Donald Trump catapultó su campaña electoral para las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2016 en gran parte gracias a su promesa de construir un muro gigante en la frontera con México. Más allá de querer transmitir el endurecimiento de la política migratoria, el que es ahora presidente de los EE.UU mostró el rostro más crudo de la xenofobia y el racismo de algunos sectores republicanos. Para el conservadurismo es mucho más fácil culpar de los males propios al extranjero que no mirarse cara a cara en el espejo. Sin embargo, el League of Legends norteamericano demuestra todo lo contrario. En el último lustro la League of Legends Championship Series (LCS) ha dependido internacionalmente del rendimiento de sus fichajes no nativos, algo de lo que Nicolaj Jensen «Jensen» ha sido el gran exponente.
Un arranque accidentado
Jensen llegó a América del Norte de la mano de Cloud9 (C9) en mayo de 2015 después de que Riot Games levantara su suspensión permanente. El danés dejó atrás su toxicidad al ser capaz de jugar de tú a tú a Soren Bjerg «Bjergsen«, el por entonces indiscutible mejor jugador de la LCS. Aunque C9 requirió a Hai Du Lam «Hai» en la jungla para poder funcionar, la organización remontó los malos resultados iniciales y consiguió su billete a los Campeonatos Mundiales. Esa misma remontada hizo que el club llegara a la cita mundial con la etiqueta de cenicienta, algo que el conjunto azulón cambió en la primera semana.
En la quinta temporada Cloud9 dominó el arranque de Worlds en el grupo B bajo la sorpresa de todo el mundo. La entidad fue la más rápida en adaptarse al metajuego del momento, uno en el que los juggernauts como Darius eran demasiado poderosos, y acabó líder en la primera semana con un 3-0 ante todo pronóstico. La comodidad de Jensen fue esencial ya que aseguró presión constante en línea y por lo tanto dio un margen de seguridad a Hai. Con Veigar como selección sorpresa el medio tuvo un buen debut internacional, algo que no fue capaz de igualar en la vuelta.
En la segunda semana tanto Fnatic como AHQ eSports Club consiguieron neutralizar las herramientas de los norteamericanos y les dejaron sin cuartos de final. Tanto Liu Shu-Wei «Westdoor» como Fabian Diepstraten «Febiven» tuvieron todas las facilidades por parte de su equipo para poder extender su presencia en toda la Grieta del Invocador. En cambio, el danés no pudo disfrutar de este mismo factor y dio la primera demostración de por qué la LCS le necesita tanto a nivel internacional.
El asentamiento Jensen
A nivel regional Jensen se consolidó en 2016 como el gran medio de la LCS al lado de Bjergsen. Ese mismo auge a nivel personal fue el que le llenó de ambición de cara a los que fueron sus segundos Campeonatos Mundiales. Con T1 -por entonces SK Telecom T1- en el mismo grupo, el danés tenía un gran objetivo: ganar a Lee Sang-hyeok «Faker«. «Can’t wait to clap Faker» escribía en Twitter el que fuera miembro de C9. El coreano demostró en su encuentro por qué era conocido en todo el mundo como «rey demonio», algo que sirvió como toque de atención para los próximos partidos.
Con una gran dominación en fase de líneas el jugador anuló a Kang Ha-woon «Athena» y Huang Yi-Tang «Maple«. Junto a un soberbio Jung Eon-yeong «Impact» dio a Cloud9 el pase a los cuartos de final. En la fase eliminatoria el conjunto nortamericano fue eliminado por el subcampeón del torneo, Samsung Galaxy. De todas formas el conjunto peleó, algo importante dado el contexto de hegemonía coreana. El asesinato individual sobre Lee Min-ho «Crown» -que estaba en el pico de su carrera- fue un reflejo de la importancia del buen estado de forma del medio internacionalmente.
En 2017 la historia de Jensen en el torneo más importante a nivel internacional se repitió pero con algún matiz más doloroso. Faker volvió a demostrar quién es el mejor jugador de la historia de League of Legends, pero el medio superó por completo a Westdoor y Lee Ye-chan «Scout«. Dio a Cloud9 una vez más el pase a los cuartos de final con un Impact esencial gracias a su versatilidad. El danés supo readaptarse y cómo jugar alrededor de la calle inferior. Aplicar este estilo de juego era prácticamente una obligación en un metajuego en el que el Incensario Ardiente era en el objeto más valioso de todo el juego.
Sin embargo, el dolor llegó en forma de quinto mapa. Jensen era conocido como el gran jugador incapaz de ganar en los momentos decisivos. Desgraciadamente lo que parecía una maldición a nivel regional se repitió internacionalmente. Team WE eliminó a C9 en los cuartos de final de los mundiales con un ajustado 3-2. Precisamente fueron el gran rendimiento del danés y el Singed de Impact los dos factores que permitieron a los subcampeones norteamericanos pelear hasta el final. Partiendo de la base de que Team SoloMid (TSM) -campeón de la región- acabó eliminado de la fase de grupos de aquellos Campeonatos Mundiales, Cloud9 hizo de algo inimaginable una realidad: un representante de la LCS le compitió a la League of Legends Pro League (LPL). Tanto en 2016 como en 2017 el conjunto azulón fue el único club norteamericano que accedió a la fase eliminatoria.
