Historias de League of Legends: Demacia, primera parte
Os contamos el lore del juego de Riot Games. Morgana, Kayle, Sion, Jarvan...
LAS CLAVES DE LA NOTICIA
Más allá de darse de tortas en la Grieta del Invocador, los campeones de League of Legends tienen una historia detrás. Con la llegada de cada campeón (como Milio), se extiende un poco más el lore, además de con las distintas obras de ficción con licencia Riot (como los cómics). Ideas como Arcane hacen que cada vez el lore de League of Legends tome mayor importancia, y que la comunidad se pregunte qué envuelve a la Grieta del Invocador. Aunque puede crear problemas saber por dónde empezar, vamos a ir trayendo poco a poco lo más importante de la historia de LoL. Primera parada, Demacia.
Comenzaremos hablando de la historia de Demacia, desde la fundación de la región hasta el asesinato de Jarvan I. Este será el primero de una serie de artículos en el que os contaremos la historia de cada región de Runaterra, el mundo del juego de Riot Games.
Primera parte de la historia de Demacia
La fundación de la nación
En las Guerras Rúnicas se descubrieron unas runas capaces de cambiar el aspecto y paisaje de países enteros. Tras una serie de reyertas por toda Runaterra, la guerra terminó, y algunos refugiados que huían del conflicto se dirigieron hacia el oeste.
Un culto de magos malvados les perseguían, pero los refugiados tuvieron la suerte de entrar en un bosque en el que la magia de estos magos no funcionaba debido a la madera de estos árboles fosilizados. Con esto a su favor, lograron expulsar a los magos para siempre.
Entonces, los refugiados decidieron asentarse en el bosque, creándose así Demacia. Entre estos refugiados estaba Kilam junto a sus hijas Kayle y Morgana. La madre de estas, Mihira, se había convertido en el Aspecto de la Justicia tras escalar el Monte Targon (lugar en el que también han ascendido personajes como Leona o Pantheon), y Kilam decidió marcharse de Targon para dar una vida más pacífica para sus dos hijas.
No obstante, poco pudo hacer Kilam para proteger a sus hijas, pues un día el cielo se abrió y la espada de su madre cayó entre las hermanas, dividiéndose en dos partes. De esta forma, las dos se convirtieron también en Aspectos de la Justicia (ascendieron, consiguiendo unas alas y poderes celestiales en el proceso), jurando proteger su nuevo hogar.
Dos formas muy distintas de ver la justicia
Las dos hermanas habían jurado proteger Demacia y sus gentes, aunque la relación entre ellas no era todo lo buena que podía esperarse. Durante una batalla para proteger Zeffira, Kayle se enfrentó al grueso de las tropas enemigas mientras Morgana protegía a los ciudadanos de un ataque inesperado desde atrás.
Kayle perdió la confianza en su hermana por este hecho, y pese a que al principio pareció perdonarla, su relación se fue deteriorando. Entonces, Kayle fundó una orden de la justicia en Silvermere Peak, orden a la que acudieron muchos guerreros.
La relación entre las hermanas no mejoró, pues mientras Kayle se volvía mucho más férrea en sus convicciones de justicia, Morgana abogaba por permitir que aquellos que cometían pecados los expiasen. Ronas, un discípulo de Kayle, intentó encarcelar a Morgana, aunque esta le acabó matando.
Con la muerte de Ronas, Silvermere Peak se volvió un caos, y cuando Kayle llegó a la ciudad, la ira le dominó, convocando un fuego divino que purificaría a la ciudad de sus pecados. Morgana intentó evitar que su hermana destruyese la ciudad, y comenzaron a luchar sobre ella.
Las dos siguieron luchando hasta que oyeron el grito de su padre moribundo. Herido de gravedad, Kilam murió en los brazos de Morgana. Kayle unió las dos partes de la espada de su madre, marchándose al Monte Targon para aprender a conseguir una «justicia perfecta». Por su parte, Morgana encadenó sus alas y se marchó a los confines de Demacia.
Galio, el protector de Demacia
Pese a la marcha de las dos protectoras, Demacia siguió creciendo. Los artesanos descubrieron cómo crear petricita, un material con propiedades anti-mágicas. Este material se convertiría en una de las señas de identidad de la nación, usándolo para crear las murallas del reino.
El ejército de Demacia era uno de los más poderosos del mundo, aunque tenían muy pocos recursos ante la magia. Por ello, los líderes de la Demacia de esa época ordenaron a Durand, un escultor, crear una gigantesca gárgola de petricita para protegerse de la magia en el campo de batalla.
Dos años tardó Durand en crear a Galio, aunque el tiempo que se tomó estuvo más que justificado. Con la gigantesca gárgola accionada por un completo sistema de poleas y tirada por bueyes, los ejércitos de Demacia consiguieron por fin una defensa anti-magia.
No obstante, nadie esperaba en qué se convertiría Galio tras incontables años siendo expuesto a la magia. Durante la batalla de las Montañas Colmillo Verde, el ejército demaciano tuvo que retroceder ante los constantes ataques mágicos del enemigo.
Finalmente, los pocos guerreros que quedaban se encontraban alrededor de Galio, con todo en su contra. Sin embargo, la gárgola cobró vida, saltando sobre los magos enemigos y reduciéndolos a la nada. Tras acabar con el enemigo, Galio volvió a colocarse en su pedestal y volvió a quedar estático.
Los pocos supervivientes contaron la historia en Demacia, y los ciudadanos comenzaron a rendirle tributo año tras año. Consciente, pero inmóvil, Galio espera a que una gran magia le afecte, para poder erguirse y defender las fronteras de su nación.
Sion, el regicida
Con el paso del tiempo, en Demacia surgiría la dinastía real. Todo rey de Demacia tendría por nombre Jarvan, siendo el primero de ellos Jarvan I. Durante su reinado, el imperio de Noxus comenzó a expandirse hasta llegar a zonas muy cercanas a las protegidas por Demacia.
Por ello, Jarvan I entró en guerra con Noxus, obligando a los noxianos a retirarse hasta Hvardis. El heróe de guerra noxiano, Sion, se dirigió entonces a la ciudad, y allí encontró a parte del ejército de Noxus tras las murallas de la ciudad.
Los demacianos volvían a sus tierras, y aunque ambos ejércitos estaban «contentos» con el resultado, Sion no pensó lo mismo. Tras arrojar de las murallas al comandante del ejército de Hvardis, se lanzó a la batalla con un solo objetivo en mente: matar al rey de Demacia.
Tras acabar con toda la guardia personal del rey, Sion llegó con multiples heridas ante Jarvan I. El monarca consiguió acabar con la vida de Sion, aunque el coloso de Noxus no se iría sin conseguir su objetivo.
Con una mano, arrancó la corona de la cabeza del rey, y con la otra le ahogó. Pese a las constantes puñaladas del rey, el agarre de Sion no se aflojó, matando al monarca de Demacia. Más tarde, Sion sería revivido por un misterioso culto (aunque eso lo contaremos en el artículo de Noxus).
Fuentes del artículo: El cantar de las hermanas aladas, Región de Demacia, leagueoflegends.fandom (1), página de lore de Sion, página de lore de Galio, relato «De Carne y Piedra».
Más artículos: Columna de League of Legends