Una de las grandes noticias de estos Worlds ha sido el retorno de la Vietnam Championship Series (VCS). Después de dos años ausente por las restricciones de Vietnam con la pandemia, la liga compite de nuevo en un escenario internacional que tanto le ha añorado. Pensar en la VCS sin tener en mente a GAM Esports es un ejercicio prácticamente imposible. Tampoco se queda atrás Saigon Buffalo con su actuación en el Mundial de 2018. Sin embargo, la influencia que tuvo GAM cuando se presentó en 2017 bajo el nombre de GIGABYTE Marines ha quedado marcada en el imaginario de League of Legends.
El motivo por el que GAM Esports consiguió generar un recuerdo tiene que ver directamente con su estilo de juego. Pocos equipos en la historia de League of Legends han representado tan bien qué significa la anarquía en la Grieta del Invocador. Con la excepción de los seguidores de Fnatic, ver en cada uno de los jugadores sed de sangre y un Nocturne a nivel seis después de solo cinco minutos de partida era algo fácilmente apreciable. Es bastante probable que Mijaíl Bakunin diera su aprobación a ese anarquismo si entendiera qué es el videojuego de Riot Games.
Aquel GAM Esports forzó el famoso triple empate del grupo A con Fnatic, Immortals y ellos mismos con un récord de dos victorias y cuatro derrotas. Los vietnamitas cayeron por el camino a costa de un conjunto naranja que hizo historia después de un inicio extremadamente reprochable. Sin embargo, todo el espectáculo ofrecido por el club anteriormente conocido como GIGABYTE Marines hizo de su caída un adiós con dignidad. El recuerdo positivo que generó fue tan grande que, a día de hoy, todavía tapa el mal paso que tuvo en su última aparición mundialista.
De 2017 a 2019 la única pieza que se mantuvo en el equipo fue Đỗ Duy Khánh «Levi«. Si el jungla de Weibo Gaming, Lê Quang Duy «SofM», es el jugador vietnamita que por resultados ha llegado más lejos, el jugador de GAM Esports es el más icónico. Probó suerte en América del Norte en América del Norte de la mano de 100 Thieves y en China junto a JD Gaming. No obstante, su lugar estaba, está y estará en Vietnam. Pocos profesionales hacen de portavoces de una liga con la misma fuerza que Levi con la VCS. La importancia de su imagen para la competición está prácticamente a la misma altura que la de Lee Sang-hyeok «Faker» para la League of Legends Championship Korea (LCK) o Yiliang Peng «Doublelift» para la League of Legends Championship Seres (LCS).
La organización convenció a Kiaya para que replicara el movimiento que hizo Perkz con caPs en G2 Esports
Sin embargo, la importancia del último GAM Esports que llegó a Worlds no reside sólo en su estrella, también en sus líneas individuales. GAM fichó a mediados de 2019 a Phạm Minh Lộc «Zeros» como nuevo top. Lo que había hecho el club era juntar a los dos mayores talentos de la VCS y mantener a Trần Duy Sang «Kiaya», otro en pleno desarrollo. La organización convenció a Kiaya para que replicara el movimiento que hizo Luka Perkovic «Perkz» con Rasmus Winther «caPs» en G2 Esports: que le dejara a su anterior rival su posición y cambiara de rol. El jugador abandonó la calle superior -a la que ahora ha vuelto- para asumir el rol de medio. A priori, el equipo podría llegar donde anteriormente se quedó corto por ejecución mecánica.
El grupo que el destino adjudicó a GAM Esports dio motivos para soñar. FunPlus Phoenix era el rival inalcanzable al tratarse del campeón de la League of Legends Pro League (LPL), pero el resto no. J Team llegaba como campeón de la extinguida League of Legends Master Series (LMS), actual Pacific Championship Series (PCS). Aunque la LMS tuviera más recorrido gracias a clubes como Flash Wolves y AHQ Esports Club, GAM podía mirar cara a cara a JT. El último pero no menos importante equipo en discordia era Splyce, tercer clasificado europeo. Habiendo plantado cara a clubes como Fnatic en el pasado, ¿por qué iba a asustar un equipo clasificado del Play-In tras sufrir un ajustado 3-2 contra Unicorns of Love?
GAM Esports contaba con alicientes con los que se podía crecer dentro del escenario internacional. Sin embargo, la preparación de sus rivales fue extremadamente potente y dañina para el club. La trascendencia de Levi fue fundamental y, probablemente, el único argumento de victoria del equipo junto a Kiaya. GAM se las tuvo que resolver con el dúo jungla-medio después de auténticos desastres en las calles laterales. En la superior, Zeros era objeto de emboscadas constantes por dos motivos: porque los oponentes reconocían que era el carry en las peleas grupales y sus sobreextensiones provocadas por la hiperagresividad.
Zeros, suspendido permanentemente por bromear públicamente sobre la pandemia en la época dura, todavía tenía un argumento sobre el que agarrarse. Sin embargo, la situación en la calle inferior fue terrorífica. Nguyễn Tuấn Thọ «Zin» y Nguyễn Ngọc Hùng «Slay» fueron víctimas de una diferencia individual abismal. Ni siquiera calles inferiores especializadas en la fase de líneas como la de FunPlus Phoenix tenían dificultades ante ellos. Daba igual que el dúo de GAM Esports intentara sorprender con selecciones poco habituales, véase a Syndra como tiradora o el antiguo Volibear como apoyo. El barco de los Marines naufragaba por muchos costados, Levi y Kiaya intentaban tapar las vías de agua pero ir a contracorriente impidió la salvación.
La última aparición de GAM Esports en un Mundial acabó con un récord de una victoria y cinco derrotas. Sólo superó a J Team en su primer enfrentamiento directo. Curiosamente con Nocturne para Levi, un Kled para Kiaya y una Akali en manos de Zeros. Teniendo a una Syndra ‘débil’ delante, Zin y Slay se encontraron en el primer enfrentamiento donde no sangraron exageradamente. Un 1-3-1 marcado con definitivas que facilitaban iniciar cualquier pelea. La calle inferior estaba formada por Kai’Sa y Nautilus. La composición era una misma radiografía de cómo los marines entendían y siguen entendiendo League of Legends. Posteriormente J Team se vengó porque así quiso Chu Chun-Lan «FoFo«, pero a día de hoy los recuerdos de Vietnam que genera GAM Esports siguen con un significado completamente distinto al habitual.