Septiembre ha empezado cargado, concretamente con el anuncio de la retirada de Bnet del freetyle competitivo. En ese mismo instante en el que leí atónito la noticia empezó a asomar el recuerdo de un texto de Marcel Beltrán, periodista en Público entre otros medios. Era del 31 de marzo, de cuando ganó la FMS, pero la retirada reafirmaba más las palabras reflejadas: «Hay que ser muy bueno para sonar como él sobre el beat. Pero hay que ser un genio para sonar mejor que el resto y que aun así no te importe. Llegar, actuar, deslumbrar, marcharse. Y que parezca lo que es: para ti, lo más normal del mundo». Y es que ha sido literalmente así. Los tres primeros pasos los hizo en la final y el último ahora con su adiós. Quizás sólo unos pocos tengan su talento, pero ojalá todos con su misma determinación.
Qué os voy a decir que no sepáis de Bnet. Cuando el mejor se va sin previo aviso el mundo se deshace, pero cuando lo hace cumpliendo a raja tabla lo último que prometió la situación pasa a rozar la mística. Porque el hombre que cambió el juego se fue diciendo «critico el circo pero he venido a cambiarlo, no a comer de él porque esto es un petardo y el día que me canse que os follen, y me largo» en su última batalla. Humilló a Gazir sin despeinarse, haciendo alusión a lo que escribía Beltrán. Sin inmutarse, como si la cosa no fuera con él. En un momento de serotonina baja todo eso hizo que pasara dar vueltas en mi cabeza una vez más. Sin embargo, en esta ocasión reafirmó algo que ya pensaba: cuando llegue el momento cojo las maletas y voy a la dirección de salida.
Realmente pensar en mi futuro es adentrarme en un mar de incógnitas donde la única certeza es saber lo que no quiero. A lo mejor pecaré una vez más de pureta, pero como Bnet para hacer las cosas con desgana prefiero no hacerlas. Y en este caso asumir que de los deportes electrónicos no me cansaré sería muy iluso, especialmente si tenemos en cuenta la ya mencionada velocidad y volatilidad de la industria. Digo que no quiero opinar, pero en algún momento me voy del camino y caigo en el debate cíclico. Como el que dice que no va a beber más estando de resaca y a la siguiente semana ya está dándole a la litrona. Me prometo tranquilidad y luego me faltan pelos de los que tirarme cuando leo subnormalidades constantemente, incluidas las mías.
No vine a cambiar nada, porque si actualmente puedo trabajar de esto es por la gente que labró el camino anteriormente, simplemente a aportar mi grano de arena e intentar mejorarlo. Ahora estoy concentrado en disfrutar de mi posición de afortunado, pero tampoco voy a dejar que eso nuble lo demás. Antes que remar (muchas veces a contracorriente) va la salud mental y el sentirse a gusto con uno mismo. Esto último no se me da bien, todavía me boicoteo con la tan famosa comparación, aunque voy aprendiendo. No soy ni seré una persona con talento innato con Bnet, pero por ahora tampoco creo que lo necesite si tengo claras mis convicciones. Honestamente espero que sea mucho más tarde que temprano, pero sea como sea, a partir de ahora ni cotiza que «el día que me canse que os follen, y me largo», porque ese sí es mi suceso lógico.