El pasado sábado otro escándalo atizó a los esports, concretamente a League of Legends. Chien Mao-An «Maoan«, medio de Beyond Gaming, fue suspendido de los Worlds por supuestamente filtrar información a su círculo para poder realizar apuestas sobre los personajes que se seleccionarían. Su acción dejó desnudo a su equipo, que tuvo que jugarse el acceso a la fase de grupos del Mundial en condiciones subóptimas. Adentrarse en los motivos por los que el taiwanés decidió hacer tal acción sería entrar en un baile de afirmaciones al aire que contradecirían de lleno a Ryszard Kapuściński en «Los cínicos no sirven para este oficio«. Precisamente Kapuściński no estaba mal encaminado. Su libro hecho por y para la ética periodística se puede aplicar en esta situación y muchos aspectos de nuestro día a día.
Esta obra del polaco se centra en la ética periodística su epicentro, cómo el cinismo afecta a la profesión, pero se puede aplicar a lo sucedido esta semana en los esports. Beyond Gaming ha sufrido en su propia piel cómo una acción individual -marcada como ilegal por el reglamento desde el primer momento- ha afectado a todo el colectivo. La lucha en condiciones de igualdad por esa última plaza en la fase de grupos se esfumó en una madrugada. La ilegalidad de Maoan abre un mar de preguntas incómodas cuya respuesta tiene pinta de ser vertiginosa. ¿Pensó en cómo podría afectar a nivel deportivo el hecho de filtrar información? ¿Se puso en la piel de sus compañeros en el caso de que le pillaran? Inevitablemente todo desprende un carácter cínico.
El escándalo de Maoan no aparenta ser otro caso donde el ‘yo’ se antepone al ‘nosotros’, algo que resulta alarmante teniendo en cuenta que League of Legends es un deporte de equipo. Sin embargo, la nota positiva es que gracias a estas situaciones se puede valorar al alza a otras personalidades de los esports. A Erik Wessén «Treatz» por poner las prioridades de SK Gaming por encima de las individuales al puro estilo César Azpilicueta. A James MacCormack «Mac» por reconocer que antes de los resultados deportivos va la salud mental de sus pupilos de MAD Lions. Son ejemplos en League of Legends pero que se pueden encontrar en otros esports sin realizar un esfuerzo excesivo.
Fundamentos de los esports
«Los cínicos no sirven para este oficio» es una lectura más que recomendable en el caso de tener interés por el periodismo. Si haces la carrera es directamente una obligación. No es que lo diga yo por opinión, es que ese fue el caso en «Fonaments del periodisme», la primera asignatura que hice del grado. Realmente genera interés, pero como con otros muchos aspectos, tampoco es cuestión de dar la chapa con ello. Comentarlo una vez entre tus amigos o en una cita está bien, pero hacerlo constantemente denota una adicción al trabajo preocupante. Tampoco sirve hablar de ello constantemente si luego olvidas los por qués o los hechos que debes mantener en el día a día.
No deja de ser otro ejemplo de cómo no debemos olvidarnos de dónde venimos o cuáles son nuestros valores. Los esports me han generado la necesidad de releerme este libro (u otros de carácter similar) de vez en cuando para que no se me vaya la cabeza. Quizás eso vaya radicalmente en contra del proceso llamado «no sentirme mal conmigo mismo». Te obliga a ver hacia qué deriva te diriges personalmente y a mirar tu alrededor para acabar desesperándote. Ves que absolutamente nadie -incluido tú mismo- se libra de haberla liado o que a día de hoy siguen existiendo malas praxis hechas deliberadamente. Acabas envuelto en un debate cíclico ya existente que lo has generado tú mismo por pura responsabilidad. Supongo que no deja de tratarse de otro caso de «la verdad duele» que llega como monólogo interno que podría haber evitado perfectamente.