El Mandato Imperial es uno de los nuevos objetos míticos que ha aterrizado a League of Legends en la nueva pretemporada. Sin embargo, una vez más la historia se repite ya que este item, enfocado a los apoyos, resulta ser muy útil en la calle central junto al Cetro de Cristal de Rylai. De la mano de Shakarez os explicamos cómo funciona la nueva build de moda.
Cómo y con quién funciona el Mandato Imperial
La pasiva del Mandato Imperial hace que las habilidades que inmovilizan o ralentizan a un enemigo apliquen una marca que detona. Al explotar aplica entre 60 y 100 de daño. La clave es que la primera aplicación del daño no tiene enfriamiento algo que significa que se puede repetir constantemente. Por ello, los jugadores combinan el Mandato con el Rylai, ya que la ralentización del objeto mantiene siempre activa la primera marca.
Como consecuencia de la combinación de ambos efectos, la build ha pasado a estar muy presente en la calle central, principalmente a magos de control. Actualmente los personajes más beneficiados por esta construcción de objetos son Aurelion Sol, Ahri y Karma porque sus habilidades se complementan a la perfección con las pasivas de los items. La única modificación ‘importante’ que hay que hacer son las runas de Aurelion, que deben pasar de Electrocutar a Irrupción de Fase.
Virtudes y defectos
La principal ventaja de esta build es que, más allá del daño y utilidad que aporta, es su coste. Con tan solo 5700 de oro ya puedes obtener ambos objetos porque el Mandato Imperial cuesta 2700, bastante menos en comparación a los 3200 del Eco de Luden.
Sin embargo, el problema es llegar hasta ese punto de ambos objetos. Los items previos no son tan buenos como las características que ofrece Capítulo Perdido por tan solo 1300 de oro en relación a daño y aguante. Uno de las carencias de esta build es su falta de maná total y de regeneración antes de tener el Mandato y el Rylai comprados.