En cambio, en 2017 todo fue mucho más sencillo para T1. El MSI viajó a Brasil y su eufórico público pudo vivir el pico de nivel del equipo de aquel año. Es cierto que el club cedió dos mapas en fase de grupos, pero en pocas ocasiones un torneo ha tenido un ganador tan predestinado. Los surcoreanos se vengaron de los lobos con un contundente 3-0 en las semifinales y recibieron la medalla de campeón a manos de Ronaldo Nazário tras superar a G2 Esports en la final por 3-1. De hecho, que G2 rascara un mapa fue sorprendente. Corea del Sur era la dominadora y no mostraba ningún indicador de querer abandonar dicho estatus.
En aquel momento era más rápido describir qué no hacía T1 que no desarrollar cada una de sus virtudes. Todo giraba alrededor de Faker porque él era quien condicionaba los enfrentamientos: tanto en la fase de selección y bloqueo de campeones como dentro de la Grieta del Invocador. La amplitud de registros del Rey Demonio habilitaba al equipo jugar muchos tipos de composiciones. Dentro de la Grieta, toda la presión que habilitaba el medio se transformaba en todo tipo de ventajas. Poder moverse alrededor para una línea en concreto, invadir al jungla rival para dejarle por detrás, abrir antes el mapa para jugar alrededor de las calles laterales, mantener el control de la visión… La estrella hacía que todas las piezas del conjunto tuvieran sentido, independientemente de cuáles fueran.
La revolución de G2 Esports
G2 Esports tuvo dos años después su gran oportunidad para vengarse de T1 y lo hizo. Los samuráis rascaron aquel mapa de la final gracias a que Kim Gang-yun «Trick» dejó a Faker sin Hechizos de Invocador. Con esta pequeña ventaja en los primeros compases posteriormente se dedicó a jugar alrededor del Gangplank de Ki Dae-han «Expect«. Conseguida la ventaja en las calles laterales -pues la inferior sacó ventajas por sí sola- la partida se centró en dejar al Rey Demonio sin sus recursos y jugar alrededor de aquellos enfriamiento. No obstante, para ganar a los tricampeones mundiales se necesitaba más. Samsung Galaxy lo demostró en la final de los Campeonatos Mundiales de 2017, pero G2 hizo la suya en el MSI de 2019.
El club de Carlos Rodríguez «Ocelote» siguió un recorrido muy similar al del club del Rey Demonio durante el MSI de 2016. Superó la fase de grupos con algunos altibajos (concretamente con un récord de 5-5) pero llegados a los playoffs mostraron su mejor nivel. En aquel contexto el debate sobre el posible ganador del torneo se centraba entre el campeón de Corea del Sur e Invictus Gaming, vigente campeón mundial del momento. No obstante, G2 Esports se plantó con una revolución por los resultados y sus formas. Superó con un ajustado 3-2 a T1 y firmó la final más rápida de la historia del campeonato con un 3-0 sobre Team Liquid, que realizó superando a Invictus una de las mayores sorpresas del deporte electrónico.
Las innovaciones de G2 Esports llegaron a través de la variabilidad de todos sus jugadores. Sus amplios abanicos de campeones daban ventaja a los samuráis desde la fase de bloqueo y selección de campeones. Sin embargo, la fama de sus selecciones flexibles y cómo las jugaban estaba marcada en todo momento por su sistema de jungla. Tal y como explica Manuel Martínez «Cabramaravilla«, excomentarista de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), Marcin Jankowski «Jankos» daba grandes rebotes de oleada a sus líneas para acompañarlas y crear una situación favorable originalmente nacida por la superioridad individual. Aunque T1 tuvo en sus manos poder remontar el cuarto mapa para poner el 1-3, el conjunto surcoreano no supo descifrar la estructura de G2.
