Una temporada. Ese fue el tiempo que Luka “Perkz” Perkovic necesitó para imponer un reinado en la calle central. Su imperio no solo trascendió individual, ya que también lo hizo a nivel colectivo. Con él como principal dominador, G2 Esports consiguió hacerse cuatro títulos ligueros consecutivos, algo jamás visto hasta la fecha en Europa. Las cosas cambiaron con el ascenso de Rasmus “Caps” Winther en 2018. Su dinastía parecía diluirse ante el talento del danés, que se consagró como un jugador imparable.
Un año después, el mismo que hizo de verdugo en Fnatic, fichó por su mismo club. La llegada de la ya considerada estrella europea forzó al croata a jugar como tirador si quería mantenerse en la plantilla. Con el cambio de rol los primeros “larga vida al rey” aparecieron. Todo apuntaba a que su autoridad decaería. Sin embargo, tras ganar la primera edición de la renovada League of Legends European Championship y el Mid-Season Invitational, su reino no ha hecho nada más que expandirse.
Los primeros pasos importantes del medio llegaron de la mano de Gamers2 en el verano de 2015. Con Carlos “Ocelote” Rodríguez ya lejos de la Grieta del Invocador, la entidad necesitaba nueva sangre para salir de Challenger Series. Para ello depositaron la confianza en un jovencísimo Perkovic, que con tan solo 16 años tenía que ser la gran condición de victoria del conjunto. Lo cierto es que no decepcionó. Al abusar de su superioridad mecánica, marcó la diferencia y lideró a G2 hacia el torneo de promoción a la LCS. Fue en dicho playoff donde tuvo su primera gran prueba de fuego.
Una serie al mejor de cinco contra SK Gaming complicó el ascenso a los ganadores de la segunda división europea de League of Legends. La escuadra alemana consiguió forzar el quinto mapa tras una fantástica actuación de Simon «fredy122» Payne. Aunque la presión al tratarse de la partida final era inmensa, a Luka no le tembló el pulso. Una Onda de Choque a cuatro rivales con Orianna selló el pase. El club del precisamente exjugador de SK consiguió llegar a la máxima competición gracias al talento de un adolescente.
Llegados a la primera división, Gamers2 hizo un cambio drástico de imagen. La organización pasó a llamarse G2 Esports, mandó a Mateusz «Kikis» Szkudlarek a la calle superior e incorporó a Kim «Emperor» Jin-hyun y Kim «Trick» Gang-yun a Europa. Lo que no cambió fue la apuesta por sus dos novatos: Glenn «Hybrid» Doornenbal y Perkz. No obstante, el croata no solo iba a ser simplemente un jugador más. Ocelote se vio reflejado en el talentoso medio y no dudó en ofrecerle aquella confianza que gozó en su carrera deportiva. Por ello, a pesar de ser un debutante, no dudó en hacerle la estrella del equipo.
El croata una vez más, no decepcionó y sobrepasó a todos los jugadores de la calle central. Desde Jérémy «Eika» Valdenaire hasta nombres propios como Fabian «Febiven» Diepstraten o Erlend «Nukeduck» Våtevik. En tan solo 3 meses se coronó como el rookie de la temporada y dominó junto al jungla de Schalke 04 la competición. La joya de la corona la puso en las finales de Rotterdam contra Origen, cuando anuló tanto a Tristan «PowerOfEvil» Schrage como a Enrique «xPeke» Cedeño para ganar la competición. Los chicos malos acabaron la League Of Legends Championship Series por la puerta grande.
No obstante, las cosas cambiaron de cara al Mid-Season Invitational. Un exceso de confianza -y de vacaciones- antes del primer choque internacional auguró tanto a los samuráis como a la joven estrella una pesadilla difícilmente olvidable. El conjunto europeo se vio pisoteado en su debut intercontinental. Las ocho derrotas en total que recibieron dolieron mucho más al ver que Counter Logic Gaming, equipo norteamericano, había pasado a las semifinales de la competición a pesar de no ser favoritos para ello. La escuadra volvió de China con necesidad de cambios, tanto de mentalidad como en la plantilla.
Tras las flaquezas vistas en el MSI, la entidad decidió reforzarse con la calle inferior de Origen: Jesper «Zven» Svenningsen y Alfonso «Mithy» Aguirre. Con las filtraciones de los fichajes -hechas en pleno torneo mundial- la polémica estaba servida, y el rol de chicos malos más que consolidado. Más tarde llegó inesperadamente Ki «Expect» Dae-han, que había sorprendido gratamente a Ocelote por sus actuaciones en el servidor coreano. Perkovic seguía con el papel de protagonista, y ahora mucho mejor rodeado, las excusas por falta de preparación ya no valían. “Me da igual que la gente me elogie o me critique” decía el propio jugador. Él lo tenía bien claro: lo importante era ganar.
