VK confirma que la venta de Virtus.pro fue de 2 millones de euros
La organización rusa fue comprada en septiembre de 2022 por el empresario armenio Aram Karamanukyan
La guerra de Ucrania ha sido uno de los grandes condicionantes de la industria de los deportes electrónicos durante el último año. El conflicto bélico también ha tenido impacto en el sector, donde muchas organizadoras de torneos han optado por vetar a las entidades rusas que tenían algún tipo de vínculo económico con el gobierno de Vladimir Putin. Dos de los nombres propios afectados por estas medidas son Gambit Esports o Virtus.pro, del cual en las últimas horas se ha podido confirmar el precio de su venta.
VK ha revelado a través del informe anual de la compañía que la venta de Virtus.pro, realizada en el último trimestre del año, estuvo valorada en 174 millones de rublos. A 19 de marzo de 2023, el cambio a la moneda de la Unión Europea significaría un valor total de 2.100.000 euros. La operación, realizada en septiembre de 2022, acabó con el empresario armenio Aram Karamanukyan como CEO de la organización de esports. Anteriormente Karamanukyan no contaba con experiencia en el sector, teniendo recorrido previo en la construcción y la hostelería.
La venta de Virtus.pro y ESForce, en la mira
Virtus.pro fue una de los clubes suspendidos por las organizadoras de torneos porque su empresa matriz, ESForce, fue adquirida por VK. Desde diciembre de 2021 la empresa estatal Sogaz, una de las corporaciones que se encuentra en la lista de entidades sancionadas por la Unión Europea, cuenta con una parte de las acciones de VK. En definitiva, la relación entre ESForce y el Kremlin han obligado a los jugadores de VP a jugar bajo el nombre de «Outsiders».
Sin embargo, la venta de Virtus.pro por parte de VK está en la mira por la destitución de Aram Karamanukyan. El nuevo CEO de la organización fue sustituido a finales de año por Nikolai Pertossian, anteriormente ejecutivo de ESForce. Para muchos seguidores esto supuso una incógnita sobre la verdadera independencia de VP en relación a las empresas con vínculos al Kremlin. Además, el club no cuenta con el beneplácito de algunas organizadoras como ESL al reclamar torneos como el Major de Rio de Janeiro.
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