Caps, ese tipo malacostumbrado a hacer historia
G2 Esports se despidió de Worlds tras recibir una dura derrota por 3-1 en las semifinales contra Damwon Gaming. Los campeones de la League of Legends Championship Korea (LCK) completaron su venganza particular y aseguraron un billete hacia la gran final, esa que los samuráis disputaron en 2019. Ante el desastre, los miembros del conjunto europeo ocultaron su tristeza bajo sonrisas, siguiendo así su rol de chicos malos. Sin embargo, hubo una excepción: Rasmus Winther «Caps«. El medio no pudo esconder la decepción de su rostro porque por primera vez en tres años se había quedado lejos de poder alzar la Copa del Invocador. Para su suerte o desgracia, el danés es un tipo malacostumbrado a hacer historia.
Los altibajos de G2 Esports
En términos absolutos, G2 Esports no ha hecho un mal 2020. Ha ganado los dos splits de la League of Legends European Championship (LEC) y ha conseguido volver a estar entre los cuatro mejores equipos del mundo. No obstante, una vez más las formas tienen más peso que los resultados. La irregularidad que la escuadra ha mostrado a partir de la segunda mitad del año ha hecho que la décima temporada haya sido una decepción para ellos. Al fin y al cabo, se trata de un equipo creado para proclamarse campeón mundial.
Aun así, dentro de todo este recorrido lleno de altibajos, Caps siempre ha sido ese destello de esperanza. Tras pasar sin pena ni gloria por la calle inferior en primavera, cuando los samuráis estaban entre la espada y la pared a lo largo de la fase regular de verano, el danés salía al rescate. Además, en playoffs más de lo mismo: un 3-2 contra Fnatic les envió al cuadro de perdedores, donde el medio tuvo que volver a sacar su mejor versión. Eso sí, una vez más G2 se recuperó lo suficiente para volver a ganar y ser el club con más ligas a nivel europeo.
Ya en Worlds, G2 reprendió a sufrir. Una vuelta mejorable para los samuráis les dejó en la segunda posición del grupo A tras caer ante el poderío de Suning. Allí Caps se hizo pequeño ante Xiang Tao «Angel«, pero recuperó su mejor versión en los cuartos de final. Los samuráis recuperaron ante Gen.G su condición de «matacoreanos» en una serie que, según Kim Tae-sang «Doinb«, se decidió por el «mid gap«. En definitiva, el danés quería hacer realidad eso de que «a la tercera va la vencida».
Su atípica espera
En las semifinales contra Damwon Gaming se volvió a repetir toda la dinámica vivida en 2020. Mientras G2 estaba en apuros, Caps buscaba ser la esperanza mediante. De hecho, la nueva versión de su estilo de juego recuerda mucho a la de Doinb, precisamente quien le ganó en la final de 2019. No obstante, League of Legends es un videojuego cooperativo, un cinco contra cinco, por lo que no fue suficiente. Los campeones de la LCK, mucho más sólidos como unidad, fueron totalmente superiores y dejaron al danés sin final por primera vez en tres años.
«Si pierdes ahora tienes que esperar un año entero hasta poder competir otra vez. Y estoy cansado de esperar. Tengo la imagen de mí mismo levantando el trofeo en mi cabeza y haré todo lo que sea necesario para convertir el sueño en realidad«. Estas eran las declaraciones del miembro de G2 en la previa de su derrota. Sin embargo, aunque su ambición es lógica y consecuente a su talento, el medio se olvida de un pequeño detalle: no todo el mundo tiene posibilidades reales durante su espera. Ni siquiera Martin Larsson «Rekkles«, el mejor tirador occidental de la historia, ha sido capaz de generar tantas oportunidades proclamarse campeón del mundo como el danés.
Caps es una persona que, con dos finales de Worlds consecutivas a sus espaldas, volvió a poner a Europa en el radar internacional. Tras tres reconocimientos como MVP a nivel regional, otro en el Mid-Season Invitational (MSI) y ganar seis veces seguidas la LEC, el medio ha hecho de la anormalidad de ser tan dominante una rutina. Ni siquiera Luka Perkovic «Perkz«, el jugador más laureado en la historia de Europa, ha sido capaz de conseguir lo mismo que su querido compañero. En definitiva, aunque haya hecho otro excelente año individual, para él este 2020 no es suficiente. El danés es un tipo malacostumbrado a hacer historia, y eso hace que todo lo que no sea alzar la ansiada Copa del Invocador acabe siendo una decepción para él. Aunque se encuentre lógicamente enfadado, no se debe olvidar de que eso solo está al alcance de muy pocos.