Este sábado a las 10:00 horas (CEST) arrancó la segunda final del Mid-Season Invitational 2022. Todos los aficionados de G2 Esports tenían esperanzas en ver a su equipo derrotar a T1 o al menos forzar un quinto mapa. Nada más lejos de la realidad. El representante de la League of Legends Champions Korea (LCK) fue completamente superior a los chicos de Carlos Rodríguez «Ocelote«, sobre todo con un Lee Sang-hyeok «Faker» que estuvo a un nivel estratosférico.
A pesar de haber sido muy criticado en su momento, el midlaner ha demostrado una vez más que su capacidad para jugar a League of Legends no está en manos de cualquiera. Este partido era muy importante para él por varios factores. Uno era regresar a una final internacional, algo que no ocurría desde 2017. El otro motivo era derrotar a G2 Esports, un equipo que lleva años acabando con sus esperanzas en las competiciones.
Faker y su espectacular jugada con Akali
El último mapa del mejor de 5 ante G2 Esports fue el broche de oro de Faker a la serie. El jugador decidió utilizar a Akali para arrollar a sus rivales. Y lo que logró fue jugar con la mente de Rasmus Winther «caPs» hasta el punto en el que el jugador de G2 Esports no supo qué hacer. Esto se demostró, sobre todo, en una pelea entre los dos en el río, donde Faker utilizó un flash que cualquiera querría imitar.
500IQ FAKER FLASH pic.twitter.com/264ie297Ot
— LoL Esports (@lolesports) May 28, 2022
Como podéis ver, Faker estaba bajo mínimos. Por ello, el midlaner de T1 apostó por una jugada arriesgada pero que terminó siendo efectiva. El jugador se pegó al muro y utilizó el Destello. Cualquiera pensaría que su intención era atravesar el muro para escapar hacia la torre de la calle superior. Hasta el propio caPs cayó en sus manos, persiguiendo a un fantasma que nunca utilizó el hechizo de invocador en esa dirección.
En su lugar, el legendario jugador coreano usó el flash para esconderse en el arbusto que hay en medio del río. Cuando caPs miró por detrás del muro, Faker ganó el tiempo suficiente para escapar e inmolarse contra la torre de inhibidor del equipo europeo. Una jugada única que cualquiera querría imitar y que está al alcance de muy pocos.
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