En la segunda etapa de 2016, la historia se repitió. G2 lideró de nuevo la liga sin dificultades sin contrincantes capaces de hacerle frente. Aunque Perkz no tuvo un rendimiento muy espectacular, principalmente por el metajuego de magos de control, mantuvo con su dinastía en la calle central. Sin embargo, cuando llegaron los Campeonatos Mundiales, las decepciones volvieron.
CLG volvió a enfrentarse las caras contra la escuadra europea y volvió a ganar la partida. Albus Nox Luna, la Cenicienta de la competición, hizo historia: consiguió un pase a los cuartos de final que dejó fuera a ambas LCS. Finalmente la angustia final la dió Song «Smeb» Kyung-ho con una Tempestad cercenante de Kennen que asombró al mundo entero. Otro ridículo internacional había sucedido, y aunque Kirill «Likkrit» Malofeyev mostró sus respetos a la organización con unas emotivas palabras, la herida escocía.
Para la séptima temporada no hubo cambios en la plantilla ni en Europa. La entidad de Ocelote consiguió su tercer reinado consecutivo sin apenas dificultades. No obstante, las cosas para el croata se pusieron un poco difíciles: que Caps le asesinara en línea en su debut fue un toque de atención. Por ello, aumentó la marcha y se mostró mucho mejor que nunca con los magos de control. Como consecuencia, la línea del medio no tenía ningún otro rey que no fuera el samurái.
Esta solidez individual y como grupo se vio recompensada en el MSI celebrado en Brasil. G2 superó una ajetreada fase de grupos. En cuartos de final les esperaba Team WE, pero no había miedo ninguno. El conjunto europeo ganó solventemente con un 3-1 a los campeones de la liga china, y Su «xiye» Han-Wei no pudo hacer nada contra un Perkz desatado. Más tarde, la final sería contra SK Telecom T1. Aunque por entonces el equipo de Lee «Faker» Sang-hyeok parecía invencible, los representantes de la LCS consiguieron sacarles un mapa. Aunque perdieron la final, dicha serie fue un golpe en la mesa de Luka: había dominado y matado al rey demonio en línea.
Después de dicho acto, el medio había limpiado su imagen internacionalmente y ganado el respeto del resto del mundo. Sin embargo, eso no era suficiente. “Quiero este legado detrás de mí” afirmaba en relación a la liga europea. Vaya si lo hizo: ganó por cuarta vez consecutiva el campeonato algo que nadie había hecho hasta la fecha. Dicha autoridad no la pudo mantener -de nuevo- en los Campeonatos Mundiales. El grupo de la muerte acabó con las esperanzas de G2, que no pudo superar a Royal Never Give Up y Samsung Galaxy. Pero a diferencia de la temporada pasada, en esta ocasión el equipo marchó de China con la cabeza bien alta. Habían peleado de tú a tú a dos de los equipos favoritos a ganar la Copa de los Invocadores.
En 2018 la historia cambió. De la plantilla que ganó tres campeonatos ligueros seguidos, solo se mantuvo el pupilo de Ocelote. Petter «Hjarnan» Freyschuss y Kim «Wadid» Bae-in llegaron procedentes de Roccat con la difícil tarea de substituir a Zven y Mithy. Aunque el fichaje de Martin «Wunder» Hansen supuso una mejora en relación a Expect, Marcin «Jankos» Jankowski aterrizó con la obligación de crear un dúo jungla-medio tan fuerte como el que tenían Trick y el croata. Fue a partir de este punto donde la dinastía empezó a caer.
Aunque el éxito en el Rift Rivals fue una pequeña excepción, la octava temporada de G2 se caracterizó por ir a remolque de Fnatic. En primavera cayeron en las finales contra el equipo de Martin “Rekkles” Larsson, mientras en verano ni tan solo llegaron a Madrid tras ser eliminados por Misfits en los cuartos de final. Perkz era el líder y el jugador más consistente de todos, pero Caps explotó todo su talento. Por primera vez la cara visible del club se quedó a la sombra de un rival por primera vez en su carrera. Aunque las cosas no pintaban bien, finalmente consiguieron un pase para los mundiales. Una competición que cambió drásticamente su balance de todo el año.
