Decía Oscar Wilde que «el único deber que tenemos con la historia es reescribirla». Rogue y MAD Lions, que se tomaron estas declaraciones al pie de la letra, empezaron a intentarlo desde el pasado verano. A lo largo de los últimos meses llegaron las derrotas, el dolor y los cambios. Sin embargo, tras mucho trabajo de esfuerzo, ambos equipos por fin se encontraban ante la oportunidad de poder alzar el título de campeón de la League of Legends European Championship (LEC). Con G2 Esports fuera del mapa por primera vez desde 2019, los clubes tenían en sus manos poder entrar en el selecto grupo de campeones. Finalmente, los leones han sido los que han escrito un nuevo capítulo en la competición europea. Con un 3-2 en el marcador -remontada incluida- se han proclamado campeones del Spring Split.
El pistoletazo inicial de Rogue
Rogue arrancó mejor la serie al mejor de cinco. El conjunto europeo llegaba de vencer con un convincente 3-1 en las semifinales a G2 Esports. Por lo tanto, no dudó ni un instante en volver a salir con el cuchillo entre los dientes, como bien hicieron contra los samuráis. La calle inferior de los roguetianos puso en ventaja a su equipo. Javier Prades «Elyoya» no pudo hacer demasiado por mucho que estuviera por delante en oro. Una gran Onda de Choque de Emil Larsson «Larssen» en el minuto 23 hizo que los verdugos de los ahora excampeones se pusieran por delante. A partir de allí fueron ahogando poco a poco a sus contrincantes. Las iniciaciones de Norman Kaiser «Kaiser» eran cortadas constantemente por Adrian Trymbis «Trymbi«. Con ellas también se marchó la posibilidad de remontada en el mapa inicial para los leones.
Con el 1-0 ya en el marcador los leones siguieron apostando por lado azul, pero el inicio continuó siendo malo. Elyoya pecó de ambicioso ante el Hecarim de Kacper Sloma «Inspired» y fue protagonista de la primera sangre. Rogue se creció al ver al jungla fallar. Se hizo con su reconocible Heraldo de la Grieta y amplió cualquier tipo de ventaja. Los leones se veían ahogados, así que decidieron acelerar. Un shut down para Marek Brázda «Humanoid» fue suficiente para que MAD Lions volviera a pelear de tú a tú en la Grieta del Invocador. A partir del mid game el encuentro fue un intercambio de tensión constante. Pero por mucho que cazaran a Larssen y su jungla, Rogue se las apañó para asegurar el Alma del Dragón. El club español estaba desprotegido sin la Orianna del checo hasta el punto de perder la segunda partida.
MAD Lions tiró de corazón
La situación no era ideal para MAD Lions. El 2-0 se hacía cuesta arriba y las posibilidades de reescribir la historia cada vez eran más pequeñas. No obstante, todos los jugadores demostraron ser ese tipo de persona que tira de orgullo para salir adelante en las peores situaciones. Los leones no querían protagonizar un drama como el de Salomé, si no que deseaban formar parte de la historia agradable de la LEC. El equipo usó más el corazón que la cabeza para ponerse por delante en el early game y aprovechó que los pupilos de Simon Payne «freddy122» no forzaban a no ser que sea estrictamente necesario para provocar cualquier pelea inesperada. Este mismo hecho provocó detalles como cazadas sobre Steven Liv «Hans Sama«, factores que en este tipo de series tienen más importancia. Hasta el punto de poder destruir el nexo.
La final de la LEC demostró una vez más por qué League of Legends puede llegar a ser un estado emocional. El mismo Andrei Pascu «Odoamne» que vimos llorar de emoción tras eliminar a G2 Esports acabó desquiciado por la insistencia de Elyoya. El jungla jugó para İrfan Berk Tükek «Armut» -pues contaba con la calle inferior como lado débil- y dejó fuera mentalmente al veterano top. Emulado el estilo de juego con el que habían conseguido tantas victorias en la fase regular, MAD Lions sólo tuvo que aprovechar el momento de forma para cerrar el empate. Efecto de bola de nieve clásico y más que habitual en el MOBA de Riot Games, pero más que suficiente para poder llegar a un punto que anteriormente parecía prácticamente imposible llegar.
Un final de infarto
Llegados en el mapa final, todo indicaba que MAD Lions iba a culminar la remontada fácilmente. Rogue había pasado de ganar dos mapas seguidos a perder los otros siguientes. Con Odoamne desquiciado y el dúo Hans Sama-Trymbi empequeñecido, todo parecía indicar que los leones lo tenían en su mano. Sin embargo, Larssen se negó. Se apoyó en su silla antes de empezar la partida definitiva, cerró los ojos y, tras unos instantes de respiración lenta, sacó su temible Ryze. El medio fue junto a Inspired el motor de unos grandes 20 minutos iniciales que dieron a su equipo una gran ventaja. Se vengaron en la calle superior en honor a su compañero, algo que les valió para hacer creer que iban a alzar el título de campeones.
Por fin parecía que la LEC tenía su nuevo vencedor. Que el representante europeo en el Mid-Season Invitational (MSI) sería el mismo Rogue que se fue por la puerta de atrás en Worlds. Sin embargo, los leones se negaron a que fuera así. Aprovecharon que los rivales con ventaja de oro eran Inspired y Trymbi para forzar peleas que dieran asesinatos a Humanoid. El checo dio el paso de líder que tanto necesitaban sus compañeros y fue el artífice de grandes cazadas que permitían asegurar objetivos como el dragón. Pero el momento decisivo fue alrededor del Barón Nashor. Castigaron el único momento en el que realmente su contrincante estuvo dubitativo en la toma de decisiones. Armut inició con una gran habilidad definitiva de Gnar y acabó con todos los «quiero pero no puedo» de sus enemigos. MAD Lions acabó con todo y aplicó la lección de Wilde al reescribir la historia de la LEC tras proclamarse campeón por primera vez en su historia.