De forma discreta, acorde con su personalidad, una leyenda ha dicho definitivamente adiós. Siete años de carrera en los que en ningún momento ha alzado la voz más de la cuenta para tener protagonismo. Una persona que no solo ha evolucionado como jugador, sino que también fuera de la Grieta del Invocador. De ser un joven con una sonrisa pícara, a un hombre casado con planes de futuro. Con un Campeonato Mundial bajo su regazo, Kang «Ambition» Chan-yong se ha retirado.
Aunque el coreano llegara a la gloria como jungla, no fue un camino fácil. Antes de jugar dicho rol era una de las grandes amenazas del carril central. Una estrella que cayó contra un jovencísimo Lee «Faker» Sang-hyeok el día de su debut. El que fuera miembro de CJ Entus se vio forzado a renovarse si quería seguir compitiendo en primera línea. Por eso los productores de RISE acertaron de lleno otorgando al campeón mundial el papel de protagonista en el videoclip. Porque el legado de Ambition no se limita en sus títulos como profesional, sino en su capacidad de resurgir de las cenizas.
Ambition puede decir orgulloso que es el ganador de la primera temporada de League of Legends coreano. Concretamente lo consiguió con MiG Blaze. Un equipo con nombres importantes como el de Ham «Lustboy» Jang-sik. Sin embargo, el mérito no solo reside en ser el primero en ganar una liga, sino en cómo lo hizo.
En una época donde la habilidad individual tenía un peso mucho más grande, Ambition marcó el camino para obtener grandes ventajas en línea. El ganador de la primera liga organizada por la OGN modernizó la agresividad en la calle central. Ya no se trataba simplemente de buscar ganar el duelo con un asesinato. Era cuestión de saber aprovechar el tipo de enfrentamiento para crear grandes diferencias de súbditos a su favor. Este pequeño detalle marcó la diferencia y le colocó a ojos del público como el mejor medio del mundo.
Ambition lo tenía prácticamente todo. Sí, es cierto que le faltaba participar en un Campeonato Mundial. No obstante, en un año el jugador consiguió obtener un estatus importante. El coreano se encontraba a nivel individual en un momento en el que todo parecía rozar la perfección. Sin embargo, toda historia de realzamiento necesita un capítulo de caída al vacío y un punto inflexión. En este caso, tiene nombre propio: Faker.
Tercera temporada. Un joven SK Telecom T1 formado por cinco novatos sacados del soloQ coreano se enfrenta al temible CJ Entus Blaze. Un equipo que destacaba por la agresividad en línea constante gracias a miembros como Lee «Flame» Ho-jong o el propio Ambition busca una victoria para volver a postularse como favoritos para ganar el Spring Split. Sin embargo, aquel día, cambió todo.
Una evolución de Kha’Zix en el momento equivocado. Un error poco común que sentenció su muerte. En ese instante Faker vio una oportunidad de asesinato y no le tembló el pulso para abalanzarse contra el por entonces considerado mejor medio del mundo. Tanta sangre fría sorprendió al mundo entero, que vio atónito como un rookie de tan solo 16 años acababa de ganarle el pulso a uno de los jugadores con mayor renombre internacional. Para Ambition, fue la primera gran derrota, la que más le marcó y el inicio de su debacle. Como bien confesó Choi «Locodoco» Yoon-seop, compañero en MiG Blaze, «destrozó su confianza«.
Sí, a nivel individual 2013 y principios de 2014 no fueron malos tiempos para el entonces miembro de CJ Entus. Sin embargo, la modernización del videojuego le empezaba a afectar. Ya no era el único que ejercía un estilo de juego agresivo. Muchos más profesionales ya buscaban desangrar al rival mediante la ventaja de súbditos. Mientras los recién llegados aprendieron de él, también supieron desarrollar otros aspectos de la fase de líneas, como por ejemplo la visión alrededor de la calle central o el harass. Ya no se trataba simplemente de hacer un simple combo para echar al rival de línea. Los mecanismos eran cada vez más complejos.
Aunque aún era un medio muy estable y con buenos números, la situación no era la misma que antes. Aún no había acudido a la gran cita internacional de League of Legends perdidas pese a jugar al máximo nivel individual. Y entre todo el revuelo, el joven que le había batido en el día de su propio debut se postulaba como el mejor jugador del mundo bajo el apodo de «rey demonio». Un declibe que llegó a su punto más duro en el verano de la cuarta temporada.
En ese Summer Split definitivamente Ambition se quedó por detrás. Era la época con mayor variedad de medios agresivos jamás vista en Corea. Una etapa que sorprendió ya que esta diversidad también la formaban debutantes como Song «Rookie» Eui-jin. Por la otra parte, otros ocupantes de la calle central como Bae «Dade» Eo-jin conseguían complementar el estilo de juego con la toma de decisiones y como consecuencia convertirse en uno de los jugadores más decisivos del mundo. Además, los problemas con el abanico de campeones eran palpables. El miembro de CJ jugó tan solo cinco personajes que ni siquiera llegó a exprimir al máximo mecánicamente.
