Está claro que los nerfs a Samira que hemos descubierto en el PBE son considerables. De buenas a primeras, va a ser un golpe duro a sus estadísticas y también a su playstyle.
A priori, los nerfs apuntan bastante relevantes: ratio AD de la pasiva reducido, escalado del ratio AD de la Q por rango, duración de la W reducidad, la E deja de poder ser casteada en objetivos aliados, y la definitiva va a tener 5 segundos más de cooldown. Por lo tanto, sí, son considerables.
Ahora bien, ¿son suficientes y apuntan a lo que necesita la campeona? Para un usuario de Reddit, y también de parte de varias voces profesionales del sector, no lo parece. Pues lo que la hace tan OP no son realmente sus números, aunque todo influye.
Echamos un ojo a su kit y a sus habilidades
Para explicarlo, nos detenemos en sus habilidades. El escudo de su W sigue siendo un problema: es algo que no tiene ningún otro ADC, y es incoherente que un personaje de este rol tenga una herramienta tan poderosa. Además es en AOE, siendo aún mejor que otras habilidades cuya función es parecida.
El CC de su kit también representa un dolor de muelas para muchos. No por tenerlo en sí, como tienen otros tiradores, si no tenerlo integrado además del resto de mecánicas que posee. Desde luego que es un campéon de high risk, high reward, y desde luego se ha convertido en un personaje muy divertido de jugar.
Seguramente, su nerf a la E con la que no pueda volver a aliados merme su estilo de juego y hará que los jugadores sean algo más pasivos. ¿Por qué en lugar de quitar parte de su esencia, la del all-in, sigue teniendo habilidades como la W que van en contra de su naturaleza y además no tienen counterplay?