Call of Duty: Warzone es uno de los videojuegos más jugados en la actualidad. Un título repleto de novedades en este comienzo de año, pero que no consigue hacer desaparecer esos bugs eventuales que, al final, en títulos con mapas tan grandes y en constante cambio, son parte del juego.
Esta vez el problema en Warzone surge en el Gulag, esa zona en la que lucharemos por nuestra vida tras morir por primera vez. Una oportunidad, 1vs1, el que gane vuelve, el que pierda se despide de la partida. ¿De qué trata el bug en cuestión? Tan gracioso como peligroso, y es que los espectadores dentro del Gulag, aquellos que están esperando su turno, pueden meterse dentro del campo de batalla. ¿Impacto directo? Ninguno, pero claro, como veréis en el siguiente vídeo, el jugador no se espera algo así.
Nada más ver a alguien dentro del Gulag, el jugador se sorprende tanto que decide vaciar su cargador. ¿La sorpresa? Era uno de los espectadores, que había conseguido colarse. Su rival en cuestión estaba dentro, y se aprovechó de ese momento tan confuso para acabar con él en Warzone.
Warzone siempre sorprende
Los bugs están a la orden del día en Warzone, un juego que eventualmente siempre tiene alguna curiosa anécdota que ofrecernos. La situación que vivió el popular battle royale de Activision Blizzard a finales del pasado año fue convulsa, con muchos errores y un campo de batalla plagado de hackers. Jugadores y creadores de contenido, hartos de ver como su desarrolladora no hacía nada para solventarlo, decidieron abandonar el juego, pero por suerte, esto ha cambiado drásticamente.
Más allá de un error tan curioso como el del gulag, Warzone se encuentra a día de hoy en un buen estado de salud. Costó hacerse a ello, pero Caldera, el nuevo mapa inspirado en el Pacífico, está siendo un éxito, y parte de ello es el hecho de contar con Ricochet, un sistema anti-cheat que por el momento ha sabido mantener a raya a los tramposos.