Desde mediados de 2018 Corea del Sur no ha pasado su mejor época. El auge de China en la octava temporada puso a la League of Legends Champions Korea (LCK) entre la espada y la pared. No solo fue el país vecino el que puso a la región contra las cuerdas, equipos como G2 Esports también se apuntaron a la fiesta en el pasado Mid-Season Invitational. Pero ahora, parece que las cosas empiezan a cambiar, o al menos lo intentan. La LCK ganó por tres a uno la final del Rift Rivals oriental contra la League of Legends Pro League, su eterna rival. Después de mucho tiempo sumidos en la oscuridad de la derrota, parece que vuelven a restablecer el orden que predominaba anteriormente.
Corea abrió la lata del marcador con una victoria de Kingzone DragonX contra Invictus Gaming, los vigentes campeones del mundo. Kang «TheShy» Seung-lok consiguió ventaja en los primeros minutos de la partida gracias al apoyo de Gao «Ning» Zhen-Ning. A partir de ahí empezó su recital particular con Renekton. El top fue el jugador más decisivo de los campeones de la LPL, fue superior gracias a su habilidad individual y omnipresente en toda la acción que proponían sus compañeros. Una pelea pasado el cuarto de hora en la calle central fue el reflejo de todo lo que el coreano podía llegar a hacer. A pesar de arrollarse en los primeros minutos de la partida, Kingzone tuvo todo controlado.
Los coreanos de la LCK jugaron alrededor del escalado gracias a una composición con Karthus en la jungla, Corki en medio y Ezreal como tirador. Una vez llegados los picos de poder de los personajes, el conjunto empezó a pelear. Cuando Moon «Cuzz» Woo-chan tenía disponible el Réquiem y Yoo «Naehyun» Nae-hyun contaba con la Entrega Especial, las escaramuzas eran forzadas por Kim «Rascal» Kwang-hee con Camille al instante. Fieles a su estilo de juego, complementaron el control de sus habilidades definitivas con estrategia para derribar las torretas de IG. Fieles a su estilo ganaron a los mismos que arrasaron en los pasados Campeonatos Mundiales.
El segundo partido lo disputaron SK Telecom T1 y Top Esports. SKT aún estaba en horas bajas después de sus malas sensaciones en la liga, pero estas sensaciones desaparecieron en el mismo momento en el que empezó la partida. Kim «Clid» Tae-min fue determinante para hacer un efecto de bola de nieve imparable para Top. Con Elise fue esencial, inició la acción en la calle inferior junto a Cho «Mata» Se-hyeong y más tarde extrapoló esa ventaja a la zona superior del mapa para poner a Kim «Khan» Dong-ha por delante.
Mientras el exjugador de JD Gaming jugaba su propia partida, Lee «Faker» Sang-hyeok tuvo que vérselas con Zhuo «Knight9» Ding. El chino jugó Lucian en medio para contrarrestar la Neeko del considerado mejor jugador de la historia de League of Legends. Pero aunque el prometedor miembro de TES aguantó el duelo, no pudo evitar la genialidad del rey demonio. Un Brote Sorpresa que atrapó tanto al medio, como Lee «LokeN» Dong-wook y Xiong «Moyu» Hui-Dong decidió la partida a favor de los coreanos. Justo cuando Top parecía encontrarse en la Grieta del Invocador, el tricampeón mundial decidió la partida.
Con el dos a cero en el marcador, el punto de partido era para la LCK. Era el turno de Griffin y FunPlus Phoenix, un choque entre los líderes de las dos grandes ligas asiáticas. Los primeros clasificados de Corea solo tenían que culminar el trabajo que habían hecho sus compatriotas, mientras que los chinos debían ganar para poder remontar. Precisamente fue un coreano, Kim «Doinb» Tae-sang, el que hizo que la LPL aún tuviera esperanzas.
Sin pensárselo dos veces, el medio de FPX escogió Pantheon para hacer frente a la Irelia de Jeong «Chovy» Ji-hoon. La jugada salió prácticamente para los representantes de China, consiguieron la primera sangre para el Artesano de la Guerra después de conseguir un Dragón de Océano. Acto seguido traspasaron la ventaja a la calle inferior, en la que hicieron la vida imposible a Park «Viper» Do-hyeon, que estaba bajo los mandos de Viktor.
Precisamente la persistencia de FunPlus en dejar lo más atrás posible el dúo de Griffin fue lo que dio ventaja a sus contrincantes. Chovy consiguió dos asesinatos tras un buen uso del Teletransportar para apoyar a sus compañeros en un dive que estaban sufriendo. No obstante, las cosas acabaron rápido para los coreanos. Los chinos consiguieron la muerte del medio y de Choi «Sword» Sung-won, lo que les permitió obtener un Barón Nashor sin apenas oposición. Lee «Tarzan» Seung-yong intentó el milagro con un robo del objetivo, pero no fue posible. La LPL sumaba un punto en la serie al mejor de cinco.
Después de una gran tercera partida, llegó el que sería el duelo final entre Damwon Gaming y JD Gaming. Damwon tenía la responsabilidad de sentenciar la victoria de su región, mientras que JD tenía que mantener vivo el espíritu de la remontada. Precisamente esa esperanza se vio alimentada con la primera sangre de Gu «imp» Seung-bin sobre Sin «Nuclear» Jeong-hyeon cuando ni siquiera había pasado el primer minuto de partida. Girar el resultado parecía aún más posible cuando el conjunto chino consiguió siete muertes en tan solo siete minutos de partida.
Aunque Heo «ShowMaker» Su y Nuclear se tenían mucha desventaja en relación a sus rivales, DWG fue capaz de cambiar la situación. Kim «Canyon» Geon-bu aportó daño con Karthus y Cho «BeryL» Geon-hee marcó la diferencia con Alistar. Sus iniciaciones fueron claves, logrando cadenas de control sobre cuatro rivales. Esto provocó que las escaramuzas fueran favorables para Damwon. Como consecuencia, los coreanos remontaron las desventajas y pusieron a funcionar la maquinaria del 1-3-1 de su composición. El apoyo remató su actuación con otro combo del Minotauro en el que coordinó el Testerazo junto al Destello para conseguir una Pulverización sobre dos objetivos. Con el tres a uno final la LCK ganó el Rift Rivals, un torneo que aún se les resistía e hizo un paso adelante para volver a ser la región dominante que era.