Fnatic consiguió una vez más hacer soñar a toda Europa y acabó de nuevo destrozado en el intento. El conjunto naranja, un equipo reincidente a lo largo de su historia, volvió a caer contra una organización china en una serie al mejor de cinco. En esta ocasión el verdugo fue Top Esports, campeón de la League of Legends Pro League (LPL) y gran favorito de Worlds, tras culminar la primera remontada de todos los Campeonatos Mundiales. No obstante, lo importante aquí no está en el qué, si no en el cómo. El hecho de que los representantes europeos estuvieran tan cerca de saborear una gloria es el mismo que, por el resultado final, les ha condenado al olvido.
Desgraciadamente a los deportes electrónicos les sucede como al fútbol o al baloncesto: no tienen memoria. La victoria, ese gran aliciente que nos hace sentir satisfechos con nuestras vidas, es el motor de la competición. Y claro, para un club ganador como el de la League of Legends European Championship (LEC), todo lo que no sea ganar -independientemente de las formas- queda atrás. Quizás con argumentos y un contexto detrás se puede conseguir quitar esa idea generalizada de la cabeza, pero la realidad es que en estas cosas normalmente tiene más peso el corazón que la cabeza. Por eso la gran derrota de Fnatic no está dentro de la Grieta del Invocador, si no fuera de ella. El mayor pico de nivel de su historia corre el peligro de ser relegado a un segundo plano por no llegar a las semifinales.
Fnatic y una herida pendiente de cicatrizar
Es curioso porque, precisamente en un encuentro en el que finalmente la memoria ha acabado en peligro, Fnatic llegó con un recuerdo pendiente de cicatrizar. Martin Larsson «Rekkles«, Gabriël Rau «Bwipo» y Zdravets Iliev Galabov «Hylissang» se volvían a ver las caras con Yu Wen-Bo «JackeyLove«. Los jugadores del conjunto europeo tenían en sus manos la posibilidad de vengarse del tirador tras perder en 2018 la final de Worlds por 3-0 contra Invictus Gaming. Una temporada después fue otro equipo chino, FunPlus Phoenix, el que impidió seguir avanzando al longevo club dentro del torneo internacional.
Precisamente en un encuentro en el que finalmente la memoria ha acabado en peligro, Fnatic llegó con un recuerdo pendiente de cicatrizar
Los representantes de la LEC llegaron con esos recuerdos en mente como estímulo, unos que iniciaron una dura rivalidad contra la LPL. Además, en la final del Mundial de 2019 FunPlus repitió la misma fórmula de Invictus contra G2 Esports, por lo que estos cuartos de final trascendían más allá. La serie no era un simple partido entre dos clubes, era un choque directo entre dos regiones. China quería demostrar quién seguía siendo la reina mientras Europa quería callar a sus demonios del pasado. Esa misma enemistad creó una tensión que, a pesar de resolverse en lugar sin espectadores a causa del coronavirus, se notaba en el ambiente y en la crispación entre los seguidores.
¿La forma definitiva?
Fnatic consiguió su mayor pico de nivel de todo 2020 y posiblemente el más grande de toda su historia. Cuatro de sus cinco jugadores titulares sacaron el máximo rendimiento posible para tumbar al campeón de la LPL, algo que gana valor dado el contexto reciente del equipo. Bwipo, uno de los grandes señalados por los aficionados, hizo parecer novato a Bai Jia-Hao «369» y extendió su impacto en todos los registros. Desde aislar a tres rivales con Ornn hasta dominar la fase de líneas, el belga demostró por qué heredó la posición de Paul Boyer «sOAZ«.
Esa isla que fue la calle superior permitió al conjunto de la LEC jugar a través de la calle inferior. Hylissang, la otra gran víctima de las críticas, sacó la cara de su moneda particular y lideró junto a su tirador el camino hacia las dos primeras victorias. El búlgaro fue decisivo en las ventajas iniciales a través de sus iniciaciones y demostró por qué a nivel mecánico es uno de los mejores apoyos europeos. Por la otra parte, Rekkles hizo que JackeyLove se acordara constantemente de él cada vez que veía su pantalla en blanco y negro. Dominó en línea, fue decisivo en las peleas y mostró por qué es uno de los mejores tiradores de la historia del videojuego.
Finalmente, la otra gran baza fue Oskar Boderek «Selfmade«. El debutante en Worlds encajó a la perfección en el metajuego actual y desde la jungla hizo que su equipo funcionara junto a Rekkles. La única excepción en toda la ecuación fue Tim Lipovšek «Nemesis«, que a pesar de no mostrar su mayor rendimiento sí fue cumplidor contra Zhuo Ding «Knight«, el mejor medio de la actualidad.
Jugar como nunca, perder como siempre
El resultado de la excelencia individual y la sinergia de los europeos fue un 2-0 que puso a las cuerdas contra Top Esports. Finalmente el trabajo se vio abatido por la genialidad de los campeones de la LPL. El rendimiento de Hung Hao-Hsuan «Karsa» en la tercera mapa supo a gol de Sergio Ramos en el minuto 93 en el césped del Estadio Da Luz y el cuarto mapa a penalti fallado de Juanfran Torres en el Giuseppe Meazza. Fnatic, que se vistió del querido Atlético de Madrid de Jaime Mellado, tuvo en sus manos cerrar la serie pero sucumbió ante la historia.
Como diría Alfredo Di Stéfano, precisamente un rival de la historia colchonera, jugaron como nunca y perdieron como siempre. El problema de esto es que, lejos de las fronteras que separan a Europa del resto del mundo, el equipo de la LEC corre el pedido de que su esfuerzo se vea olvidado. Si a nivel europeo al Atlético del Cholo Simeone solo se le recuerdan sus dos finales de la UEFA Champions League perdidas y no cómo llegó a ellas y las disputó hasta el último minuto, ¿qué impide que a Fnatic le suceda lo mismo?
Es obvio que la injusticia forma parte de la competición y que los aficionados no podemos hacer nada. De hecho, en esta ocasión nada más acabó la eliminatoria un incómodo silencio invadió toda Europa. Sin embargo, mantener la memoria digna sí está dentro de nuestras posibilidades, y la mejor eliminatoria de Fnatic en la historia de Worlds merece ser recordada pesar de no tener un resultado a su favor. Por mucho que algunos lo quieran negar esto también va sobre sentimientos, como el deporte tradicional.