El proceso de creación de los eventos de BLAST Premier
La organizadora de torneos planea sus espectáculos con mucho tiempo de antelación e inserta distintos cambios a lo largo de un mismo año
Es miércoles 15 de junio y el tiempo de Lisboa no es excesivamente pesado, cosa que se agradece después de una fuerte ola de calor. No llueve, tampoco hace frío, pero por las calles se está lo suficientemente bien sin tener la sensación de estar en un horno. La BLAST Premier Spring Final da su inicio con la fase de grupos. Aunque en la jornada de debut no se decidirá quién jugará delante del público del Altice Arena, es la primera toma de contacto con las finales primaverales. Tanto para los jugadores profesionales como para todos los trabajadores implicados en la organización del evento.
Los jugadores profesionales juegan en una sala que se sitúa a primera mano a la izquierda desde el acceso para el staff, clubes y prensa. Allí hay cuatro puestos para los equipos, a su izquierda -desde su punto de vista- la zona mixta para las entrevistas postpartido y a su derecha la zona de producción. Ese mismo miércoles el escenario del Altice Arena se encuentra en construcción. Como es lógico, desde donde se disputan los partidos de la fase de grupos no se escucha nada, pero en resto del pabellón se escucha cómo BLAST Premier está manos a la obra. Tienen tres días para dejar a punto el espectáculo que los espectadores presenciarán en directo a partir del sábado 18 de junio.
El miércoles configuran principalmente el escenario y sus respectivas pantallas. El jueves fue el turno de las luces y el sonido, mientras finalmente el viernes fue turno de comprobar que todo estuviera listo. Sincronización, pruebas de sonido en directo y zonas de juego de los equipos. En tres días BLAST Premier prepara todo lo que implicará al público portugués. Sin embargo, el proceso es mucho más tedio de lo que a primera vista parece. Tal y como revela Frederik Munksgaard, jefe de producción de BLAST Premier, el proceso de creación de un torneo al completo gira alrededor de un mes. Son muchas las figuras implicadas y la organizadora de torneos necesita margen para poder ofrecer un buen espectáculo.
«Tenemos un diseñador de luces, uno de sonido y otro de animación para conseguir lo que queremos desde el punto de vista de la retransmisión. Queríamos algo que activase el escenario al completo» – Frederik Munksgaard, jefe de producción de BLAST Premier
Sobre la sincronización de todos los efectos del escenario son necesarias muchas figuras anónimas pero especialmente importantes para el resultado final. «Tenemos un diseñador de luces, uno de sonido y otro de animación para conseguir lo que queremos desde el punto de vista de la retransmisión. Queríamos algo que activase el escenario al completo» declara Munksgaard. En medio del Altice Arena es difícil escuchar a Frederik, quien asegura que el proceso de producción le recuerda al del cine en su momento. BLAST Premier sigue haciendo pruebas para el sábado, donde se pudo comprobar que todo estuvo acertado. La empresa danesa contaba hasta con pirotecnia, por lo que esos tres días de comprobaciones eran determinantes con tal de que nada relacionado con la producción arruinara las semifinales.
Los rugidos de Lisboa del sábado corroboran que BLAST Premier ha acertado con la producción de las finales de primavera. Según Munksgaard, para 2022 la organizadora de torneos planea las producciones de sus espectáculos bajo una misma base durante un año. Toma como base la semilla plantada durante las finales mundiales a finales de 2021 celebradas en Copenhague, Dinamarca. «Seguimos usando la temática de la batalla, la arena dividida en dos, el bando rojo contra el azul… (…) En el pasado solía cambiar muchísimo con cada evento, pero ahora es más un tipo de espectáculo establecido durante el año donde se introducen distintos ángulos» expresa Frederik.
Corroborar las palabras del jefe de producción es fácil si se hace un ejercicio de comparación entre la BLAST Pro Series de 2018 y la BLAST Premier Spring Final de 2022. Lisboa vuelve a ser elegida por su público, cuya importancia trasciende del aura tan especial que crea. «Vamos a sitios donde sabemos que podemos hacer un sell out. Ese es el principal objetivo porque es extremadamente importante para la atmosfera y poder mostrar al completo cómo es el producto» asegura Munksgaard. Tras un mes como proceso de creación, los cánticos del himno de Portugal, los saltos de los aficionados y la emoción de las partidas hace que finalmente el esfuerzo haya valido la pena para BLAST Premier.