Royal Never Give Up como antagonista principal
El MSI es un torneo que a Corea del Sur se le ha resistido mucho más en comparación a los Campeonatos Mundiales. El país tiene diferentes recuerdos amargos en la memoria, pero Royal Never Give Up es su mayor antagonista. El aumento de la tensión en la rivalidad entre la LPL y la LCK no se entendería sin RNG, que es actualmente el club que más veces se ha llevado el MSI junto a T1 con dos victorias. El conjunto chino se llevó ambos títulos en temporadas en las que la región surcoreana partía como favorita. Durante el camino -con travesía incluida- demostró que hay vida independientemente de la presencia de Jian Zi-Hao «Uzi«.
Corea del Sur llegó a Europa con Kingzone DragonX -actualmente DRX- como representante del MSI. Tras una sorprendente caída en los cuartos de final en los últimos Worlds, el conjunto surcoreano llegaba de dominar la LCK tras dominar la fase regular con un 16-2 y superar a Afreeca Freecs en la final por 3-1. A Royal Never Give Up poco le importaron los registros de DragonX ya que asaltó por la puerta grande el Viejo Continente. Lideró la fase de grupos con un 7-3 a costa de que el equipo de Kim Dong-ha «Khan» sufriera más con un 6-4. Superaron a Fnatic y Flash Wolves respectivamente en las semifinales, pero la gran final estuvo decantada para los chinos en todo momento.
Kingzone DragonX era un equipo muy surcoreano, es decir, empeñado con el control de los objetivos a través de la visión. Para ello buscaba jugar alrededor de Khan con Han Wang-ho «Peanut» dirigiendo sus pathings hacia la calle superior. También ayudaba mucho que Kim Jong-in «PraY» y Kang Beom-hyun «GorillA» asumieran permanentemente el rol de lado débil. De hecho, el apoyo podía replicar uno de los movimientos que le hicieron brillar en ROX Tigers: realizar resets hacia top. Sin embargo, DragonX pecó de inmovilismo. RNG fue el equipo que mejor supo comprender cómo funcionar alrededor de Kai’Sa, uno de los mejores personajes del metajuego de la época. Más allá de destinar los recursos a Uzi, algo habitual con el club, el club de la LPL sabía reconocer cómo realizar cazadas con mucho rango o acompañando a su propio tirador cuando este veía una ventana de asesinato.
El 3-1 que Royal Never Give Up le endosó a Kingzone DragonX fue el inicio de un cambio de paradigma que posteriormente se consolidó. Corea del Sur dejaría de ser la potencia dominadora a nivel internacional. Por este mismo motivo, que RNG ganara el MSI de 2021 dolió especialmente. Toda la República de Corea tenía las esperanzas puestas en DWG KIA, ganador de los últimos Worlds que aparentaba poder replicar una pequeña era al puro estilo T1. Además, la organización llegaba al torneo con un camino relativamente paralelo al de DragonX. A pesar de no tener un pinchazo en el Mundial, viajaba a Europa tras dominar la LCK sin despeinarse.
Sin embargo, Royal Never Give Up acabó con todas las esperanzas. DWG KIA mostró desde un primer momento que era capaz de sangrar, que tenía defectos que sus compatriotas no le habían hecho ver hasta la fecha. Aun así, los vigentes campeones del mundo se las apañaron para solventar las dos primeras fases del nuevo formato del MSI. Superaron su grupo con un 5-1 y lideraron el rumble stage con un 8-2, pero en los playoffs no pudieron su fragilidad. MAD Lions fue quien dio el primer aviso al forzar el quinto mapa ante DK, pero posteriormente RNG descolocó definitivamente al conjunto de la LCK con un 3-2 para llevarse su segundo MSI.
