Hacer del desprecio una sinfonía, el arte de ShowMaker
«Para mí es sinfonía que me piten en el Bernabéu«. Gerard Piqué, futbolista del FC Barcelona, enmudeció toda una sala de prensa con sus declaraciones de antimadridista confesado. Él, un culé de los de siempre, en vez de esconderse de las críticas, es de los que las pelea de frente. El central se alimenta de ellas, se motiva solo de pensar que puede silenciar un estadio entero y se crece cada vez que consigue irse con la suya. En definitiva, una persona odiosa si está en tu contra. Durante los Campeonatos Mundiales de 2020, Heo Su «ShowMaker» ha seguido su rastro. El medio de Damwon Gaming se ha hecho más grande dentro de la Grieta del Invocador a medida que ha recibido más desprecio, algo que finalmente le ha servido para tener bajo su regazo la Copa del Invocador.
Es curioso porque, a pesar de ser de dos contextos radicalmente opuestos, Piqué y ShowMaker son dos personas con un carácter muy similar. El central, a pesar de formar parte del primer equipo, no es una persona institucional de cara al público. Él no va con el més que un club o els valors por delante, él es un culé competitivo, de los que quiere ver perder al Real Madrid siempre. En otras palabras, es todo lo contrario a la imagen deportiva del club. Al medio le sucede lo mismo porque deja atrás la tradicional humildad oriental. El coreano, en vez de mostrarse cordial como su compañero Jang Ha-gwon «Nuguri«, pasa de la falsa modestia. Sabe que desde este verano es de lo mejor que hay en todo el mundo a nivel de League of Legends y, en vez de callárselo, te lo recuerda dentro y fuera de la Grieta.
El antieuropeismo de ShowMaker
A ShowMaker le dejó muy tocado que en 2019 G2 Esports le eliminara en los cuartos de final de Worlds. El medio salió muy tocado del Palacio de Vistalegre, le sentó como el ‘Tamudazo’ a Piqué: como una patada en el estómago. La rivalidad que originó de la nada fue tan grande que, en el vídeo promocional de las semifinales producido por Riot Games, su único mensaje era el del deseo de venganza. En cambio G2, se escudó en su carácter vacilón, defendiendo que para ellos simplemente fue «otra serie más» al mejor de cinco.
Sin embargo, el coreano obtuvo su venganza. Damwon Gaming fue constantemente superior a los samuráis y ShowMaker, consciente de ello, decidió ser en la Grieta del Invocador lo que realmente es: un cabrón. A pesar de estar según sus propias palabras «nervioso» al principio de la serie, el medio mostró constantemente a los jugadores de G2 iconos de FunPlus Phoenix, su verdugo en la final de Worlds de 2019. Cada vez asesinaba a alguien, icono, y cuando quería enfurecer ya a toda Europa, también enseñaba el de Invictus Gaming.
La consecuencia de ello fueron una cantidad de desprecio que a priori era inimaginable, nunca vista hasta ahora en un jugador coreano. Todo Twitter revolucionado con el «saca la chapa», la comunidad occidental encima del campeón del mundo porque había tenido la osadía de darle a G2 Esports su propia medicina. ShowMaker, en vez de amedrentarse, hizo como Piqué y todo cabrón de manual: recrearse en la rabia de sus oponentes.
El antimadridismo particular del coreano
Sin embargo, a pesar de que el medio tenía una cuenta pendiente con G2, su rivalidad principal no era con el club europeo. Su «antimadridismo» particular era con la League of Legends Pro League (LPL), región que le quitó a la League of Legends Championship Korea (LCK) el título de dominadora internacional. De hecho, su principal motivación de cara a la final de Worlds era ganar a un equipo Chino en su propia casa. ShowMaker es más forofo de la LCK que la propia KeSPA, la asociación que la organiza junto a Riot Games.
Claro, con tal rivalidad marcada en la rueda de prensa previa a la final, la afición china atacó directamente a ShowMaker antes y durante la serie. Los seguidores de la LPL, mucho más radicales que los europeos, machacaron constantemente al coreano para desconcentrarlo. Sin embargo, él hizo de todos los comentarios negativos una música para sus oídos. Su banda sonora particular de la victoria era tan evidente que repitió con Tang Huan-Feng «huanfeng» la vacilada que le hizo a G2 Esports. Un emoticono de Teemo mientras encajaba cada habilidad a la perfección para acabar con su vida.
Antes de la final se ponía en duda la capacidad si la aparición de público afectaría al coreano y todo Damwon Gaming. Sin embargo él, como buen cabrón, vio la posibilidad de poder callar a un estadio entero y dio un paso adelante. ShowMaker ha conseguido una Copa del Invocador a contracorriente porque ha hecho del desprecio su sinfonía, algo que hasta ahora solo había hecho Park Jae-hyuk «Ruler» a posteriori. El medio ha demostrado a lo largo del torneo por qué podía permitirse el lujo de ser un prepotente y no se conforma: el año que viene quiere que la LCK vuelva a ganar. Heo Su, contigo empezó todo.