Como cualquier chaval joven no tengo del todo claro lo que quiero llegar a ser en esta vida. Hay algunas pequeñas cosas que sí, pero eso no significa que se mantienen. Cuando pisé por primera vez la facultad llegué con la idea de dedicarme exclusivamente a la prensa. Sin embargo, una llamada de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP) me puso delante de una cámara y, por lo tanto, en mi sitio. A partir de ahí empecé a aprender a dejarme llevar -todavía no he acabado, probablemente he repetido curso en este grado- y a conformarme con saber qué no quiero ser. Aunque el fútbol pueda parecer ajeno a los deportes electrónicos, el incidente de Christian Eriksen sirvió para enseñarle al sector precisamente esto último: por dónde no debe ir.
Eriksen, jugador franquicia de la selección danesa de fútbol, se desplomó en medio de su primer partido en la aplazada Eurocopa contra Finlandia. Simon Kjaer, capitán danés, tuvo que recolocar al cuerpo de su compañero para evitar que se atragantara con su propia lengua. Mientras los cuerpos médicos salvaban su vida alguien desde la UEFA pensó que era buena idea buscar el primer plano de una escena completamente desagradable. Los jugadores de Dinamarca tuvieron que hacer una barrera para proteger a su compañero. Para el colmo de la situación, tampoco desde la realización de Mediaset España nadie pensó en el simple hecho de dejar de emitir las imágenes. Curioso cuanto menos porque posteriormente Kiko Narváez, comentarista del torneo continental, se quejó de la necesidad de grabar esas imágenes. Todo eso mientras sus propios compañeros de empresa volvían a repetirlas literalmente a su derecha.
Con tal de tener la imagen del morbo -y por lo tanto los clicks– a mucha gente implicada en la gestión informativa de semejante susto se le olvidó su condición de ser humano. En los deportes electrónicos muchas veces tendemos a pensar que no somos iguales que la televisión. Que en parte es cierto, pero en prácticamente cualquier emisión de competiciones de esports tienes un plató, dos presentadores y un equipo de realización. Cuando alguien hace un stand-up se planta a hablar un minuto delante de una cámara, como los reporteros a pie de campo. Aunque esto pertenezca más al entretenimiento «puro», por tener tenemos hasta nuestro propio First Dates. Sí, ese mismo programa que se retransmite en Cuatro.
Este desagradable episodio con Eriksen le ha demostrado a los deportes electrónicos qué no deben hacer en estas situaciones. Porque aún no se ha dado una similar, pero sería muy ingenuo pensar en que dentro del sector no nos comportaríamos igual. Porque el morbo y el drama nos atrae tanto como a la propia televisión. Luego cuando pasa algo serio como el fallecimiento de Maria Creveling «Remilia» -que en paz descanse- hacemos el tweet protocolario y a otra cosa, que bastante tiempo le hemos dedicado. Que sirva el desplome del jugador danés como advertencia y reflejo de lo que no queremos ser en el futuro.