Explicaba Marc Morote, community manager de Esportmaníacos, que la eterna polémica entre impuestos y youtubers le ponía triste. «Me preocupa aún más cuando lo único que hacen es decirle a su audiencia (su mayoría pre u adolescente) que pagar impuestos = te roban» explicaba textualmente en Twitter. La mentalidade de tubarão tuvo que aparecer acto de presencia con el comodín: «Cuando la educación pública adoctrina en socialismo no les preocupa». Un rápido vistazo a las respuestas era suficiente para ver que mucha gente todavía sigue sin entender nada.
El socialismo es esa ideología que consigue adoctrinar a la sociedad. En cambio, al neoliberalismo no le sucede porque es completamente ejemplar, véase en muchas contestaciones a Morote o los gurús de las criptomonedas y NFT (que no los que invierten asumiendo y comunicando los riesgos). «Se llaman impuestos porque te lo imponen» y «libertario por la palabra libertad» son argumentos habituales. Sin embargo, una parte de ese sector que se reconvierte temporalmente en lingüistas es incapaz de entender que la queja, más allá de estar de acuerdo o no, va en cómo se transmite un mensaje a una audiencia joven.
Evidentemente es lógico que las personas con mayor poder adquisitivo -y las que quieren ser un intento de ello- defiendan las políticas liberales. El problema está cuando los mensajes se calan de forma agresiva -que no significa que no se pueda hablar- sobre chavales que todavía dependen de sus padres, un público predominante en los deportes electrónicos. Y una cosa es hacerlo de forma puntual, que todavía se puede rescatar, pero es completamente diferente cuando se convierte en algo cíclico. De hecho, probablemente una parte que cobre ni siquiera debe hacer la declaración de la renta. Pero claro, todo lo que se sale de eso es socialismo. Es aquello que te roba deliberadamente, se come bebés y te obliga a cantar el himno de la Unión Soviética.
Quizás la educación pública me adoctrinara en el socialismo y es posible que en el fondo se lo tenga que agradecer. Al fin y al cabo, ese adoctrinamiento es el que evita que compare políticas fiscales y económicas con las persecuciones de nazis a judíos. De hecho, la comparación Estado-Hacienda-Nazismo es curiosa. Precisamente la extrema derecha es una de las ideologías -al menos en España- que más defiende el neoliberalismo. Por eso no es extraño que la mentalidade de tubarão defienda las medidas económicas de VOX. Y como es de esperar, el partido político también apoya su discurso. Lo de no tener un mínimo de cabeza también es el mercado, amigos.