Origen es otro de esas grandes organizaciones de la League of Legends European Championship (LEC) que no ha jugado a la altura de las expectativas. Con un récord de cuatro victorias y cinco derrotas está en la quinta clasificación empatado con Excel Esports y Fnatic. Precisamente el club de Enrique Cedeño «xPeke» comparte una característica con el último equipo mencionado: su medio ha bajado su nivel. Por ello, toca analizar y explicar dos factores clave de la pequeña debacle de Erlend Våtevik «Nukeduck«.
Un contexto desfavorable
A pesar de que el medio no ha mostrado un nivel de juego ‘desastroso’ durante la primera mitad de la temporada de verano, sí que es cierto que no ha tenido todo el impacto que Origen necesita por su parte. Aunque sus estadísticas en fase de líneas no son malas, Nukeduck está lejos de ser el jugador que dominaba la calle central en el Spring Split de 2019.
Otro punto importante es que la entidad europea no puede aprovechar su amplio abanico de campeones. A pesar de haber llegado a jugar 16 personajes en una sola fase regular, el metajuego actual requiere prácticamente por obligación la presencia de Orianna, Syndra, Twisted Fate o Azir. Por ello, el noruego no puede explotar una de sus grandes virtudes, ya que el contexto del League of Legends actual está muy definido.
La presencia de estos campeones provoca por ende que el ritmo de las partidas no sea tan rápido como le gustaría al medio. Su incapacidad para dar un paso agresivo y poder crear ventajas en línea o en las calles laterales con las habilidades es algo que le ha apartado del foco de atención.
Demasiado predecible
Que Nukeduck no ha mostrado una evolución clara desde 2019 es una evidencia, pero Origen no es una excepción. Que la organización tenga un estilo de juego tan plano basado en el escalado es algo que perjudica al noruego. Esto provoca que jugadores como Andrei Dragomir «Xerxe» no se muestren más creativos como podría ser jugando alrededor de la calle central y del dúo jungla-medio.
Aunque Elias Lipp «Upset» esté a gusto con las peleas grupales, la agresividad de conjuntos como MAD Lions impide que Origen pueda llegar al punto en el que se encuentra más cómodo. Además, también cabe a añadir que carencias en los abanicos de campeones como es el caso de Mitchell Shaw «Destiny« todavía refuerzan que el club de xPeke sea todavía más plano dentro de la Grieta del Invocador. Dos o tres personajes de escalado junto a un iniciador es la piedra filosofal del equipo, algo que a la larga le está perjudicando.