Cuando Rekkles rompió por primera vez el corazón de Fnatic

El conjunto naranja vivió su primera gran reestructuración a finales de 2014, no en 2020

La escena europea de League of Legends vivió la separación más importante de su historia después de los últimos Worlds. Martin Larsson «Rekkles» paró en seco el corazón de los seguidores de Fnatic tras hacer oficial su salida. Aquel adiós fue igual de amargo que el de Seb y Mia en La La Land, porque a pesar de formar una pareja ideal, ambos protagonistas sabían que, a priori, lo mejor para ambos era tomar caminos. Que su siguiente equipo fuera G2 Esports hizo que la transición transmitiera el mismo escalofrío que el desenlace Damien Chazelle. Y a partir de entonces, el sueco pasó a ver al conjunto naranja con los mismos ojos que que Emma Stone a Ryan Gosling en ese maldito pero excelente final. Complicidad en cada mirada, pero desde la sinceridad de saber que no hay vuelta atrás.

Aquel hecho revolucionó las redes sociales hasta el punto de que las personas ajenas a los deportes electrónicos se interesaron por la importancia del traspaso. Con lo que muchos no contaron por entonces en ese instante es que esa no fue la primera vez que la organización británica vivió la misma situación. Aunque el grado fue totalmente inferior y el dolor es incomparable, en 2015 Fnatic vivió una historia prácticamente idéntica. De hecho, el protagonista fue el propio Rekkles. Por entonces los deportes electrónicos no estaban tan asentados, la League of Legends European Championship (LEC) se llamaba League of Legends Championship Series (LCS) y los coreanos dominaban internacionalmente el MOBA de Riot Games. Sin embargo, el motivo de la salida fue el mismo que la vista en 2020: un decepcionante adiós en los Campeonatos Mundiales.

Un establecimiento difícil

Fnatic
La plantilla de Fnatic en 2013

Si bien es cierto que Fnatic sigue siendo uno de los clubes occidentales más importantes de los esports, en 2014 su importancia era todavía mayor. En Europa no había nadie como el conjunto naranja, ni deportivamente ni en términos de marca. De hecho, en aquella época su máximo rival en ambos ámbitos era SK Gaming, actualmente bastante más resguardado en la LEC. La organización era la chica con la que todo el mundo quería bailar. Pero Rekkles, que no era una excepción, también compartía esa misma sensación. Era el gran prodigio del League of Legends europeo y el fichaje deseado por todos los equipos.

Fnatic fue el que se hizo con el tirador en 2012 pero tuvo que esperar hasta la cuarta temporada para poder competir al completo con él. Rekkles era demasiado joven y no llegaba a la edad mínima para jugar en la LCS europea, por lo que el club tuvo que buscar sustitutos él en 2013. Primero adquirió a Bora Kim «YellOwStaR» como tirador, que acompañó a Christoph Seitz «nRated» en la calle inferior durante el tramo inicial del año. Después el francés pasó a ser apoyo y formó dúo con Johannes Uibos «puszu» como ADC. Entre tanto movimiento, su joven diamante en bruto disputó la Challenger Series (CS), la por entonces segunda división de League of Legends, bajo los colores de Copenhagen Wolves en calidad de cedido. Mientras el sueco fue una parte esencial en el ascenso de los lobos, su equipo llegó a las semifinales de los terceros Worlds.

Una luna de miel veloz en Fnatic

Una vez llegados a 2014, tanto Rekkles como Fnatic pasaron a vivir en una luna de miel. La relación que tanto tiempo tuvo que esperar para poder gestarse por fin había llegado. Deportivamente se notó rápidamente su llegada. El equipo, formado por Paul Boyer «sOAZ«, Lauri Happonen «Cyanide«, Enrique Cedeño «xPeke«, YellOwStaR y el sueco, ganó el Spring Split de la LCS europea de la cuarta temporada. El joven tirador debutó y en su primera etapa en al élite ya se hizo con un título bajo sus brazos. Internacionalmente -dentro del circuito de Riot Games– hizo su primer paso en el All Star, que en aquella época no era un torneo sosegado. Las sensaciones no fueron malas a pesar de quedar con un récord de 1-3. Eran buenos tiempos con Superman.