A punto de caer ante Infinity Esports en el Play-In, las cosas no empezaron bien para los cuatro veces ganadores de la LCS. Sin embargo, a medida que transcurrió la competición, el conjunto fue mejorando y superándose a sí mismo. Primero fue capaz de sellar su pase a cuartos de final tras quedar segundos por detrás de Afreeca Freecs en el grupo A. Los samuráis habían superado sus malos récords anteriores, pero su próximo enfrentamiento no auguraba un buen destino. Royal Never Give Up, el campeón del MSI, League of Legends Pro League y favorito para ganar la competición, era su rival. No obstante, el medio se encargó de dejar bien claro al mundo entero quién era Luka Perkovic.
RNG tuvo que jugar a contra remolque gracias a los dos bloqueos permanentes que fueron Heimerdinger y Tahm Kench, un factor que G2 supo explotar. Al tener dicha ventaja, los europeos jugaron alrededor de composiciones 1-3-1. Sin embargo, el momento más memorable fue la quinta partida. Aquella que parecía que por experiencia el mapa se lo llevarían los favoritos, acabó en las manos de Perkz. El croata, enfundado bajo el disfraz de Houdini con LeBlanc, lideró como buen rey a los suyos e hizo que su equipo pasara a las semifinales. Un año y medio después de jugarle de tú a tú a Faker había conseguido su mejor resultado internacional y enorgullecer a toda una región.
No obstante, el medio no pudo hacer lo mismo que con el rey demonio contra Song «Rookie» Eui-jin. Ni siquiera Wunder pudo hacer cara a Kang «TheShy» Seung-lok. Invictus Gaming vapuleó a los pupilos de Fabian «GrabbZ» Lohmann y les eliminó de las semifinales con un sabor muy amargo a pesar de sus anteriores gestas. Aunque independientemente tenían mucho mérito, Ocelote y el medio sabían que necesitaban dar otro paso para poder conseguir las metas que tenían en proporción a su ambición. Y así fue.
Igual que el cambio de LCS a LEC fue toda una revolución, G2 no se iba a quedar atrás: Perkz pasó a ser el tirador de la plantilla para dar paso a Caps en la calle central. Su amigo Mihael «Mikyx» Mehle le acompañaría en la calle inferior en el lugar de Wadid. Los semifinalistas mundiales pasaron tres de los presumiblemente mejores jugadores de todo occidente y a los más eficientes de la región. Sin embargo, para el nuevo ADC era un reto: ¿sería capaz de mantener el nivel que tenía en su posición natural? Las dudas se disolvieron a medida que avanzó la temporada.
Era bastante claro que Perkovic no iba ser el mejor desde unos inicios, y más teniendo delante a jugadores como Rekkles, Steven «Hans Sama» Liv , Amadeu «Attila» Carvalho o Elias «Upset» Lipp. No obstante, lo suyo fue una progresión en la que mantuvo una virtud que como medio ya tenía: constancia. Fue gracias a ella y a su adaptación con la que consiguió firmar una notable primera temporada como tirador. Al fin y al cabo, para él era “más fácil que ser medio”. Con una superioridad clara en relación al resto de equipos de la LEC, el título liguero acabó otra vez en sus manos.
Con la plantilla que había formado G2, ganar la renovada liga europea no era un reto, era prácticamente una obligación. El desafío vendría internacionalmente de nuevo en el Mid-Season Invitational. En esta ocasión, había doble revancha. Primero ante Invictus Gaming tras las pasadas semifinales de los campeonatos mundiales, luego ante SK Telecom T1 por arrebatarles aquella final del MSI en Brasil. A partir de aquí, ya conocemos la historia más reciente.
Aunque en fase de grupos no consiguieron desquitarse ante los campeones de la LPL, sí que lo pudieron hacer ante SKT. Un 3-2 contra el conjunto de la League of Legends Champions Korea en semifinales les llevó al enfrentamiento final contra Team Liquid. Allí sí que no necesitaron ningún Pyke en la calle superior o Syndra como ADC. Los norteamericanos fueron vapuleados con un contundente 3-0 y se vieron sobrepasados en todos los sentidos. No obstante, aquella serie fue la fiesta occidental. Chinos y coreanos habían sido eliminados, no habían finalistas orientales, todo un hecho sin precedentes.
La brillante actuación de Perkz con Xayah tuvo recompensa: se convirtió en el jugador europeo más laureado de la historia. Con ello, su dinastía está más viva que nunca. A pesar de los altibajos de 2018 y su último cambio de rol, el croata es el rey. Una vez más, lo ha demostrado. Y en esta ocasión, en un escenario que aún le quedaba pendiente: el internacional. El próximo paso son los Campeonatos Mundiales. Pero antes de llegar a ese momento, queda disfrutar de la segunda temporada de la LEC.
Foto de cabecera propiedad de Riot Games