En Riot Games no solo han trabajado por ofrecernos una gran experiencia jugable en el League of Legends sino que también han puesto un empeño considerable en el lore de todo lo que rodea al videojuego. Y es que los fans del LoL se cuentan por millones y demandan tener cuanta más información mejor acerca del videojuego con el que se entretienen durante tantas horas. Hoy nos queremos centrar en los campeones, más en concreto en el que, para nosotros, es el campeón más triste de League of Legends.
Todos campeón tiene su historia detrás y normalmente suelen destacar aquellas que son las más épicas, heroicas e increíbles de contar. Creemos que está muy infravalorada, sin embargo, una buena historia triste. Y es que nos podemos sentir identificado con el personaje a través de sus traumas. Podemos reconocernos en ciertos momentos de nuestra vida reflejados en él. Sentir pena por alguien es humano. Y la historia que os traemos hoy te va a hacer sentir mucha pena.
El campeón más triste de League of Legends
Son varios los campeones que cuentan con una historia dura y llena de tristeza. Como por ejemplo la del Yordle torturado llamado Veigar o la de Amumu, la momia cuyas skins se centran en sus lágrimas. Sin embargo, en Esportmaniacos nos hemos quedado con una en concreto con la que representa la palabra honor en toda su extensión.
Alistar, el Minotauro honorable
Alistar es el protagonista de la historia. Fue en su día un valiente guerrero respetado por todos los clanes de los Minotauros de las Montañas. Era valiente, leal, honorable y un protector de los Minotauros de la crueldad del mundo exterior y de las bestias salvajes que en el habitaban. Mantener la paz fue siempre su primer objetivo a su vez que establecía relaciones con otras razas pacíficas. Hasta que llegó Noxus.
Este era el líder del imperio expansivo, rival de Demacia, era conocido por su tremenda brutalidad y violencia y contaba con el apoyo de otros agresivos guerreros como Swain o Darius. Noxus le propuso una alianza a los distintos clanes de los Minotauros, pero Alistar se negó a sabiendas de que era una simple estratagema para poder ampliar la fuerza de su imperio. Así, respondió con una negativa a Noxus.
Sin embargo, muchos líderes de otros clanes de Minotauros decidieron que era una buena oportunidad comercial y, con esas ansias de poder, decidieron traicionar a Alistar. Así pues, tanto el campeón como sus más fieles seguidores fueron entregados por estos clanes como ofrenda a Noxus, quien aceptó el regalo de buena gana. Los noxianos arrojaron a los cautivos a las Arenas del Crisol y les ordenaron pelear hasta la muerte.
Alistar se negó a participar en semejante barbarie y ordenó a los supervivientes que hicieran lo propio. Pero tras 21 días, Alistar perdió la cabeza cansado del estruendo y de los gritos. Se quedó como el último representante de su tribu y empezó a matar a todo lo que tenía a su alrededor. Se ganó, sin quererlo ni pretenderlo, a Noxus. Fue entonces cuando la vergüenza le invadió. Desde entonces Alistar vivió una vida de arrepentimiento y vergüenza.
Con el tiempo conoció a alguien que cambiaría su destino: Ayelia. Esta joven, también apresada por Noxus, ayudó a mantener la cordura a Alistar así como lo poco que quedaba de su alma. Y con el tiempo hizo algo más importante: organizar su huida. Mientras conseguían escapar de las garras de Noxus, ambos se separaron. Alistar no sabe todavía donde esta la persona que consiguió rescatarlo de las profundidades. Ese será ahora el objetivo de su vida: buscarla.
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