Talentoso, carismático y apreciado por el público. En definitiva, una estrella. Así era la imagen de Lee «Flame» Ho-jong en Corea. Reconocido como uno de los mejores jugadores de la liga, la historia con su región natal se truncó en la cuarta temporada. Una salida de CJ Entus por la puerta de atrás sorprendió al mundo entero.
La marcha del coreano tuvo un sabor amargo que, según el punto de vista, se mezclaba con el de la traición, al más puro estilo Gladiator. Como Máximo lejos de Roma, el top se tuvo que buscar la vida fuera de su hogar. Tuvo sus respectivos altibajos, pero no le fue del todo mal, hasta el punto que, años después, de la mano de Damwon Gaming, ha vuelto. E igual que el soldado romano, con una imagen que limpiar en la cuna del imperio.
Durante sus inicios, era imposible no relacionar a CJ Entus Blaze con Flame. Era una relación recíproca, se dependían uno del otro mutuamente para entender cómo jugar en la grieta del invocador. Y no era para menos, ya que la importancia del coreano residía en ser el primer prototipo de top con el papel de carry. No era habitual, así que su equipo no dudó en ningún momento en explotar esta baza.
Prioridad en la fase de líneas, un abanico de campeones especializado en el duelo y preferencia por el split push. Ingredientes más que familiares para la calle superior en la actualidad con jugadores como Kim «Khan» Dong-ha. Pero el top no solo era mecánicamente excelente, sino que también inteligente. El por entonces miembro de CJ Entus fue uno de los primeros jugadores que aprendió a generar ventajas congelando la línea. Sabía cuándo no tenía que presionar para hacer perder súbditos al rival y como consecuencia provocaba un efecto de bola de nieve prácticamente imparable.
En definitiva, el coreano revolucionó la calle superior en su momento. Explotaba su habilidad individual en el duelo, aumentaba la ventaja con el control de oleadas y aprovechaba las diferencias de oro presionando la calle totalmente opuesta a la que se encontraba su equipo. Todo en un momento en el que la autosuficiencia y polivalencia eran los dones más buscados en la calle superior. A Park «Shy» Sang-myeon, el modelo a seguir de la época, se le plantó un rival de la nada. Como el que no quiere la cosa.
A nivel individual Flame se ganó merecidamente su reputación, como Máximo en Gladiator. Incluso fue capaz de hacer que voces críticas como la de Duncan «Thorin» Shields le admiraran. Pero a diferencia del soldado romano, él no tenía grandes conquistas. Durante su etapa en CJ Entus, solo consiguió una Intel Extreme Masters como título destacable. Rozó la gloria en el Spring Split de 2013, pero cayó en batalla contra MVP Ozone. Por entonces, el general Bae «Dade» Eo-jin aún daba guerra.
La irregularidad era un problema concurrente en CJ Entus Blaze. Además, la confianza de Kang «Ambition» Chan-yong se vio duramente atacada por el asesinato en solitario de Faker. Una carga emocional que se extendió al resto del equipo. Blaze jugaba alrededor de la agresión de su top y medio, y con uno de ellos fuera de juego mentalmente, alcanzar el éxito era cada vez más difícil. Además, no llegar a participar en los Campeonatos Mundiales era otra dura carga. Algo que, con dos jugadores de clase mundial en sus filas, era inadmisible.
Todo cambió después del Summer Split de la cuarta temporada. Flame quedó colista junto a su equipo, firmando así el peor resultado de la historia de CJ Entus. Para 2015, la organización estaba obligada a unificar Blaze y Frost. Y aunque todo apuntaba que el top permanecería, CJ prefirió a Shy. Desterrado de la LCK como Máximo de Roma, el coreano tuvo que buscarse la vida lejos de su región natal. Sabía que ese último puesto supuso mucho peso para su reputación en Corea.
LGD Gaming se vistió de Próximo -esclavista que compra a Máximo- y se hizo con los servicios del top. Sin embargo, no fue el único jugador de la posición ya que compartió puesto con Choi «Acorn» Cheon-ju. En un año en el que los tanques predominaron en gran parte de la temporada, Flame se vio abocado a la suplencia. El exjugador de Samsung Blue era un especialista con ese tipo de campeones y beneficiaba directamente a Gu «Imp» Seung-bin. El actual entrenador de Kingzone DragonX se adaptaba mucho más a las necesidades del conjunto chino.
Aunque con LGD no jugó demasiado, consiguió una LPL y pudo dar el salto internacional a los Campeonatos Mundiales. En el torneo internacional, Flame aportó aire fresco. En un metajuego donde los duelistas eran la base del juego, el coreano brilló en su especialidad. El equipo pasó de estar 0-3 en la primera semana sin el top en la titularidad, a conseguir dos victorias con él en la Grieta del Invocador. El resultado fue decepcionante al tratarse del campeón de la liga china, pero a nivel individual el exjugador de CJ Entus volvió a mostrar su calidad.