Tras el fracaso de CJ Entus en la última temporada en la que los ‘equipos hermanos’ estaban permitidos, el futuro era incierto para el coreano. 2015 exigía la unificación de Blaze y Frost, la organización no dudó en contar con un prometedor Shin «Coco» Jin-yeong para la calle central. El futuro era incierto para Ambition. ¿Debía sumarse al éxodo y jugar en otra región? ¿Fichar por un conjunto de baja tabla de Corea y dejar de ser un candidato para ganar la LCK?
No obstante, en una historia de resurreción no pueden faltar los objetivos y las decisiones clave. Ambition tuvo las ideas claras y decidió que era oportuno pasar a la jungla. Acorde con su personalidad: con pocas palabras pero tomando la decisión correcta con la convicción necesaria para ganar. Al fin y al cabo, como bien afirmó Locodoco, le viene de naturaleza: «quiere ganar. Tiene la arrogancia y la confianza de un ganador«. Tras la firmeza de su elección, finalmente CJ Entus creyó en él. Lo que el propio jugador no sabía, era que su nuevo rol encajaría perfectamente con su carácter al cabo del tiempo.
Sorprendió en su nueva posición. Mecánicamente seguía siendo excelente y pese a ser su primer año, no parecía ir perdido por la Grieta del Invocador. Con la presión de Park «Shy» Sang-myeon en la calle superior y la de Coco en la línea del medio, el ahora jungla se sentía cómodo jugando hacia la calle inferior. Sin forzar la maquinaria excesivamente en early game, pero con una ruta de limpieza de campamentos enfocada a poner por delante a Seon «Space» Ho-san complementándose con la maestría de Hong «MadLife» Min-gi para las iniciaciones. Números espectaculares le alababan: un 71,2% de participación en los asesinatos durante el Spring Split y un 75,7% en el Summer Split. Toda una barbaridad para ser su primer año.
Realmente el CJ Entus de 2015 era un equipo pontente que infundía miedo, tanto que casi eliminó a SK Telecom T1 en las semifinales del Spring Split. Sin embargo, pese a tener una oportunidad clara para acudir al fin a los Campeonatos Mundiales, Ambition volvió perder el pase hacia el torneo internacional. En su nuevo rol le faltaba de lo que abusaba como medio: agresividad. La incapacidad de aprovechar la presión de sus líneas para invadir la jungla rival pasó factura y sus rivales directos se aprovecharon de ello.
Perder otra ocasión provocó la necesidad de un cambio de aires. Finalmente, la decisión fue recalar en un Samsung Galaxy que estaba de reconstrucción. Era la orgnización que mejor le ofrecía el papel de líder. Un barco construido alrededor de Lee «CuVee» Seong-jin y Lee «Crown» Min-ho él dirigiría junto a la ayuda de Kwon «Wraith» Ji-min. Todo un reto personal para un jugador que ahora ejercía el papel de veterano.
Samsung fue de menos a más a lo largo de 2016. Aunque el Spring Split de la entidad fue discreto, para Ambition tuvo un gran valor personal. CuVee aún era famoso por perder la fase de líneas. La calle inferior no era una amenaza sólida. Ambition estaba obligado a ser protagonista. Aunque fuera a la fuerza, consiguió desarrollar una mejor sinergia con su actual compañero en la calle central que en su anterior equipo. Consiguió revalorizarse como jungla y pasó a ser un pilar indispensable.
De ser un equipo que aún no estaba del todo coordinado, a un conjunto capaz de naturalizar el juego alrededor de la calle inferior con la llegada de Park «Ruler» Jae-hyuk y la incorporación de Jo «CoreJJ» Yong-in al rol de apoyo. Pese a que no todos los miembros fueran de los tres mejores jugadores de sus respectivas posiciones, consiguieron ser un grupo sólido en el Summer Split. Tanto que con una victoria por 3-2 ante KT Rolster, favoritos en el duelo, obtuvieron el pase hacia al gran torneo de League of Legends. Ambition comprendió el peso del trabajo en equipo por encima del individual. Los resultados le corroboraron.
Después de 4 años, por fin lo había conseguido. Como jungla y sin tanto calibre a nivel individual como cuando jugaba como medio. Pero tras tanto tiempo, uno de los considerados mejores jugadores de la historia de Corea ya disputaría el torneo internacional. Pero no se conformaba simplemente con haber llegado: quería más. Y junto a Samsung lo demostró. Los representantes de la LCK destrozaron en su camino hacia la final cediendo tan solo una derrota contra Team SoloMid. «Estoy en los Campeonatos Mundiales logrando cosas que no pude como medio» afirmaba el coreano. Lo que el propio Ambition no sabía era que el mismo demonio le volvería a ganar el pulso por segunda vez.
