La «nueva normalidad» pilló a todo el planeta desprevenido. De la noche a la mañana la propagación del coronavirus se descontroló y provocó que nuestro día a día se viera trastocado en un abrir y cerrar de ojos. El League of Legends profesional ha sido ajeno a la situación, se ha tenido que adaptar constantemente a los imprevistos hasta el punto de vivir cambios en su torneo más importante. Precisamente este contexto atípico es el que provoca que el Play-In de los Campeonatos Mundiales de 2020 pueda ser histórico. Las regiones menores se encuentran en una oportunidad única para llegar a la fase de grupos.
Cambios en el formato
La ausencia de los equipos de la Vietnam Championship Series (VCS) forzó a Riot Games a realizar cambios en el formato de Worlds. La competición más importante de League of Legends -y también una de las más trascendentes de todos los deportes electrónicos- pasó a tener 22 participantes, dos menos que en sus anteriores ediciones. El tercer representante de la League of Legends Championship Korea (LCK), que estaba forzado a jugar el Play-In, pasó directamente a la fase de grupos y la fase previa cambió su formato. Los grupos pasaron de ser cuatro a dos pero con cinco representantes en cada uno de ellos, algo que ha abierto un mar de posibilidades.
En los anteriores Worlds los equipos que superaron el Play-In fueron los de la League of Legends European Championship (LEC), la League of Legends Pro League (LPL), la League of Legends Championship Series (LCS) y la LCK. En otras palabras: siempre salían del paso los equipos de las grandes regiones. Sin embargo, el ascenso del tercer representante coreano ha abierto un contexto totalmente distinto. Por primera vez los favoritos pasan a ser tres en vez de cuatro, algo que da más posibilidades para los representantes de las Wildcard para llegar a la tan ansiada fase de grupos.
Un Play-In más abierto
El grupo A, formado por INTZ, Legacy Esports, MAD Lions, SuperMassive Esports y Team Liquid parece a primera vista muy decidido. Tanto los europeos como los norteamericanos tienen recursos de sobras para ganar a sus rivales, tanto en términos de talento individual como de comprensión global. Inevitablemente este factor provoca que gran parte de la magia vaya a parar a la otra parte del cuadro.
En el grupo B se encuentran, LGD Gaming, PSG Talon, Rainbow7, Unicorns of Love y V3 Esports. Aunque LGD es prácticamente intocable -ha llegado a ganar a G2 Esports en scrims– la magia se sitúa en el contexto. Los representantes de la Pacific Championship Series (PCS) llegan con muchos préstamos para jugar el Play-In a causa del contexto sanitario, algo que supone un ventanal de oportunidades para el R7 y Unicorns. Tanto los latinoamericanos como los representantes del CIS han conseguido mantener sus plantillas, y teniendo en cuenta el peso de la sinergia dentro de League of Legends, eso puede suponer un punto a su favor.
La responsabilidad recaerá principalmente en sus dos junglas, Brandon Joel Villegas «Josedeodo» y Kirill Skvortsov «AHaHaCiK», que son los motores de sus respectivos equipos. La igualdad entre las regiones y las horas bajas en la que se encuentra el Sudeste Asiático crea muchas posibilidades para hacer historia. Si Rainbow7 cumple, América Latina tiene más cerca que nunca el hecho de poder llegar por primera vez a la fase de grupos de Worlds. Por la otra parte, Unicorns puede revivir en su propia piel el legado que Albus Nox Luna dejó en su línea. Puede que la «nueva normalidad» no sea del agrado de todos, pero al menos excita dentro de los Campeonatos Mundiales.