Miniduke entre huracanes, leyes del «ex» y deudas pendientes
Seis años después el medio ha vuelto a conquistar el título de campeón de Superliga en otra temporada marcada por las dudas silenciadas
Vodafone Giants completó el arco de redención más grande de su historia al proclamarse campeón del Summer Split de la Superliga. La final ganada por 3-1 ante UCAM Esports Club en Barcelona supuso el punto y final a una temporada marcada por todas las dificultades tanto deportivas como extradeportivas. Cuando el equipo alzó el nuevo trofeo de campeón nacional los jugadores se deshicieron de sus sacos particulares, donde cargaban con la presión, el miedo o la ambición entre otros muchos sentimientos. Dentro de todos los capítulos individuales que marcan la historia veraniega de los gigantes se encuentra Ismael Martínez «Miniduke«.
Mientras algunas personas nacen con estrella y otras estrelladas, a Miniduke le ha tocado -al menos a nivel profesional- ir siempre a contracorriente. Tras tres años en la actualmente inexistente segunda división española, 2020 pareció el fin de las dudas existentes sobre su figura. Sin embargo, un clavo saca otro clavo, y en el caso del medio fue ver cómo las incertidumbres que anteriormente generaba cambiaron en relación a la evolución de su carrera. Ahora el jugador sonríe, pues no sólo ha silenciado las nuevas incógnitas, si no que lo ha hecho alzando el tan ansiado título de campeón por el cual ha esperado ni más ni menos que cinco años.
Un contexto elevado en Cream Real Betis
Miniduke finalizó el Summer Split de 2020 tapado por los malos resultados con BCN Squad. La penúltima posición en la clasificación de la Superliga no era un resultado para el orgullo de nadie. No obstante, el medio fue una de las pocas notas positivas del conjunto de la Ciudad Condal: demostró dejar atrás la falta de champion pool, la irregularidad y corroboró que tenía nivel para la máxima categoría española. Tras años de altibajos el jugador por fin había sentenciado que la segunda división eran fantasmas del pasado. Por ello Cream Real Betis no dudó ni un instante en ir a por él para su nuevo proyecto de 2021. Los verdiblancos elevaron su contexto a otro nivel al crear el equipo a su alrededor, un hecho que generó nuevas incertidumbres.
Sí, era cierto que merecía jugar en la Superliga, pero para el mayor grosor de los seguidores de la competición todavía no tenía suficiente nivel como para ser el eje central de un proyecto. De hecho, cuando desde el equipo hablaban de arrasar en la competición, muchos reaccionaban con credulidad. No se creían que un equipo con el medio como pilar y bases de Team Phantasma -por entonces desconocido- y BCN Squad lo pudiera hacer. Finalmente la realidad fue que bajo la tutela de Mario Martínez «Motroco» los béticos firmaron con su segunda posición en el Spring Split la mayor sorpresa de la historia de la liga. El barcelonés, en pleno rol de líder, encontró en Dimitar Kostadinov «LeBron» su cómplice particular y formó el motor del hasta ahora mejor Betis de la historia, que se despidió con la última posición en el grupo D del European Masters (EU Masters).
El casi retorno de los fantasmas del pasado
La gran primavera vivida en Cream Real Betis valió una llamada del club que en 2015 le dio un escaparate mucho mayor en comparación a Dimegio. Miniduke volvió a Vodafone Giants para formar parte de la reconstrucción de un proyecto que en el Spring Split se cayó definitivamente en las semifinales de la Superliga tras caer precisamente contra UCAM Esports Club. Una vez más el discurso a su alrededor volvió a cambiar, por mucho que liderara a los béticos hacia el subcampeonato en esta ocasión se cuestionaba si sería capaz de emular el mismo rendimiento en un club que siempre aspira a ganar. En otras palabras: ¿era el medio un fichaje ideal para una organización que quería aspirar al título de campeona? La mala fase regular de los gigantes alimentó esta opinión, pero la situación cambió radicalmente en playoffs.
En esta ocasión no fue el destino, si no los resultados de la fase regular los que cruzaron de nuevo los caminos del Betis y su anterior capitán. El medio tenía que acudir a la «ley del ex» si quería deshacerse una vez más de las incertidumbres externas que se habían generado sobre él. Y para más inri, además de estar en medio del huracán en el que se encontraba Vodafone Giants, Miniduke tenía otro aliciente: una publicación sobre ‘sentir los colores’. La serie tuvo que llegar al quinto mapa y casi le dio un susto a los gigantes, pero el 3-2 favorable llegó a Málaga. El medio, que ejerció el mismo papel que Joaquín con la camiseta albiazul cuando jugaba contra los béticos, fue uno de los factores clave del engranaje de Giants para avanzar a las semifinales.
Asuntos sin resolver
Una vez superados los cuartos de final, el resto de series fueron cuesta abajo para Vodafone Giants. 3-1 fue el marcador que quitó de las manos a Movistar Riders y UCAM Esports Club la posibilidad de ser campeón de Superliga. Quizás Miniduke habría arriesgado más en la final si su carrera se hubiera desarrollado de otra forma, pero teniendo en cuenta que volver a ganar la competición era un asunto que llevaba sin resolver desde hace cinco medios, finalmente prefirió no asumir riesgos en exceso. La Orianna de João Miguel Novais «Baca» estuvo bloqueada permanentemente en la final porque, por mucho que el medio asegurara que tenía campeones preparados para dicho enfrentamiento, la prioridad era ganar.
Habiendo superado la gran deuda que tenía consigo mismo, el jugador de Vodafone Giants se ha deshecho de todo el mar de dudas generado a su alrededor mientras su carrera profesional evolucionaba. Ahora el único asunto que debe resolver es el EU Masters, donde volverá a enfrentarse a Karmine Corp en el grupo D. En primavera se despidió de la competición junto a Cream Real Betis con sólo una victoria y cinco derrotas, así que superar la fase de grupos en esta edición supondría mejorar su marca personal. El torneo es uno de los mayores escaparates a la League of Legends European Championship (LEC), y aunque actualmente parece que al medio le queda lejos, quizás la mejor estrategia de sus detractores es permanecer en silencio. La travesía de Miniduke ha sido larga, pero cuanto más ruido ha tenido a su alrededor, más ha remado a contracorriente para demostrar su valía.