SK Telecom T1 llegaba a la final después de ganar la considerada mejor serie de la historia de League of Legends. Samsung Galaxy llegaba prácticamente imbatido, pero con dudas a su alrededor. Nadie estaba seguro de si realmente Samsung podía hacer frente a SKT. Parecía que iba a ser un 3-0 fácil para los vigentes campeones del mundo. Pero un robo de un Dragón Anciano por parte de Ambition dio vida a su equipo que finalmente llegó a forzar la misma partida. Sin embargo, la victoria no fue posible. SK Telecom T1 era extremadamente superior. Otra gran derrota protagonizada por el mismo verdugo: Faker.
Poca coordinación en comparación a su enemigo y demasiada monotonía en las rutas de limpieza de campamentos. Perder la final de los Campeonatos Mundiales afectó demasiado. Tanto que incluso de la salud de uno de los miembros de Samsung, Crown, empeoró. La organización mantuvo el mismo quinteto en 2017. Pero pese a llegar lejos en el torneo internacional, la dinámica a nivel nacional fue diferente. Buena liga regular, mala actuación en playoffs. Así ambos splits. Entre tanta irregularidad, un reto personal: combinar la vida profesional con la de casado.
«Quería demostrar cómo ni estando comprometido ni estando casado nada cambia como jugador. En los deportes tradicionales, los jugadores pueden casarse y jugar bien antes de cumplir los 30. Quería demostrar que un gamer profesional puede hacer lo mismo» especificaba Ambition. Finalmente lo demostró en los mundiales después de vencer una vez más a KT Rolster para obtener su pase a la gran cita.
En el torneo internacional grupo de la muerte volvió a acechar. Pero en esta ocasión, no hubo tantas facilidades. Royal Never Give Up fue superior y G2 Esports casi les dejó fuera de grupos. Sin embargo, en un metajuego con tanques en la jungla y el Incensario Ardiente como objeto principal, Ambition y Samsung brillaron en la fase eliminatoria. Incluso con Crown en horas muy bajas el conjunto coreano dio un recital de cómo jugar alrededor de la calle inferior y de cómo pelear en equipo. Lecciones que incluyeron un 3-0 a Longzhu Gaming, los favoritos del torneo, en los cuartos de final.
Solo quedaba una serie, ante una cara más que conocida. La misma final de los pasados Campeonatos Mundiales se repitieron. Otro SK Telecom T1 contra Samsung Galaxy. Un estadio entero ansioso por ver si los vigentes campeones revalidarían su corona o si Samsung conseguiría su venganza. Finalmente la consiguió con otro recital de peleas en equipo. Ambition jugó una de las mejores series de su vida. Lideró a su equipo bajo el estandarte de Jarvan IV, un personaje acorde con su rol, con el que brindó una de las mejores batallas del League of Legends competitivo. Un dominante 3-0 que hizo historia.
Después de toda una carrera perseguido por la sombra de Faker, por fin le ganó la partida. Como dice un verso de RISE «there’s blood on the crown, go and take it». Había sangre en la corona y Ambitión completó su objetivo: destronar al rey demonio. 2017 fue el éxtasis a nivel personal para el coreano: cerró su círculo de la ascensión con un Campeonato Mundial bajo sus brazos, se casó y obtuvo un estado de madurez jamás visto. La venganza se había completado.
Sin embargo, 2018 fue un punto y final con un sabor amargo para Ambition. Cambios de organización, irregularidad en la Grieta del Invocador y suplencia en la recta final de la temporada pese a ser responsable junto a Song «Fly» Yong-jun de que Gen.G funcionara en el Summer Split. Sí, obtuvo su tercer pase para la gran cita internacional, pero no tuvo la oportunidad de brillar. Finalmente fue parte del peor resultado de un equipo coreano en la historia de los mundiales: un récord negativo de una victoria y cinco derrotas.
No obstante, la octava temporada dejó pequeños detalles positivos a nivel individual para Ambition. Consiguió la marca de 1000 asesinatos en la LCK a lo largo de su carrera. Algo que a él mismo le alegraba: «Estoy muy contento de hacer un record con el que la gente hable en el futuro«. Pero a la hora de la verdad, no comentaremos un récord. Recordaremos a un líder que fue capaz de vengarse de su mayor rival, a un jugador que se reconstruyó desde cero. Añoraremos una sonrisara pícara que, con el tiempo, se ha convertido en una madurez ejemplar dentro de los deportes electrónicos.
Hasta siempre, Ambition.
Foto de cabecera propiedad de Riot Games