El pasado mes de julio la escena de la Liga Latinoamérica (LLA) presenció el nacimiento de un nuevo escándalo de la mano de uno de sus participantes. Kaos Latin Games (KLG) y Siempre Games, empresa propietaria de Azules Esports, han sido acusadas de impagos, irregularidades contractuales y mala praxis por parte de exjugadores y anteriores miembros de su staff. Los demandantes han acusado a las entidades de incumplir sus promesas. La falta de respuestas por parte del histórico club chileno ha obligado a Riot Games Latinoamérica a realizar una investigación que todavía se está desarrollando.
La unión entre Kaos Latin Gamers y Siempre Games nació en 2020. En 2019 KLG cayó en la fase de ascenso/descenso de LLA, perdiendo su plaza en la máxima competición latinoamericana frente Azules Esports. Tras dicho resultado deportivo Francisco Osorio, anterior CEO del club chileno, recibió una oferta de Siempre Games para comprar la marca del club chileno. El acuerdo buscaba fusionarla con Azules, algo que dejaría a ambas organizaciones en la máxima categoría.
Impagos dentro de KLG
Jorge Carreño “Ragu”, exmanager de KLG antes de la fusión del equipo chileno con Azules Esports y gerente deportivo del club tras dicha fusión, es uno de los afectados. «Me solicitaron seguir en el equipo pese al cambio de administración, pero esta vez como gerente deportivo. Después de videollamadas con los nuevos dueños, acordamos un monto X de salario mensual y objetivos de mi rol; esto fue en noviembre de 2020» asegura el anteriormente jungla, que se reunió con los nuevos dueños procedentes de Siempre Games.
A pesar del buen comienzo con la organización, Ragu se encontraba constantemente con impedimentos para realizar sus tareas como gerente deportivo: «Nunca pude negociar con ningún jugador, no tenía voz a la hora de fichar jugadores ni si era rentable ingresar en una nueva disciplina o campeonato». Daslav Ríos, CMO de Siempre Games y responsable de su contrato, desapareció del organigrama. Su marcha provocó el desentendimiento de los nuevos dueños con el acuerdo inicial negociado. «Se me ofreció un nuevo monto salarial mensual que era aproximadamente un 60% del que había acordado» explica el manager.
La salida de Ragu estuvo en parte provocada por el incumplimiento del acuerdo inicial. El manager explica que nunca tuvo un acuerdo y que, ante esta situación, Siempre Games se excusó en la prioridad de finalizar la fusión de KLG y Azules Esports. La falta de contrato provocó que el chileno trabajara gratuitamente desde noviembre de 2020 hasta junio de 2021 al encontrarse “en un puesto de orientación”. Actualmente asegura que está en contacto con los dueños para que se le paguen esos meses trabajados, habiendo recibido solamente la nómina de uno de ellos.
Más allá del equipo de League of Legends
Otro de los afectados por la situación es Frankie, ex Community Manager de KLG, que abandonó la organización el pasado mes junio. Igual que Ragu, Frankie tampoco tuvo contrato y no cobró desde noviembre de 2020 hasta su marcha. «Nos prometieron que a principios de año tendríamos contrato y lo adeudado pagado, que la tardanza era debida a la fusión entre KLG y Azules Esports» explica el CM. Sin embargo, asegura otros miembros de la organización con un puesto similar “sí estaban con contrato desde el primer momento y recibiendo su salario como tocaba”.
«Siempre Games tiene mi correo y mi número de teléfono, nunca han intentado ponerse en contacto conmigo para arreglar la situación. He intentado contactar con Michel López Martineau (COO de Siempre Games) sin éxito desde mayo» asegura el CM. Frankie asegura que todavía que no ha recibido ningún pago por parte de la organización, pero no es el único: «Aparte de Ragu y yo, sé que hay gente sin cobrar lo que se les adeuda». Por el momento la investigación hecha por Riot Games sigue en marcha y la única declaración oficial de Siempre Games es un comunicado publicado en Twitter el pasado 16 de septiembre. La empresa no ha querido responder a la solicitud de declaraciones de Esportmaníacos.
Desgraciadamente la escena latinoamericana ya se ha visto sacudida por casos similares en el pasado. El pasado mes de abril LDM Esports acabó en la quiebra tras un contexto similar. Ezio, uno de los copropietarios de LDM y encargado de las operaciones en el norte de América Latina, dejó una deuda de cientos de miles de dólares tras una salida espontánea. Misrain Valencia Bustos “Misrra”, fundador y copropietario del club, tuvo que hacerse cargo de la deuda generada después de la marcha de Ezio. A pesar de que Misrra saldó los impagos jugadores de VALORANT y League of Legends, el club no consiguió salir adelante. La organización se declaró en quiebra y tuvo que cesar sus operaciones.
Comunicado de Siempre Games pic.twitter.com/3SzvnsPxPo
— Siempre Games (@siempregamesLA) September 16, 2021