Esto supuso un punto de inflexión para el top: no bastaba con explotar las virtudes, también era necesaria la adaptación. Además, la experiencia en competición era algo que ya debía de exprimir mucho más a la hora de tomar decisiones en partida. Fueron pocas las batallas disputadas a lo largo de 2015, pero sí las suficientes para despertar el interés de organizaciones de la LCK. El miembro del campeón de la LPL volvió a Corea de la mano de Longzhu Gaming en la sexta temporada, que a base de talonario creó un ambicioso proyecto.
La entidad coreana creó una plantilla de superestrellas con jugadores como Shin «Coco» Jin-yeong, Kang «Cpt Jack» Hyung-woo o Lee «Chaser» Sang-hyun. El objetivo era pelear de tú a tú contra los tres grandes del momento: SK Telecom T1, KT Rolster y ROX Tigers. Sin embargo, tener un gran capital no garantizó el éxito del equipo. Longzhu no consiguió llegar a playoffs en todo 2016, era una plantilla demasiado mal organizada en la Grieta del Invocador. En el caso particular, Flame se volvió a ver sobrepasado por su compañero de posición. En este caso, , Koo «Expession» Bon-taek.
La primera vuelta a Corea tuvo un mal sabor de boca para el top. Tenía la oportunidad de limpiar su imagen como el protagonista de Gladiator cuando volvió a pisar por primera vez Roma, pero no pudo aprovecharla. Incluso una parte del público comenzó a cuestionarse si era su momento para retirarse. Todo parecía un círculo vicioso del que el coreano no podía salir. Pero al tratarse de un ciclo, Flame tuvo que repetir el proceso inicial que Máximo se vio forzado a hacer.
El exjugador de LGD llegó en 2017 a Norteamérica con la lección aprendida. En esta ocasión, Immortals fue su Próximo particular. El conjunto quería borrar el desastre que supuso no clasificarse para los Campeonatos Mundiales de 2016 y no dudó en fichar al top. El Spring Split, marcado por la controversia que generaba Joshua «Dardoch» Hartnett, fue flojo. Sin embargo, la llegada de Jake Kevin «Xmithie» Pucheroen verano cambió totalmente el panorama para la organización.
Flame, enfundado con el papel de Máximo, encontró en el jungla filipino su Juba particular. Ambos guiaron a Immortals hacia la final del Summer Split, en la que casi asustaron a Team SoloMid. Más tarde, aseguraron el pase a los Campeonatos Mundiales. Allí, en la gran cita internacional celebrada en China, el top volvió a demostrar por qué era uno de los ‘grandes’ de Corea.
Emparejado en la fase de grupos contra Fnatic y su anterior equipo, Longzhu Gaming, el top jugó de tú a tú tanto a Paul «sOAZ» Boyer como a Khan. Además, en estilos totalmente opuestos. Al saber que el francés jugaba la línea por detrás para favorecer a Rekkles, el coreano jugó Jayce, uno de sus personajes insignia, para dejar su sello personal. Ventajas de súbditos y mucho split push. El Flame más clásico enseñó al mundo por qué era una leyenda de la calle superior.
Más tarde, contra su exequipo y ante el considerado ‘mejor jugador del momento’, el exjugador de CJ Entus ofreció un recital. Anuló en fase de líneas a Khan con Maokai, lo que dio mucho oxígeno a Immortals. Finalmente perdieron, pero el conjunto norteamericano plantó cara ante los favoritos del torneo. Aunque un Destello desacertado de Cody «Cody Sun» Sun costó la clasificación a los octavos de final, el top probó en la arena internacional su valor. Una actuación que quedó en la retina de muchos espectadores y profesionales.
Después de la gran batalla en la escena internacional, Flame tuvo la oportunidad de volver a Corea. Sin embargo, decidió permanecer en Norteamérica para la octava temporada. En esta ocasión, en las filas de FlyQuest. Lo cierto es que no consiguió grandes éxitos, pero a nivel individual se reafirmó. Cuando su equipo necesitaba un líder, él estaba dispuesto a jugar Gangplank. Cuando Jason «WildTurtle» Tran necesitaba comodidad, el coreano jugaba un tanque para dar prioridad a la calle inferior.
A nivel de títulos, el coreano estuvo otra vez en dique seco. Sin embargo, en los dos años que duró el sueño norteamericano, el top se postuló como uno de los mejores jugadores de la región. Todo en una liga en la que estrellas como Kim «Ssumday» Chan-ho o Jung «Impact» Eon-yeong estaban en primera fila.
Finalmente, tres años después, el exjugador de LGD ha vuelto a Corea. Con una imagen de gladiador ya revivida, el top regresa a la LCK para reafirmar lo que un día fue: un jugador exitoso. No lo tendrá fácil, ya que en su mismo equipo tiene competencia con el talentoso Jang «Nuguri» Ha-gwon. Pero, después de hacer las cosas bien en Norteamérica, el coreano está delante de su gran redención. Con la LCK Arena como Coliseo, podrá dejar a todo el mundo en su sitio. Tanto a nivel de espectadores, como de organizaciones. Porque al final, como bien dice Máximo, «lo que hacemos en vida tiene su eco en la eternidad».
Foto de cabecera propiedad de Riot Games