El domingo 11 de diciembre arrancaba uno de los concursos que más dudas generaba entre la comunidad. Ibai Llanos presentó «El último en pie«, un programa en el que 10 creadores de contenido, como su propio nombre indica, tenían que aguantar de pie en una zona delimitada por unas marcas. El stream podría alargarse tanto como aguantasen los concursantes, aunque los organizadores no iban a ponérselo fácil.
Las dudas se disiparon al instante. Así lo vimos con los más de 250.000 espectadores que se reunieron para ver a estos 10 streamers aguantar las duras pruebas que les impusieron. Finalmente, tras más de seis horas y media aguantando, fue Abril Gené «Abby» la creadora de contenido que consiguió llevarse los 30.000 euros que había en juego.
gracias a todos por los mensajes bonitos 😭😭😭 toy super contenta, gracias de vd pic.twitter.com/Dr8rnbv7qV
— abby 🧁✨ (@littleragergirl) December 12, 2022
Abby es la primera campeona de «El último en pie»
El concurso tuvo emoción desde el primer instante. La primera hora fue bastante sencilla, simplemente tuvieron que aguantar dentro del cuadrado sin hacer mucho. De vez en cuando aparecía Ibai para hablar con ellos y poco más. A partir de ahí empezaron unas duras pruebas que demostraron que este concurso era, aparte de una prueba de resistencia física, una prueba mental.
Nissaxter fue la primera en caer tras recibir una bola en la que ponía «eliminado». El siguiente fue Skain y sucesivamente fueron cayendo uno a uno. Finalmente fueron la propia Abby y Nil Ojeda quienes quedaron en un uno contra uno. Tras una prueba de puntillas, Abby fue la que consiguió llevarse esos 30.000 euros que había en juego. Si bien posó primero los talones, Ibai Llanos ya había parado la prueba.
A pesar de la gran lucha psicológica que mantuvo con Nil Ojeda, la creadora de contenido de Giants Gaming supo mantenerse firme y finalmente eligió la caja que contenía los 30.000 euros. Por su parte, Nil sabía qué había en cada caja, pero era Abby la que tenía que decidir, sin saber nada, con cuál debía quedarse. Un premio más que merecido que podría haber recaído perfectamente en manos de cualquiera de los dos.
¡Enhorabuena, Abby!
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