Sin embargo, la dulzura acabó llegado el final de verano. El conjunto naranja perdió las finales del Summer Split de la LCS europea contra Alliance a pesar de ser el gran favorito. Esa derrota acabó siendo esencial posteriormente, pues fue la que les adjudicó el segundo seed de WorldsEl destino, que en muchas ocasiones peca de caprichoso, hizo que Fnatic estuviera emparejado en el grupo C, el conocido popularmente como «grupo de la muerte». Allí estaban Oh My God, campeón de la League of Legends Pro League (LPL) en primavera, Samsung Blue, el mejor equipo a lo largo de 2014, y LMQ, un conjunto chino infiltrado en América del Norte. La organización no alcanzó la fase eliminatoria, un hecho especialmente doloroso tras ceder una partida contra LMQ. Rekkles pasó del éxtasis a los momentos más duros de su corta carrera en menos de un año.

Por qué Alliance y no otro club

Alliance
Plantilla de Alliance en 2014 | Foto vía Riot Games

Aquel Fnatic tenía un planteamiento claro: la calle superior como lado débil y la inferior como el fuerte con las rotaciones de xPeke y Cyanide siempre presentes. Sin embargo, el club fue abatido después de que sus rivales consiguieran tomar la medida. La diferencia de nivel individual también fue importante, pues no era lo mismo enfrentarse a Adrian Wetekam «Kerp» o Marcin Mączka «Xaxus«, medio de Millenium y top de ROCCAT respectivamente, que no a Bae Eo-jin «Dade» o Gao Di-Ping «Gogoing«, ídolos en Corea del Sur y China. Por ello, muchos aficionados enfurecieron por los malos resultados y exigieron explicaciones. Pero también pidieron ‘cabezas’, especialmente en el lado superior.  Los fans querían que la reconstrucción del equipo girara alrededor de Rekkles, algo lógico en aquella época y más teniendo su figura de ‘ídolo’ a pesar de ser joven.

Sin embargo, los planes del sueco fueron totalmente distintos: fichó por Alliance -posteriormente Elements- por su condición de vigente campeón. También porque era una época convulsa en lo que se refiere a los clubes europeos. SK Gaming centró su proyecto alrededor de Konstantinos-Napoleon Tzortziou «FORG1VEN«, el otro gran tirador de la escena en aquella época. Mientras H2k-Gaming y Unicorns Of Love eran interrogantes al llegar de la segunda división, Gambit Esports ya estaba en decadencia. Además, incorporarse a un Origen recién nacido suponía jugar de nuevo en la Challenger Series al menos durante una temporada. Por lo tanto, Rekkles optó por una apuesta ‘segura’ dentro de la región para cambiar de aires. El tirador mejoraba a Erik van Helvert «Tabzz«. Pasó a jugar con Ilyas Hartsema «Shook» y Henrik Hansen «Froggen«, el por entonces mejor dúo jungla-medio de la región. Los ingredientes para que la relación saliera adelante estaban presentes.

El fracaso y regreso de Rekkles

Finalmente la realidad fue muy distinta. Elements no dio con la tecla y tanto Mike Petersen «Wickd» (top) como Patrick Funke «Nyph» (apoyo) dieron un gran bajón individual. Con Rekkles en constante inferioridad, un cambio radical del metajuego -que no beneficiaba ni al sueco ni el estilo del conjunto- y rivales con dúos jungla-medio también consolidados, a la organización se le hizo muy cuesta arriba la LCS. Por mucho que las llegadas de Kevin Rubiszewski «kev1n» y Mitch Voorspoels «Boris» -en aquella época conocido como Krepo- intentaran cambiar la situación, los ajustes no sirvieron de nada. Elements no llegó a los playoffs tras acabar con un récord de 7-11 y el sueco firmó el que todavía sigue siendo el peor resultado de su carrera.

Mientras en Elements se respiraba un ambiente de decepción, la situación de su exequipo era totalmente distinta. Al club le salió bien la apuesta por cuatro jugadores desconocidos para el público general occidental y YellOwStaR. Aquellos desconocidos Heo Seung-hoon «Huni» y Kim Yeu-jin «Reignover» acabaron imponiendo su League of Legends hasta de proclamarse campeones de la LCS. Además, tras gran actuación en el primer Mid-Season Invitational (MSI), con asesinatos de Fabian Diepstraten «Febiven» a Lee Sang-hyeok «Faker» incluidos, era imposible que su extirador no mirara con recelo. Si bien es cierto que de los errores se aprende, el sueco sabía que no quería cometer el mismo durante más tiempo. Fue entonces cuando, ya finalizado el torneo internacional, Berlín se convirtió en la ciudad de las estrellas al vivir el retorno de Rekkles a Fnatic. Después llegó su famoso 18-0 y toda una historia de altibajos que ya todos conocemos. Todo un tiempo en el que el amor, mientras duró, pudo con todo.