Historia de la LCS
El gran auge de la LCS en Worlds llegó en 2018. Impact fichó por Team Liquid (TL), equipo que dominó América del Norte en los siguientes dos años. En cambio, Jensen apostó por su continuidad en Cloud9, una que peligró en el verano de la octava temporada. El conjunto azulón llegó a ser décimo en la fase regular de la liga norteamericana y el danés pagó su mal rendimiento con el banquillo. Finalmente tras un reajuste en la plantilla -gracias al buen uso de los jugadores procedentes de la academia- la organización remontó sus malos resultados y quedó subcampeona de la competición una vez más. Lo que nunca iba a imaginar el club es que iba a hacer historia en el año que sufrió su mayor crisis deportiva.
Los mundiales de 2018 son recordados por la caída de Corea del Sur. Tras superar el Play-in Cloud9 fue destinado al grupo de la muerte con Royal Never Give Up, Team Vitality y Gen.G. No era la primera vez que la entidad llegaba a una cita internacional bajo la etiqueta de cenicienta. Sin embargo, el equipo fue capaz de realizar una remontada espectacular. Tras una pobre primera semana C9 en su totalidad mostró su mejor versión dejó fuera a Vitality y Gen.G para colarse una vez más en los cuartos de final. Jensen destronó los magos de control de Daniele di Mauro «Jiizuke» y Crown, algo que permitió que la plantilla desarrollara un estilo de juego agresivo.
Esa misma aceleración fue la que provocó la gran sorpresa: los norteamericanos eliminaron a Afreeca Freecs en la fase eliminatoria. Por primera vez un representante de la LCS se colaba en las semifinales del torneo más importante de League of Legends. Además, lo hizo por todo lo grande, eliminando a un representante de la League of Legends Championship Korea (LCK). El danés hizo parecer a Lee Seo-haeng «Kuro» un novato, algo que sirvió de base para que Eric Ritchie «Licorice» pudiera hacer locuras como robar un Barón Nashor con un ataque básico o que Dennis Johnsen «Svenskeren» ganara todas las escaramuzas posibles en la jungla. Mientras Liquid fue incapaz de pasar de la fase de grupos, Cloud9 hizo historia pero fue eliminado en la siguiente ronda por Fnatic. Rasmus Winther «Caps» dominó a Jensen, algo que provocó un ‘efecto dominó’ e hizo caer al resto de integrantes norteamericanos.
La caída norteamericana
Tras un gran recorrido con Cloud9, Jensen decidió abandonar el club para fichar por Team Liquid de cara a la novena temporada. Al danés todavía tenía pendiente proclamarse campeón de la LCS, algo que consiguió en la temporada de debut con su nuevo equipo. Reunido de nuevo con Impact llegó a la final de último Mid-Season Invitational y junto a la excelencia de Jo Yong-in «CoreJJ» demostró que Liquid contaba con el mejor equipo de la historia de América del Norte. Sin embargo, las expectativas generadas anteriormente no se correspondieron en la última edición de los Campeonatos Mundiales.
Team Liquid no dio la talle y no superó la fase de grupos de Worlds en 2019. El conjunto ilusionó en la primera semana tras ganar a Damwon Gaming, pero aquella victoria solo fue un espejismo. Los por entonces campeones norteamericanos no consiguieron desarrollar su estilo de juego, uno que empezaba a través de un Jensen dominante. Heo Su «ShowMaker» y Song Eui-jin «Rookie» fueron la peor de las pesadillas del danés, algo que no permitió a Jake Kevin Puchero «Xmithie» desarrollar recorridos de jungla eficientes y, por lo tanto, dar ventajas de oro a sus líneas. Con tres victorias, tres derrotas y un asesinato individual del medio de Invictus Gaming el medio fue eliminado en la fase de grupos por segunda vez en su carrera. Ninguno de los otros dos representantes de la LCS tampoco llegó a los cuartos de final.
Actualmente Jensen ya es un residente norteamericano, algo que permitió a TL fichar a Mads Brock-Pedersen «Broxah» y mantener a CoreJJ. 2020 no ha sido el año ideal de la organización ya que su primavera estuvo marcada por sus constantes problemas y en verano fue eliminado en las semifinales de la LCS por TSM. Liquid deberá arrancar el torneo desde el Play-in para poder competir con los mejores, una experiencia que por suerte el medio ya ha afrontado.
Jensen no es el prototipo de extranjero repudiado por Trump, los republicanos y los sectores conservadores de los demócratas. Al ser blanco, europeo y procedente de una clase social a priori mediana no es el clásico objeto de las críticas xenófobas. Sin embargo, el danés cuenta una vez más con las llaves del éxito internacional de la LCS a pesar de no ser nativo. En definitiva, el medio es una prueba más de por qué echar la culpa de todos los males sistemáticamente a los forasteros es una estupidez. América del Norte le necesita internacionalmente más que nunca ya que la región se enfrenta al año más duro de su historia reciente. El reto comenzará el próximo 25 de septiembre contra MAD Lions, la gran sorpresa de la League of Legends European Championship (LEC) de 2020.