Según ha informado Jacob Wolf, periodista especializado en deportes electrónicos, los clubes de la Overwatch League (OWL) y la Call of Duty League (CDL) deben alrededor de 400 millones de dólares a Activision Blizzard. Las organizaciones tendrían deudas pendientes con la desarrolladora concretamente por el pago de las plazas para acceder a ambas competiciones. El retraso de los pagos fue habilitado por parte de la empresa tras la irrupción de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, el futuro de las liquidaciones todavía estaría en el aire.
La deuda entre los equipos de la Overwatch League y la Call of Duty League cambian significativamente. Según Wolf, Activision Blizzard está esperando entre 120 y 150 millones de dólares ya que cada club debería a la desarrolladora entre seis y siete millones. En cambio, las cifras aumentan en la CDL. En la competición de Call of Duty los equipos deberían alrededor de unos 22,5 millones de dólares a la empresa tras hacer el pago inicial de entrada. Esto dejaría a Blizzard pendiente de recibir entre 390 y 420 millones de dólares.
La omisión de los pagos, de carácter anual, no es una casualidad. Activision Blizzard le dio margen a los equipos hasta 2022 para poder amortizar las deudas debido a la irrupción del COVID-19. Sin embargo, el aplazamiento de las liquidaciones podría extenderse hasta 2024. Por el momento se desconoce cuál es la decisión de la desarrolladora. No obstante, la empresa no estaría planteándose cambiar los términos de los pagos ya firmados hasta que Microsoft acabe de cerrar su adquisición. El fin de la transacción está está previsto para 2023.
Tanto la Overwatch League como la Call of Duty League son dos competiciones que han generado mucho movimiento económico a lo largo de la historia. La OWL contaba con un precio de entrada de 20 millones de dólares, llegando a aumentar hasta los 27 y los 35 millones. Los 12 clubes inaugurales de la liga tuvieron derecho a hacer cuatro pagos de 250.000 a odo de antidilución anualmente para poseriormente permitir uno único con las cantidades pendientes. En cambio, la CDL arrancó con un precio de entrada de 25 millones de dólares.