El último MSI estuvo completamente marcado por el «quiero y no puedo» de Heo Su «ShowMaker». DWG KIA se caía a pedazos, pero al medio no le daba la gana ante la posibilidad de ser el digno sucesor del Rey Demonio. No obstante, Royal Never Give Up patentó la importancia del juego en equipo. Más allá de que el metajuego favorecía el sistema de jungla de RNG para Yang Yang-Wei «Wei«, la organización de la LPL fue superior. Tanto por sus iniciaciones provocadas por Li Yuan-Hao «Xiaohu» y Shi Sen-Ming «Ming» como por la capacidad de remontar situaciones desfavorables gracias al talento de Chen Wei «GALA«. La situación fue tan cruel para el medio surcoreano que hasta él mismo admitió que desde aquella edición le costaba disfrutar de su trabajo.
Busan, donde ocurre lo mejor y lo peor
Teniendo en cuenta el sabor agridulce que genera el MSI a Corea del Sur, la edición de 2022 cobra una especial importancia. Más allá de que que este año la República de Corea albergará por primera vez el torneo, curiosamente lo hará en Busan, concretamente en el Centro de Convenciones y Exhibiciones. El centro, con una capacidad de 4.002 espectadores, ha pasado por todos los estados emocionales dentro del deporte electrónico. Y es que la ciudad también ha vivido los momentos álgidos y bajos del país en el escenario internacional de League of Legends.
Busan fue la ciudad con la que Corea del Sur abrió sus puertas a la escena de League of Legends en el marco de los torneos organizados por Riot Games. Durante los Worlds de 2014 la República de Corea compartió organización con Taiwán y Singapur, que albergaron la fase de grupos. Sin embargo, todos los playoffs se disputaron en Corea. El Centro de Exhibiciones y Convenciones de Busan albergó los cuartos de final, representando la plenitud que vivía el League of Legends surcoreano en aquel momento. Samsung White y Samsung Galaxy Blue hicieron una demostración de poder ante TSM y Cloud9 respectivamente. El torneo finalizaría con White como campeón y revolucionario de las bases que ahora son fundamentales en el videojuego.
La vida que Busan vivió en 2014 con el nivel de los equipos surcoreanos contrasta con su drama de 2018. El Centro de Exhibiciones y Convenciones acogió los Worlds -concretamente la fase de grupos y los cuartos de final- más fatídicos para la LCK en toda su historia. Inicialmente Gen.G firmó el peor resultado en grupos de un conjunto de la región al verse superado con un 1-5. De poco sirvió llegar con el estatus de vigente campeón cuando tanto Team Vitality como Cloud9 y Royal Never Give Up sí se adaptaron a las exigencias del nuevo metajuego. Afreeca Freecs y KT Rolster sí pudieron reponerse, pero no llegarían a las semifinales después de dos semifinales trágicas de las formas.
El primero en caer fue KT Rolster, por entonces campeón de la región y gran favorito, que fue superado por Invictus Gaming por un 3-2. De no ser un detalle de genio de Song Kyung-ho «Smeb» -o un error de compra de Kang Seung-lok «TheShy«- la serie podría haber acabado con un duro 3-0. En cambio, la eliminación de Afreeca Freecs sí que fue mucho más cruel. Cloud9 le endosó un contundente 3-0 donde se vio premiado por ser mucho más agresivo y dejar atrás la obsesión del control de la visión. La eliminatoria, que incluyó un robo del Barón Nashor con un ataque básico de Eric Ritchie «Licorice» con Ornn, ratificó el estado crítico de Corea del Sur.
Con todo el recorrido histórico en mente, el MSI de 2022 puede significar el fin de una cuenta pendiente de la República de Corea. En primer lugar con su público, pues en este torneo puede hacer olvidar el amargo sabor que vivió durante los Worlds de 2018. En segundo lugar, con la importancia de la región, que tiene en sus manos empatar a la LPL en este campeonato. Royal Never Give Up, T1 y G2 Esports lucharán todos juntos por segunda vez en la historia del torneo en una misma edición. La LPL, la LCK y la League of Legends European Championship (LEC) han enviado a los equipos que más peso han tenido durante la historia de la competición. T1 o RNG podrán ser el club con más títulos de campeón de la competición o G2 podrá igualar a ambos clubes.